Comunicado de la Asociación Cultural Portus Planus.- La pianola es un instrumento musical con el mecanismo propio de un piano, es decir, que se puede utilizar con las mismas características del piano. Pero tiene la peculiaridad de poseer unos elementos mecánicos que permiten la reproducción automática de la música perforada en un rollo de papel. Por tanto, permite su ejecución manual por un pianista como su ejecución automática.
El mecanismo automático es abastecido por un sistema neumático de fuelles, que movidos por pedales, pone en movimiento un rollo de papel perforado. El papel desliza por encima de un lector con 88 orificios conectados a las 88 teclas del piano. Cuando los agujeros del papel permiten la entrada de aire en el sistema, se genera un cambio de presión que acciona la tecla correspondiente. Por medio de unos controles manuales situados ante el teclado, el usuario puede modificar la velocidad del rollo, el volumen e incluso accionar el pedal, modificando parámetros tan fundamentales como el tempo y la dinámica.
Para entenderlo, se podría asemejar a las cajitas de música pequeñas accionadas por una manivela y con los sonidos grabados en el mecanismo de dicha cajita.
El uso de la pianola ha permitido a muchos músicos obtener una interpretación que sólo podía estar a la altura de los virtuosos y disfrutar de una ejecución que técnicamente no son capaces de alcanzar.
No se puede atribuir la invención de este instrumento a solamente una persona, ya que los numerosos mecanismos fueron evolucionando principalmente durante la segunda mitad del siglo XIX. Destaca la versión de Edwin Scott en 1897. Esto permitió escuchar música en el momento deseado y de la forma deseada y permitió el nacimiento de la música industrial del siglo XX.
La reproducción automática de un piano, era un auténtico acontecimiento en aquella época, pero además estaba la posibilidad de que los dueños de pianolas, generalmente la burguesía de principios del S. XX, podían tocar un instrumento como es el piano sin necesidad de estudiar horas y horas.
Desde el verano de 2022, el Museo Etnológico de Puertollano posee un ejemplar de pianola marca Werner donada por la familia de Paulino Barrio Esta pianola, fabricada a principios del S. XX, se ha convertido en la pieza más atrayente de la colección permanente del museo.
La Casa Werner, dedicada a la compraventa, representación, alquiler y reparación de pianos, autopianos e instrumentos de música, tuvo sede en Barcelona desde 1925, y en un catálogo de 1930 aparece este modelo con un precio de venta de 4.500 pesetas.
En este enlace https://www.youtube.com/watch?v=g0pHjiNx78Y podréis oir una pianola cómo esta, que fue restaurada en 2009.
La Asociación Portus Planus espera poder limpiar y restaurar esta pianola con la idea de poder dar un concierto en un futuro próximo.