Eduardo Muñoz Martínez.– …cuántos tiñosos habría, asevera el conocido refrán castellano. Antes que nada me atrevo a invitar al Equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento a dar un paseo por el Parque de Gasset, donde podrán visitar, ver… estatuas, azulejos…, dedicadas, dedicados, a José Cruz Prado, José María de la Fuente, Rafael Gasset, Hernán Pérez del Pulgar, Manuel López – Villaseñor, Joaquín García Donaire, Vicente Martín Sánchez… Supongo que nuestro Alcalde, nuestros Concejales y Concejalas, sabrán el por qué de estos reconocimientos. Efectivamente, porque en su momento dejaron una huella importante.
No, no quiero dar a nadie una lección de historia. Antes bien es mi objetivo hacerme eco de algunas informaciones que aparecen en el diario «La Tribuna», de Ciudad Real, concretamente la que lleva como título «El paseo de las placas siendo alcaldesa…», en el que informan de que están tratando de eliminar las placas, los azulejos…, que testifican el comienzo, la terminación…, de grandes obras, importantes proyectos…, fruto de los dos años en los que ha sido Alcaldesa de Ciudad Real, por Ciudadanos, Eva María Masías Avis.
Y es que la señora Masías Avis, en tan breve espacio de tiempo, también se ha convertido en un referente de la historia más reciente de nuestra capital. Empezó a convertir Ciudad Real en una ciudad cómoda, tremendamente habitable, amable…, cambiando la denigrante imagen que en su momento dejaron los alcaldes, la alcaldesa, los concejales, las concejalas de un partido, el Partido Popular, que nos tiene acostumbrados no sólo a pasar con más pena que gloria, sino a convertir la capital en una ciudad muerta, anclada en el tiempo, que no invita a vivir, o invertir en ella. !Qué pronto han asomado la patita!
Todo apunta, sin lugar a dudas, a una profunda e incuestionable envidia, porque bien saben ellos, y ellas, que nunca se verán en esa tesitura. Bien harían ustedes, señor Cañizares y compañía, a ocuparse de los problemas que se les avecinan a los ciudadanos, tales que la falta de provisiones en el «Banco de Alimentos», evitar la situación que se prevé ocasione la «tarjeta monedero» para sus usuarios, en ayudar a los, y las, que viven en edificios que se derrumban, en vez de «escurrir el hombro», en no «timar» a los ciudadrealeños, a las ciudadrealeñas, con la «gratuidad» de la zona azul…, y se me ocurre pensar, al respecto, por qué no aplican esa medida, -si es que lo hacen-, no la ponen en práctica durante todo el año, en vez de plantearla para un «desértico» mes de agosto… Tienen cuatro años por delante. Dios nos ampare y «nos coja confesados».
Lo de las famosas plaquitas es un escandalazo monumental, una exaltación al inconmensurable ego de la señora Masías, una ridiculez con la que ha quedado retratada y deben retirarse de inmediato. El articulista hace una comparación tramposa y falaz al equiparar los monumentos a José Cruz Prado, José María de la Fuente, Rafael Gasset, Hernán Pérez del Pulgar, Manuel López – Villaseñor, Joaquín García Donaire, o Vicente Martín, con los perpetrados por esta señora cuyo mayor logro ha sido haber dejado tiritando la partida de Festejos y sin apenas nada programado a pocas fechas de Feria y Pandorga.
El afán de notoriedad y la repulsiva vanidad de Masías ha quedado manifiesta a través del oscuro y vergonzante procedimiento utilizado. Se sobra sabía ella que esa colocación no estaba justificada, pues solo procede en el momento de la inauguración de obras de gran relevancia y este no era el caso.
Por cierto, Felicidades a La Tribuna de Ciudad Real por haber sacado este asunto tan chusco sobre el que no han querido hacerse eco el resto de los medios, incluido este digital.
Para ser justos, habría que mencionar con todos lo elogios posibles al digital taurino Cargando la Suerte, al que le cabe el honor de haber destapado el escándalo.