El presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado este miércoles al líder regional del PP, Paco Núñez, y a los diputados de Vox, que «se retraten» en materia hídrica. «No tengan miedo a decir que el agua se quede en Castilla-La Mancha a que se vaya por el trasvase a Murcia».
Ha sido durante su intervención en la primera sesión del Debate de Investidura en las Cortes regionales, donde ha apuntado que «si alguien quiere garantizar los trasvases, está en su derecho, que lo propongan. Hacemos un máster de fontanería a lo bestia y todos nos conectamos con trasvases», ha ironizado, incidiendo en que, en cualquier caso, ese no es su modelo.
Sí ha admitido que le preocupa «un poco» cómo puede afectar la conformación de gobiernos en el Levante «y lo que pueda pasar en las elecciones generales» para el desarrollo del Plan Hidrológico del Tajo y por ello, en la campaña electoral que empezará esta semana si algo va a hacer «es poner blanco sobre negro lo que está en juego en esta tierra».
A su juicio, aunque el plan del Tajo «no le tiene que venir mal a nadie» y «corrige parte de los problemas de agua, de déficit y maltrato con el agua que hemos tenido desde la Administración nacional con esta tierra y con el Tajo», es consciente de que ese plan todavía tiene que desarrollarse, y por ello su preocupación en este ámbito.
Tras valorar el abastecimiento a la Llanura manchega, ha avanzado su intención de seguir facilitando la incorporación de jóvenes a la agricultura a través de ayudas.
POLÍTICA FISCAL PACTADA
En el ámbito económico ha subrayado que la política fiscal debe ser pactada y ha invitado a que todos los partidos políticos introduzcan en la campaña electoral deducciones en tramos autonómicos en las zonas de despoblamiento, a imagen de lo que ha hecho Castilla-La Mancha, y las introduzca el Estado, y así, «además de ir a las zonas despobladas podrán decir que hacen algo por el despoblamiento».
García-Page ha adelantado, antes de un año, en el primer o segundo periodo de sesiones y «en vista del vaivén» que se produzca o no tras las elecciones generales, una iniciativa legislativa para la convergencia fiscal, a fin de corregir la tendencia actual del país.
«No hay problema en que patrimonio –ha referido en alusión al impuesto– se devuelva al Estado» y en el Estado «se cobre o no», asumiendo como una «auténtica barbaridad» que incluso «en la tumba se mantengan los agravios entre territorios» en relación a este impuesto.
ARMONIZACIÓN FISCAL
De hecho, ha asegurado que la armonización fiscal será un eje de campaña, apostando por que la financiación autonómica se plantee «como requisito previo a lo que pueda venir», habida cuenta de que «empiezan a sonar tambores de que en Europa en 2024 pueden venir apretando».
Ante eso, «que puede llegar», el socialista se ha comprometido a «poner a las personas por delante de los decimales», de tal manera que no solo el gasto social en la región supondrá aproximadamente un 70 por ciento del presupuesto los próximos cuatro años, sino que pretende que esas «grandes estructuras» queden blindadas y a salvo «de vendavales» en la futura reforma del Estatuto de Autonomía.
Emiliano García-Page ha reconocido que en materia de hacienda «las cosas están razonablemente saneadas», ha recordado que se sacarán 12.000 plazas de oferta pública de empleo y ha destacado en este punto su intención de poner en marcha «microcréditos» para que la gente «pueda estudiar las oposiciones o pueda prepararse importantes niveles de cualificación y que el bolsillo de los padres no sea condicionante no solo para obtener el título sino para obtener un puesto de trabajo».