Numerosos vecinos de Villamayor de Calatrava se sumaron ayer domingo por la mañana a la procesión del Corpus Christi, que saliendo de la parroquia recorrió durante más de una hora diversas calles céntricas de esta pequeña localidad, con la custodia del cuerpo y la sangre de Cristo, portada por el párroco, y bajo palio, que se detuvo en los altares instalados ante sus casas por más de media docena de vecinos.
Precedida por la banda de música de la localidad, una de las más antiguas de la provincia y encabezada por los niños de primera Comunión, la procesión salió del templo y fue el párroco, con la custodia en sus manos, quien pisó primero la bella alfombra de sal coloreada, que durante varias horas de la madrugada del domingo habían confeccionado un entregado grupo de vecinos para esta gran ocasión y siguiendo una tradición de años que ya parece haberse consolidado.
La procesión avanzó lenta por las calles, con el alcalde en funciones y varios de sus concejales, entre el público, deteniéndose en cada uno de los bellos altares instalados por vecinos ante sus casas, adornados con alfombras, cuadros, velas, plantas y ramas de arbustos, cruces e imágenes, en los cuales el párroco posó la custodia e inicio el rezo seguido por los vecinos.
Tras más de una hora de recorrido, la procesión del Corpus Christi regresó al templo volviendo a pisar la bella y efímera alfombra de sal coloreada colocada ante su puerta para celebrar este día “que reluce más que el sol”.