La librería del Grupo Oretania, ‘La Tienda de los Libros’, ofrece un fin de semana poético con la firma de seis poemarios en la Feria del Libro de Puertollano

Hoy, a las 12,00 horas, firmará ejemplares de su poemario “Quiero apagar la luz para mirarte (101 días con mi madre)”, el poeta de Puertollano, Marciano Sánchez. Mañana sábado, 10 de junio, a las 12,00 horas, será el turno de la poeta valdepeñera, Teresa Sánchez Laguna, quien firmará ejemplares de su obra “Desde este silencio que habito”. A la misma hora firmará su poemario “Vivir cada día. Poemas de crecimiento personal”, el poeta solanero Luis Díaz-Cacho Campillo y por la tarde, a las 20,00 horas, será el poeta puertollanero, José González Ortiz, quien firme ejemplares de su libro “Ciudad Evanescente”. Y el punto final al fin de semana y a la trigésimo quinta feria del libro de Puertollano (FELIP’38), lo pondrán Natividad Cepeda y Juan José Guardia Polaino, el domingo día 11, a las 12 horas, con la firma de ejemplares de sus poemarios “Con la sed de todos” y “De almas, ditirambos y heridas” respectivamente.

Quiero apagar la luz para mirarte (101 días con mi madre)

El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Ciudad Real, Marciano Sánchez, firmará ejemplares de su libro ‘Quiero apagar la luz para mirarte (101 días con mi madre)’, en horario de mañana y tarde, en la caseta del Grupo Oretania / La Tienda de los Libros.Una obra, editada por la Fundación Vinatea Editorial, y en la que, de manera sincera, personal y emotiva recuerda a la figura de su madre y rinde homenaje a las personas que se dedican a cuidar de sus mayores y de sus enfermos. Los beneficios de esta obra irán destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer.

Este libro es un homenaje a la vida. A la VIDA con mayúsculas de una mujer luchadora, valiente y ofrecida por completo a su familia. Este libro es un homenaje a las personas que se dedican a cuidar de sus mayores, a cuidar de sus enfermos. Cada noche es vivida intensamente, aunque no todas muestren la evidencia de la lucha, aunque no todas sean capaces de recomponer los días. Es una forma de llegar a la muerte, abrazando realidades y abrazando a los tuyos. Todo pasa en 101 noches. 101 noches pueden parecer muchas noches cuando el sufrimiento de la enfermedad más cruel es protagonista. 101 noches ofrecidas a una madre es un tiempo tan escaso que apenas deja consuelo.

Vivir cada día

‘Vivir cada día’ es un libro para entender las circunstancias que nos rodean, los estados de ánimo que nos condicionan y la manera de comportarnos ante los acontecimientos de la vida a través del instante que el verso vierte ante nosotros. El autor nos pide que miremos a nuestro alrededor, apuntando que «la vida nos ofrece cada día situaciones y percepciones distintas que debemos vivir con la intensidad que cada oportunidad nos ofrece, porque jamás un instante es idéntico a otro». «¡Aprovechémoslas con todas nuestras ganas!», añade.

En ‘Vivir cada día’, el poeta reflexiona y comparte esas reflexiones a través de la poesía. Pasa las páginas de su vida, de la vida, como si fuera un libro a medias. Lo escrito y lo que aún se ha de escribir. Y vuelve la vista atrás, y regresa al hoy. Un recorrido hacía dentro, con sus pausas, con sus heridas y añoranzas, con sus deseos y verdades. También hacía fuera, paso a paso, por esas calles de la cotidianidad, de la realidad que le rodea, con su armonía y sus egoísmos, su frialdad y su solidaridad. Ambos viajes, hacia él, hacia el otro, los otros, le han llevado a poner las cosas en su sitio, a lanzar al aire los sentimientos sin temor a que se extiendan y sean conocidos; a gritar las injusticias para compartirlas e intentar abrir el alma de quienes todavía las ignoran; a caminar sin miedo, a perderse o caer.

Desde este silencio que habito

‘Desde el silencio que habito’, un poemario que contiene las reflexiones de la autora, sobre el sentimiento del amor. Poemas que han nacido al albur de esta pandemia, donde Teresa sintió la necesidad de pensar y analizar, cómo sería la vida en una situación tan negativa en compañía del amor -aunque platónico- y se desdobló en su propio sentir sumergiéndose en la esencia de ese amor en sus horas de silencio y de soledad. Amarte quisiera yo. /Con el viento de poniente, /con la fuerza de un tifón, /con la lluvia entre los dientes…”.

Ciudad Evanescente

La “Ciudad Evanescente” de José González Ortiz, es un espacio virtual, una patria inexistente donde se puede soñar y dar rienda suelta a la utopía, las emociones, a la vida. Es una ciudad ficción, una galaxia invisible, construida con palabras o lo que sugieren las mismas, o, mejor dicho, los diferentes matices o elementos que conforman una urbe en el sentido de pertenencia a la cultura humana. Es decir, todo lo que se reúne en el vivir de cada día: gentes, pensamientos, animales, cosmogonías, aciertos, fracasos, calles, jardines, casas, circunstancias… “La ciudad hermética, / cierra sus puertas y ventanas, / mientras los lacerados de la vida, / lamen sus traumas en la entrada de un Metro”.

De almas, ditirambos y heridas

En el odre de sus páginas, el poemario de Guardia Polaino, aporta pureza y sinceridad, explorando de una forma sistemática y casi absoluta todas las caras del vino, la mítica, la mística, la celebrativa y también la personal y la existencial. Barchino, nos asegura que “estos ditirambos si hubieran estado escritos en prosa, serían una enciclopedia de las experiencias y sensaciones que proyecta el mosto y la bodega, los odres y los bocoyes, las tinajas y los cercaos. Aun así, trasmiten una gran sabiduría poética y un dominio sobre la materia que se expresa con un vocabulario amplio y preciso. Este libro es uno de los más complejos proyectos que un poeta puede acometer por su dificultad y su ambición”.

Con la sed de todos

“Con la sed de todos”, libro finalista en el ‘Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística’ en su XXIX edición, de Natividad Cepeda, dedicado a la memoria de la Madre Asunción González Burillo, Abadesa del convento de monjas de Clausura del Monasterio del Santísimo Sacramento de Manzanares (Ciudad Real), quien llegó al monasterio en el año 1958 desde su pueblo natal de Tomelloso.  Falleció el 5 de septiembre de 2010, en el mismo monasterio en el que dedicó su vida durante 52 años a la oración.

El Premio Mundial de Poesía Mística fue creado por Fernando Rielo en 1981 con el fin de promover la poesía mística y encontrar y dar a conocer a aquellos poetas que unan una elevada espiritualidad a una auténtica expresión literaria. En Natividad Cepeda se dan ambas cualidades y en palabras del añorado Blas Camacho Zancada, prologuista de la obra, “Con la sed de todos, es un libro para meditar más allá de las letras que se han colocado de modo magistral, las palabras, los poemas, los versos y sus contenidos”. 

En el epílogo del libro, José Ángel Martín Acosta, nos hace ver que “llegar a ser finalista del prestigiosos Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, es ya un reconocimiento a un gran trabajo lleno de esfuerzo, búsqueda y sentimiento hondo, profundo y sincero de fe”.

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