El líder de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado este lunes que su formación tiene «la mano tendida» para llegar a acuerdos con el Partido Popular tras las elecciones autonómicas y municipales, pero cree que ahora la responsabilidad recae en los ‘populares’, que deben decidir si quieren formar una mayoría con Vox «u optar por otro camino».
En rueda de prensa, Abascal ha evitado marcar las líneas de Vox en la negociación y ha asegurado que su voluntad es construir «la alternativa» con el PP. Para ello, dará unas directrices a sus direcciones regionales para abrir las conversaciones con el Partido Popular, con el mismo discurso en todos los territorios.
«Nuestra mano está tendida, hoy no es día de exigencias, ultimátums ni palabras gruesas», ha explicado con la esperanza de encontrar en el otro lado «respeto, altura de miras, responsabilidad y patriotismo».
Abascal ha comparecido este lunes en la sede nacional de su partido en Madrid con la satisfacción de haber obtenido «unos magníficos resultados» en los comicios autonómicos y municipales de este domingo. «Magníficos resultados para España y para la construcción de una alternativa», ha celebrado.
A su juicio, los ciudadanos han avalado de forma «clarísima e incontestable» el proyecto de Vox y el partido se «confirma» en la construcción de «la alternativa» al socialismo. «Esa alternativa existirá y habrá allí donde otras fuerzas políticas estén dispuestas a hablar con nosotros con respeto, con responsabilidad y con patriotismo», ha adelantado.
En este contexto, ha asumido como «un deber» la construcción de esa «alternativa» y ha asegurado que Vox se entregará a ello «en cuerpo y alma». Por ello, ha evitado marcar líneas rojas y ha insistido en que el PP, en aquellos sitios donde ha ganado pero no tiene mayoría para gobernar, es el que debe decidir si está dispuesto a hablar con Vox o quiere «optar por otro camino».
«Vamos a cumplir con nuestras obligaciones», ha asegurado. Sin embargo, ha insistido en que los acuerdos no dependen solo de Vox. La formación de Abascal presume de tener el mismo discurso en toda España y con ello dará unas directrices a sus líderes regionales para afrontar las negociaciones. Según apuntan desde el partido, el PP es el que tiene «diferentes posturas» según el territorio y esto podría dar lugar a que el acuerdo fuera posible en unos lugares y otros no.
En este sentido, Abascal ha recordado que Feijóo ha ofrecido un pacto al PSOE para que gobierne la lista más votada y se ha mostrado a la espera de ver si sigue adelante con esta idea o da el paso de hablar con Vox. Esta condición, según ha remarcado, dejaría por ejemplo sin la Presidencia de Extremadura a su candidata, María Guardiola, ya que el PSOE ha sido el partido más votado y el PP solo podría gobernar con un pacto con Vox.
«Nosotros estamos a la espera con la mano tendida y dispuestos a construir la alternativa», ha insistido haciendo hincapié en el aviso que ha hecho durante toda la campaña electoral de que los votos de Vox deberán ser «respetados». «Que nadie cuente con nosotros para hacer un regalo», ha reiterado.
ANALIZAR LOS RESULTADOS DE MADRID
La Asamblea de Madrid es la única comunidad en la que Vox ha empeorado sus resultados con la mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso, a la que se suma la de José Luis Martínez Almeida en el Ayuntamiento de la capital.
Abascal ha asegurado que analizarán estos resultados pero ha reivindicado que unos datos «parciales» no pueden «empañar» sus resultados en toda España, «que han sido extraordinarios». A su juicio, en Madrid es «muy buena noticia» la salida de Podemos del Parlamento y eso es «excelente noticia» para España aunque los resultados no hayan sido «los mejores» para su partido.
Es el caso contrario de Navarra, según ha apuntado, donde Vox ha obtenido un buen resultado con la entrada en el Parlamento autonómico pero «no son buenos resultados para España». «Y eso a nosotros nos pesa», ha asegurado.
BILDU, «PÉSIMA NOTICIA»
Además, ha calificado de «pésima noticia» el resultado obtenido por Bildu, del que ha culpado tanto al PSOE por sus «pactos» con la formación como al PP por rechazar su ilegalización cuando fue planteada en las Cortes Generales.
Para Abascal, no es «decente ni aceptable» que sea legal un partido que está en contra de la la unidad nacional y que además «ha ejercido el terrorismo, se vanagloria de haberlo hecho y lleva asesinos en sus listas».