Las elecciones de 28 de abril de 2019 causaron zozobra en algunos españoles.
Pudimos ver cómo los resultados siguieron un patrón inverosímil, por lo perfecto. (1)
Quienes lo advertimos y divulgamos solicitamos el recuento manual de las papeletas; cumpliendo, de esta forma, la Ley Electoral. (2)
La Plataforma Elecciones Transparentes denunció que el recuento manual exigido por la ley no se cumplía en todas las provincias.
Descubrimos que la evolución del voto por correo se había vuelto loca, sospechosamente.
A pesar del algoritmo “caprichoso”. A pesar de la evolución anormal del voto por correo. A pesar de la denuncia de Elecciones Transparentes, nadie exigió el recuento manual de las papeletas; cuando digo nadie, me refiero a quienes cumplían los requisitos para hacerlo, según la ley.
El patrón algorítmico del 28-A de 2019 era tan sencillo que fue detectado por varias personas, yo, entre ellas. Si la complejidad hubiera sido mayor, descubrirlo habría sido casi imposible.
Mañana se celebrarán unas elecciones manchadas por las dudas, debido al intento de fraude en el voto por correo.
Fue inconcebible la pasividad de quienes debieron revolverse el 28-A de 2019; había sobrados indicios racionales de irregularidad para haberlo hecho.
Aquella desidia e irresponsabilidad al hacer oídos sordos y colocarse anteojeras nos ha traído hasta aquí. Un aquí, donde la corrupción, esta vez del proceso electoral, puede minar la credibilidad de los resultados. Un aquí, donde aún no se ha suspendido el voto por correo, a pesar de una sospecha generalizada de fraude en toda la Nación.
Antes que nada: Hay que suspender la votación por correo y anular los votos emitidos. En pocas palabras: Debe repetirse el proceso.
Asimismo, hay que exigir el cumplimiento riguroso de la Ley Electoral; es decir, que los resultados definitivos sean consecuencia del recuento manual de cada papeleta, realizado por la propia persona del magistrado de cada Junta Electoral Provincial.
Hay que exigir el cambio de la normativa del voto por correo; a modo de ejemplo y sin ser exhaustivo:
-Las sacas deben volver a ser custodiadas por la Guardia Civil.
-La entrega del voto en la oficina de correos debe ser personal e intransferible.
-El recuento de los votos por correo debe realizarse separadamente de los presenciales.
Sería inexplicable que, después de los precedentes citados, quienes poseen la facultad legal de reclamar el cumplimiento de la ley y/o impugnar los resultados por no atenerse a ella, decidieran no hacerlo. Sería imposible de entender y supondría el absoluto descrédito para los que así actuaran.
La omisión sería tan grave como la acción, sino más.
Marcelino Lastra Muñiz
(1)
PSOE: 123 = 3 x 41
PP: 66 = 3 x 22
Cs: 57 = 3 x 19
U. PODEMOS: 42 = 3 x 42
VOX: 24 = 3 x 8
ERC: 15 = 3 x 5
Los escaños obtenidos por cada uno de los 6 primeros partidos es múltiplo de 3
PSOE (123) = PP (66) + Cs (57).
Los escaños obtenidos por el 1er partido es igual a la suma de los del 2º y los del 3º
PP (66) = UP (42) + VOX (24).
Los escaños del 2º es igual a la suma del 4º y el 5º
Cs (57) = UP (42) + ERC (15)
Los escaños del 3º es igual a la suma del 4º y el 6º
(2) https://www.miciudadreal.es/2019/05/10/28-a-algo-no-encaja/
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com
Con el voto por correo mis encuestas cuadran de puta madre.
En febrero de 1936 el Frente Popular cometió fraude electoral.
Esta izquierda es heredera de esa.
Aquí creo que se droga hasta el apuntador. O los astros se han alienado y hacen que la conexiones neuronales no sean buenas y hay fallas. Qué barbaridad! Algunos se cagan antes de jugar el partido y sólo les queda la pataleta. Pero oiga, solo hay fraude si pierde el cara quedo descendiente de Sancho, si gana aunque sea pactando con el mismísimo Satanás serán las elecciones más limpias de la historia. Al pedo cagones!