Cinco bodegas, que suman más de 2.000 puntos Parker, dan a conocer en Fenavin las claves de su excelencia

Expectación el segundo día de FENAVIN 2023 por la mesa redonda “500 puntos Parker”, dirigida por Manuel Villanueva , director general de Contenidos de Mediaset España, en la que intervinieron  Adela Córdoba, responsable Marketing de Bodega Pérez Barquero; Andreu Ortiz, personal Manager Bodega familia Nin Ortiz; Beatríz García del Pino, Brand Ambassador de Bodegas Marqués de Murrieta; Benjamín Rome0, fundador y enólogo de Bodega Contador, y Rafael Palacios, propietario de Bodega Rafael Palacios.

Manuel Villanueva dejó claro que “en España hay bastantes más de 500 puntos Parker pero pretendía reunir a 5 amigos, que admiro mucho, de bodegas que están enclavadas en diferentes puntos de España: Galicia, La Rioja, Córdoba y Tarragona, pero si sumáramos todos los puntos Parker de ellos, sobrepasarían los 2.000”.

En la mesa redonda “en el olimpo de los Dioses de Fenavin”, según el propio Villanueva, que atrajo a público nacional e internacional, conocimos qué supone alcanzar un grado de excelencia como son los 100 puntos Parker, de la reputada publicación “The Wine Advocate” con un cuarto de siglo a sus espaldas, las claves para conseguirlos y si se sigue persiguiendo esa excelencia.

Abrió las intervenciones Benjamín Romeo, de San Vicente de la Sonsierra en La Rioja, quien presume de pueblo, ya que San Vicente es el patrón de los viticultores. Comentó como “a partir del año 2000 Parker comenzó a puntuar por encima de los 98 puntos sus vinos hasta el año 2004 en el que consiguió su primer 100 puntos Parker con ‘Contador’ y al año siguiente la misma puntuación”.

Para Romeo, que trabaja al 90% con Tempranillo,  “se pueden hacer grandes vinos en todos los lugares, pero, ojo, estamos hablando de producciones muy pequeñitas, y lo que hay que hacer es fijarnos en los que hacen las cosas bien, como los franceses, y  aprender, hay que saber hacer marca, por ejemplo Burdeos, donde sus vinos excelentes son el 0,5 por ciento de la producción total de esa zona, pero arrastra al resto, saben hacer marca, y en España podemos hacer igual porque viñas buenas hay en todos sitios, solo se trata de llegar a calidades más altas”.

Beatriz García explicó que Marqués de Murrieta tiene 8 vinos con 100 puntos Parker, éxito conseguido a lo largo de los años, lo que “significa un refrendo, que llevamos con humildad e ilusión, que supone un impulso para seguir en esa senda de excelencia, porque es un reto evolucionar y seguir manteniendo tan alto nivel”, agregando que para ella sus vinos “transmiten emociones y buscan trascender”.

Rafael Palacios, riojano afincado en Galicia, que conocía Fenavin desde hace 10 años, cuando tuvo un stand, se autodefinió como “una persona emocionada e ilusionada por el mundo del vino blanco, que comenzó su proyecto particular en Valdeorras, hace casi 20 años, interesado por la variedad Godello, y hace años que una de sus parcelas marcaba su identidad y diferenciación con el resto, parcela con bancales preciosos, hasta que pude comenzar a cuidarla por separado en el 2011, orientada al norte con suelos de granito con muchísimo cuarzo, elaborando vino que se ha ido depurando hasta convertirse en el primer vino gallego en conseguir la máxima puntuación Parker, y el primer blanco español de añada reciente en conseguir los 100 puntos Parker , precisamente en el 2020 un año muy especial, tan seco”.

Y se mostraba confiado en que Castilla-La Manca puede seguir la senda del reciente 100 puntos Parker de Jumilla, de la variedad Monastrell, “Pie Franco” de Casa Castillo. Dejando claro que “conseguir esta excelencia está en la mano del productor pues somos el principal país vitivinícola del mundo a nivel de producción y de variedades, y tenemos algo estupendo que es el arraigo de las variedades autóctonas de nuestras zonas, que es lo que hay que defender, y diferenciarse”.

Adela Córdoba, desde el sur, agradecía a Parker que se hubiera fijado en los vinos de esta bodega histórica “Pérez Barquero” de casi 120 años de vida, porque “la influencia mundial de esa puntuación es evidente y nos tiene contentísimos, a quienes cuidamos estas joyas o vides que hemos heredado, y que capataces y enólogos han sabido mantener desde el respeto a la viña y al terreno de Montilla Moriles”.  

Andreu Ortiz explicaba que representaba a una bodega muy joven del Priorat, “que hace vino con ilusión, con marchamo ecológico por bandera, y esta puntuación Parker nos da más energía para seguir trabajando, dejando claro que nuestro vino más excelente tiene detrás un trabajo de investigación brutal que no se ve”. Y añadía que el secreto para conseguirlo “es pensar cada día en hacer el mejor trabajo posible”

En declaraciones a medios, algunos de ellos destacaban la buena organización de la Feria, y Benjamín Romeo añadía que “era la primera vez que venía a FENAVIN, y me está sorprendiendo por la organización porque todo lo que sea promoción del vino español, bienvenido sea, perfecto”.

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