El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publicará mañana martes una resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la que se inicia el expediente para declarar Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, la Casa Academia de Minas, en Almadén (Ciudad Real). Así se la ha comunicado hoy la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, a la alcaldesa de esta localidad, María del Carmen Montes, y a la concejala de Educación, Infancia, Cultura e Igualdad, Manuela Casado, durante la visita que ha realizado esta tarde al mismo.
La viceconsejera ha asegurado que esta declaración como BIC se justifica porque “este inmueble constituye el primer ejemplo de Academia de Minas de España y el tercero de Europa”, pero además del innegable valor como institución, la Casa Academia de Minas “destaca por la conservación de su estructura como por sus acabados exteriores que ennoblecen su fachada”.
Muñoz ha añadido que con esta declaración la localidad de Almadén pasará a contar con siete bienes de interés cultural. Así además del citado, son BIC el Conjunto Histórico Minero, la colección del Archivo de minas de Almadén y Arrayanes, la Plaza de Toros; el los Hornos de Bustamante, el Real Hospital de Minero de San Rafael y el Castillo de Retamar.
La Casa Academia de Minas está situada en el centro del casco histórico de Almadén, muy cerca otros lugares de interés histórico y patrimonial como el Castillo de Retamar, la Casa de los Fúcares o la Casa de la Superintendencia de la mina.
El edificio de planta en L ocupa un espacio aproximado de 550 metros cuadrados, se ubica en un solar de 1.500 metros cuadrados con unos 900 metros cuadrados dedicados a patio, jardín y huerta.
Su fachada es de mampostería trabada con tierra, con la utilización de granito, revocos formando casetones, hermosas y sólidas rejerías y coronaciones con escudo flanqueado por florones y roleos, que son testigos de la iniciativa de la corona en la creación de esta institución.
La Casa Academia ha sufrido una evolución a lo largo de la historia. Se conserva una gran parte del edificio original de finales del XVIII y se realizaron ampliaciones en la 1ª mitad del XIX y modificaciones en la 2ª mitad del XX.
El momento de florecimiento que vivieron las minas de Almadén en el siglo XVIII, generó una corriente constructora relacionada con los servicios públicos, cuyos ejemplos más destacados son el Real Hospital de mineros de San Rafael, la Real Cárcel de Forzados, o la creación de la Casa Academia de Minas.
Esta Casa Academia de Minas fue fundada el 14 de julio de 1777 por el rey Carlos III con el fin de formar al personal que explotaba las minas. Una vez fundada esta institución, la afluencia de alumnos de diferentes zonas de la Península Ibérica se ve incrementada.
La primera época de la Escuela de Minas se caracteriza por la prioridad absoluta de conocimientos encaminados a explotar los yacimientos de mercurio fundamentalmente. El primer plan de estudios se conformó con sólo dos asignaturas y el número de ingenieros titulados entre los años 1777 y 1808 es pequeño, pues en este periodo solo se gradúan 32 ingenieros.
El primer cambio en el plan de estudios se produce en el año 1800, motivado por la evolución de la tecnología, impartiéndose las asignaturas de geometría subterránea, física, química y mineralogía, tanto de manera teórica como práctica en las galerías de la mina. La llegada del ejército napoleónico a la Península Ibérica en 1808 trajo consigo momentos difíciles para los estudios de minas en Almadén, llegando incluso en algunos años a su paralización total.
La minería española va a sufrir en la década de los años 30 de este siglo profundos cambios. En 1835 la sede de la Academia de Minas es trasladada a Madrid y se convierte en la Escuela Especial de Ingenieros de Minas, así que el inmueble de Almadén pasa a tener la función de Escuela Práctica de Minería y a convertirse en la primera Escuela Práctica de Capataces de Minería del país.
La vida de los estudios de ingeniería de Minas en la Casa Academia, a lo largo del siglo XX, fueron una adaptación a los cambios propios de la enseñanza de la ingeniería en España, con variaciones en la denominación de los títulos y planes de estudios. Estos cambios y el aumento de estudiantes y necesidades de laboratorios propiciaron el traslado de ubicación de los estudios de minas, realizándose estos durante el curso 1973-74, abandonando la Casa Academia de Minas después de casi 200 años por el edificio actual de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (EIMIA) construido sobre las ruinas demolidas de la Cárcel de Forzados.