Banco Literario, Mercado de Libros y Biblioteca de Calle, día grande para el libro en Granátula de Calatrava

Granátula de Calatrava, en su plaza, está configurando un espacio cultural al aire libre, a los dos Bancos Literarios que, hasta el momento, se han nombrado en la localidad, desde el pasado 30 de abril, se les ha unido la ‘Biblioteca de Calle’, lugar para que granatuleños, granatuleñas y visitantes, puedan disfrutar del placer de leer libros, contar y crear historias, desarrollar actividades creativas y hacerlas llegar a la gente que les rodea. La Biblioteca de Calle no sustituye a la biblioteca tradicional, muy al contrario, permite que todos puedan tener acceso hacia el mundo de la lectura y la cultura sin horario establecido. Al lado, bancos, literarios o no, que permiten el descanso y la lectura. “Libros, libres, coje uno y deja otro. No dejes para leer mañana, lo que puedas leer hoy”, así reza en dicha biblioteca.

Último domingo de abril, en otros lugares día de romerías, en Granátula de Calatrava, día de encuentro con la cultura y especialmente con el libro y sus autores. En la Plaza de la Constitución, ‘Mercado del Libro Solidario’, donde un año más voluntarias y voluntarios de la AECC ofrecieron a vecinos y visitantes una amplia oferta literaria a precios muy económicos, cuya recaudación se reparten al 50% con la Asociación Cultural Oretania, quien aporta cientos de libros que han sido donados por los que prefieren que el libro tenga una segunda vida en vez de terminar en cualquier vertedero.

Y como acontecimiento principal, el reconocimiento a un vecino, a un granatuleño, a Miguel Muñoz Donoso, en forma de Banco Literario. Miguel, de la calle empedrada cerca de la plaza vieja, aprende antes los números que las letras en la tienda de ultramarinos de su abuelo. Siendo su primer centro de estudios la Escuela Graduada de niños número 1 de Granátula, hoy colegio público, Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca.

Supera la prueba de ingreso para estudiar el bachillerato (¡sí! antes había que hacer un examen para cursar bachillerato) y logra una beca que le permite residir en el Colegio Menor El Doncel y estudiar los cuatro años del bachillerato elemental en Ciudad Real, hasta que llegó la época de la emigración y Miguel, junto a toda la familia se traslada a Alcalá de Henares, donde cursa el Bachillerato Superior. Obtiene en la Escuela Normal de Guadalajara el título de Maestro. Coincidiendo con el Servicio Militar se cruza en el camino la posibilidad de trabajar en la banca privada, en donde va a desarrollar toda su vida laboral hasta la jubilación.

Punto de inflexión también importante, y que da origen a su labor de investigación sobre sus antepasados, tiene lugar cuando en una conversación se le comunica textualmente «Sabes que eres descendiente de Espartero». Sorpresa impensable, pues Espartero no tenía descendencia. Una de sus quintas abuelas era hermana del General.

La interrelación de la familia con Granátula, obliga a ampliar necesariamente la labor de investigación a la historia del pueblo, de la villa, que se proyecta en conferencias sobre el General Espartero, la composición, con la extinta asociación Oretum, del libro «Baldomero Espartero: Granatula de Calatrava, el pueblo que le vio nacer» editado por la Diputación Provincial y los artículos de divulgación publicados en programas de fiestas durante más de veinte años, que considera finalizados con la localización y descubrimiento del documento original de la Salve a Ntra. Sra. de Zuqueca, su patrona, nuestra patrona.

Miguel en su intervención derrochó agradecimientos a todos los que habían hecho posible la consecución de un Banco Literario en su nombre, dejó patente sus amplios conocimientos sobre tan ilustre paisano, como es el General Espartero y tras descubrir la placa de su flamante Banco Literario, acompañó al primer edil granatuleño, Félix Herrera Carneros, a desvelar la Biblioteca de Calle. El acto contó también con la colaboración de las concejalas María del Prado Azañón Donoso y Eva María Rabadán Ruedas.

Bancos Literarios

Desde el Grupo Oretania, sabedores de la importancia que el libro tiene, a través del proyecto ‘Banco Literario’ se marcan como objetivo fundamental el aumentar la base lectora de la sociedad, al mismo tiempo que se reconoce la labor de todos los agentes sociales, culturales y educativos implicados en la creación y difusión del libro, especialmente la figura del autor local y provincial.

Es a través de esos ‘bancos’ y de una manera sencilla donde se pretende divulgar la figura de nuestros autores y sus obras, empezando por denominar el banco con el nombre de un autor, preferentemente de la localidad y a ser posible contemporáneo, convirtiendo el banco anónimo en un ‘Banco Literario’ donde el autor pueda interrelacionarse con sus lectores, compartiendo sus conocimientos y proyectos. “El Banco Literario” es un proyecto cultural que nació en 2017 ha iniciativa del Grupo Oretania, desde entonces se ha consolidado en numerosos pueblos de toda la provincia. Hasta el momento, se ha nombrado ‘Banco Literario’ a Valentín Villalón Benítez (2017) y Társilo Coello Sanz (2018) en Aldea del Rey; Diana Rodrigo (2018), Don Esaú de María Díaz (2018), Hilario Rivero (2019), María del Castillo González Garrido (2021) y Antonio Vallejo Cisneros (2022) en Miguelturra; a Juan José Donoso Azañon (2022) y Miguel Muñoz Donoso (2023) en Granátula de Calatrava; Manolita Espinosa (2022) y Nieves Fernández (2023) en Almagro; Juan José García Ciudad (2022) y Mercedes Alonso Díaz (2023) en Calzada de Calatrava; Aurora Rey Aragón (2022) en Almodóvar del Campo; José González Ortiz (2022) en Puertollano; Manuel Muñoz Moreno (2022) y Francisco Javier Lozano Raya (2023) en Argamasilla de Calatrava. A los que, en próximas fechas aún por designar, se le sumarán los nuevos Bancos Literarios de 2023 de Puertollano, Almodóvar del Campo y Piedrabuena.

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