La Semana Santa ha llegado a su fin y con ella las tradiciones que cada año vuelven a celebrarse en los pueblos y ciudades de toda España. Todos los municipios tienen sus fiestas durante estas fechas y Calzada de Calatrava celebra cada año “las caras”, la única celebración pagana de la Semana Santa en toda Castilla-La Mancha y que los calzadeños y calzadeñas reviven cada año el Viernes Santo cuando concluye la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y que celebran hasta que comienzan los oficios del Santo Entierro. “Las caras” están inspiradas en el relato bíblico del momento en el que Jesucristo fue despojado de su túnica y de sus enseres y esos elementos se los jugaron los romanos a las monedas.
Para Gema García, alcaldesa de Calzada de Calatrava, el juego de “las caras” es una tradición que los vecinos y vecinas han ido manteniendo viva y cada año son más los que se acercan hasta la localidad para verlo y jugarlo. “Desde que tengo memoria he vivido el juego de “las caras”. Recuerdo ver la Plaza de España y sus alrededores abarrotados de gente que llegaban a nuestro pueblo para disfrutarlo. Cada año ha ido creciendo y popularizándose más, es algo muy nuestro y la Semana Santa de Calzada Calatrava no se concibe sin este juego. Su origen y transmisión generación tras generación son calzadeños, nos hace únicos en la región. La peculiaridad de “las caras” y su cuna en Calzada de Calatrava nos ha llevado a solicitar varios reconocimientos de este juego que ya en el año 1993 fue declarado de Interés Turístico Regional. Como respuesta al intento de apropiación de otros pueblos hemos seguido buscando el reconocimiento que merecemos y en el año 2014 fue solicitada su declaración de interés turístico nacional dentro de la Ruta de la Pasión Calatrava, promocionada y puesta en valor por el Grupo de Acción Local Campo de Calatrava por su peculiaridad y la gran expectación que genera”.
No se sabe con exactitud cuando se comienza a jugar “las caras” en Calzada de Calatrava, pero se ha practicado sin interrupción desde épocas muy lejanas. El juego consta de tres personajes: la banca, el punto y el baratero. Se juega con dos monedas antiguas de cobre del reinado de Alfonso XII con la cabeza del rey por un lado y el escudo por el otro. El baratero es quien organiza el juego y se encarga de que se juegue con normalidad, él pinta un círculo en el suelo y a su alrededor se coloca un corro de personas. El punto son los apostantes que hacen sus apuestas y la banca las tiene que cubrir obligatoriamente con sus fondos; la banca se encarga de lanzar las dos monedas al aire y se juega el dinero con el punto a doble o nada. Si las dos monedas salen cara es la banca quien gana, si salen las dos cruces lo hace el punto y en el caso que salga una cara y otra cruz se vuelven a lanzar. Mientras salgan caras la banca puede seguir tirando las monedas y cubriendo las apuestas del corro, en el caso de que salgan cruces y pierda tiene que dejar su lugar en el juego y entra alguien del corro para sustituirle.
Cada año el juego de “las caras” atrae a miles de visitantes que se quieren divertir y jugar a este peculiar juego calzadeño. Mientras la fiesta crece y crece, el consistorio sigue defendiendo sus tradiciones propias y, tras a la solicitud de declaración de Interés Turístico Nacional, también han comenzado el expediente para solicitar que “las caras” sea declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial.