Ramón Castro Pérez.- El titular es (casi) correcto. El número de asalariados públicos en nuestro país ha crecido en un millón de personas en los últimos veinte años, hasta alcanzar la cifra total de 3.526.200. Así expuesto, tal vez muchos de ustedes piensen que hay demasiados funcionarios o que no va a quedar nadie en el sector privado o, peor aún, que este país se va a pique, que quién va a producir. Aún puedo ser más gráfico ¡En los últimos cinco años, el número de funcionarios ha aumentado en 500.000 personas! Todos estos datos son ciertos y han sido extraídos del Instituto Nacional de Estadística, concretamente a partir de los resultados de la Encuesta de Población Activa ¿Qué les parecen?
Desconfíen (nunca de los datos, sí de las lecturas interesadas)
¿Recuerdan la pandemia? ¿Les suenan aquellas fotografías que, tomadas desde un cierto ángulo, incitaban a pensar que en las calles había aglomeraciones de personas, poniendo en riesgo las vidas de todos nosotros? Finalmente, visto desde otra perspectiva, resultaba algo bien distinto. Algo similar ocurre con las estadísticas. Miremos los datos desde otra óptica, que para eso tenemos a los porcentajes. En 2002, los asalariados públicos suponían el 19 por ciento del total de asalariados. Veinte años después, el 20 por ciento. Pueden verlo en este gráfico:
Si el número de asalariados públicos ha crecido en un millón, pero aun así sigue suponiendo el 20 por ciento de los asalariados, el número de asalariados en el sector privado ha debido crecer también. Y lo ha hecho, pues en 2002 eran 10.734.500 personas y, a finales de 2022, ascendían a 13.845.300 personas (3.110.800 más).
La economía crece
Como ven, hay más funcionarios y, también, más empleados en el sector privado. De hecho, resulta que nuestra economía ha crecido. En el año 2002, el PIB (expresado en euros de 2015) ascendía a 934.705.764.000 euros. En el año 2022, 1.116.903.310.000 euros (un 19,5% más).
Podemos realizar otro cálculo interesante, el PIB por asalariado público y privado, comparando sus valores en 2002 y en 2022. Veamos:
Los resultados nos muestran que, para los dos sectores, el PIB por asalariado es, ahora menor, pues, aunque el PIB real ha aumentado durante estos últimos veinte años, el empleo, tanto privado como público, lo ha hecho aún en mayor medida. Y dentro de los dos sectores, el aumento porcentual es mayor en el sector público.
¿Qué hay de la temporalidad?
Por último, preguntémonos por la calidad del empleo, medida en términos de contratos temporales en relación al total del empleo. Lo representamos en la tabla siguiente:
Añadiendo coordenadas al mapa
De acuerdo con los datos que hemos examinado, podríamos establecer algunas conclusiones en torno a este asunto. Así pues, en relación con el año 2002:
- Hay un millón más de «funcionarios» en la economía (cuidado aquí, un asalariado público no es siempre un funcionario).
- Hay tres millones más de asalariados en el sector privado.
- El reparto de la tarta de asalariados apenas se ha movido (20 por ciento para el sector público y 80 por ciento para el privado).
- La economía ha crecido en términos reales, catapultando al empleo asalariado en un 31 por ciento (el empleo público aumentó un 37 por ciento y el privado un 29 por ciento).
- La temporalidad en el sector público ha aumentado en ocho puntos, mientras que en el sector privado ha caído veinte puntos.
- Dentro de la evolución favorable del empleo, se advierte una mejor dinámica en el sector público, aunque este hecho contrasta con la elevada temporalidad en el mismo, pues casi uno de cada tres asalariados públicos es temporal.
Ramón Castro Pérez es profesor de Economía en el IES Fernando de Mena (Socuéllamos, Ciudad Real)
Y debería haber muchos funcionarios más. Alguien tiene que pagar los impuestos para que podamos seguir teniendo educación y sanidad públicos. Y que salga de ellos lo que los de la privada nos quedamos en negro. A fin de cuentas a ellos antes de cobrar ya se les quita de la nómina todo lo necesario. Jajajaja, que se jodan, que se hagan de la privada y cobren en sobres….ah no, que a ellos todo es por trasferencia bancaria. Jejeje.
Bien estaría que fueran médicos, policías, profesores…pero creo que son mueve papeles que no aportan nada, pero son estómagos agradecidos que les darán su voto. Es decir, igual que ha ocurrido en Al Andalus en los penúltimos 40 años.