El sobrio Vía Crucis penitencial de la Cofradía de los Discípulos de San Juan de Puertollano, celebrado este Miércoles Santo, se ha convertido en una referencia indispensable en la semana Santa de la ciudad industrial. Cadenas, silencio y oración han acompañado a la imagen del Cristo del Santísimo Calvario.
El recorrido, desde la Iglesia de San Francisco hasta la Parroquia de la Asunción, en el corazón del Puertollano más antiguo, se convierte en un camino iniciático para los penitentes que soportan el peso de la cruz y el arrastrar de cadenas, y que culmina ante la impresionante iglesia-fortaleza calatrava de la Asunción. Allí la comitiva ha sido recibida por una multitud de fieles.
La Cofradía de los Discípulos de San Juan y Santo Sepulcro fue fundada en 1945 por miembros de la Adoración Nocturna.
