Paula Fernández Pareja.– Escribía en una colaboración anterior que las oportunidades de desarrollo no vienen a las ciudades solas o por arte de magia, hay que construirlas, y eso en Puertollano lo sabemos bien aunque a veces se nos olvida.
Cuando una empresa decide ampliar sus inversiones y busca una ubicación adecuada para su proyecto, son muchas las cosas que analiza, oferta de suelo, ayudas económicas, comunicaciones, oferta de mano de obra cualificada, y sinceramente creo que en estos cuatro aspectos somos una ciudad competitiva y estamos en las mejores condiciones para llamar la atención de los inversores porque los gobiernos socialistas de la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación llevan tiempo trabajando de forma discreta pero intensa para captar el interés de las empresas de la nueva economía.
La oferta de suelo está garantizada, el Plan de Singular interés que el Gobierno Regional está poniendo en marcha va a permitir poner a disposición de las empresas tres millones de metros cuadrados de suelo industrial en la ciudad, las ayudas económicas a través de los fondos Next Generation y del PERTE para la descarbonización de la industria son un aliciente importante, estos dos aspectos junto con la localización estratégica de la ciudad, el desarrollo de proyectos de producción de hidrógeno ya operativas o en fase avanzada de desarrollo, o la existencia en nuestra ciudad del Centro Nacional de Hidrógeno son los que han decidido al consorcio Hydnum Steel —consorcio conformado por el holding Helvella y las empresas Siemens, ABEI Energy y Russula Corporación— a mostrar su interés para construir en Puertollano una planta destinada a la producción de acero verde.
Será la primera siderurgia verde de la Península Ibérica, y una de las primeras de Europa, diseñada desde cero para emplear energía no fósil en todo el proceso de fabricación, un proyecto que sin la apuesta decidida por las Energías renovables y la producción de hidrógeno en nuestra ciudad no sería posible.
Con una inversión inicial de 600 millones de euros, los promotores pretenden construir una planta que ocupará una superficie de 1,3 millones de metros cuadrados en el municipio manchego. Esta incorporará de forma progresiva hidrógeno verde en el proceso productivo con el objetivo de reducir sustancialmente las emisiones de CO2, y paralelamente disminuir los costes de producción de una industria electrointensiva.
Nuestra ciudad, gracias a la anticipación de los gobiernos socialistas está hoy en el mapa internacional del hidrógeno verde, y la inclusión en el corredor del hidrógeno verde del Sur de Europa es sin duda una muy buena noticia que atraerá seguro otros proyectos empresariales en un futuro cercano.
Pero no es sólo este proyecto que el consorcio Hydnum Steel acaba de hacer público en Puertollano, hay proyectos que son una realidad, que ya están ahí como es la colaboración Iberdrola –Fertiberia para la utilización del hidrógeno verde en la producción de fertilizantes, o los acuerdos entre RIC Energy y Repsol para fabricar y suministrar hidrógeno verde a las industrias que se instalen en Puertollano.
Capítulo aparte merecen los diferentes proyectos de economía circular que están en marcha como la empresa Life for Tyres, de reciclaje de neumáticos en desuso, la empresa Clean Tech Lab SL de reciclaje de baterías de plomo, la empresa Freepoint Ecosystems que transformará residuos plásticos en resinas plásticas, o la nueva línea de producción de plásticos reciclados en el Complejo de Puertollano, que van a convertir a este centro en referente de la economía circular de la Península Ibérica.
Estoy segura que los escépticos y los que siempre ven el vaso medio vacío me dirán que son proyectos, que la producción y por tanto la creación efectiva de empleo se retrasará desde unos meses a dos años, pero la realidad es que sin proyectos no hay realidades, y la creación de empleo empieza en el mismo momento de la construcción y no sólo en el momento de la puesta en marcha definitiva, si no creemos en nosotros mismos, no podemos pretender que otros lo hagan.