Cerca de un centenar de personas, delegados y delegadas y personal de residencias públicas de Mayores de la provincia de Ciudad Real, se concentran ayer ante ‘Gregorio Marañón’ de la capital para reivindicar la jubilación a los 60 años de edad para los trabajadores y trabajadoras del sector sociosanitario.
La concentración, convocada por CCOO-FSC, se enmarca en la campaña que impulsa el sindicato en todo el país para solicitar el reconocimiento de coeficientes reductores de la edad de jubilación para este colectivo, muy feminizado y cuya actividad laboral es “excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre.”
CCOO ya ha solicitado ante el Ministerio que se inicie el procedimiento de estudio y la puesta en marcha y el impulso de los grupos de trabajo para el establecimiento de coeficientes reductores dirigidos a rebajar a los 60 años la edad de jubilación en las actividades sanitarias y sociosanitarias, explicó durante la concentración Elisa Moreno, delegada sindical de CCOO en una residencia de Mayores.
Moreno subrayó que el trabajo que desarrolla a diario el personal dedicado a la atención de mayores y dependientes cumple los requisitos requeridos para el acceso anticipado a la jubilación: “A las lesiones musculoesqueléticas ocasionadas por la carga de trabajo, hay que sumar las patologías de origen psicosocial (ansiedad, depresión, alteraciones digestivas, trastornos del sueño, etc.) agravadas por situaciones de estrés ante la dificultad de soportar la elevada demanda emocional asociada al trabajo”.
También indicó que CCOO “ya ha registrado más de 150.000 firmas ante el ministerio para respaldar la petición. Y vamos a continuar recogiendo y enviando más y más firmas, cuantas más mejor.
CCOO no va a cesar en su reivindicación, ante que la Administración no nos atienda, continuaremos convocando movilizaciones tanto del personal de los sectores sanitario y sociosanitario como movilizaciones de carácter social en apoyo de estos colectivos.”
Moreno, que en plena pandemia renunció a su liberación sindical para incorporarse a su centro de trabajo ante la situación desesperada que se estaba viviendo en las residencias de mayores, y que fue gravemente infectada por el virus, dio también lectura a un emotivo manifiesto en el que se describen las grandes dificultades que afrontó el colectivo durante aquel periodo, que también evidenció la gran importancia que estas trabajadoras y trabajadores tienen para el conjunto de la sociedad.
“En esta maldita pandemia, que se llevó a muchos seres queridos en nuestros Centros y Residencias, se pusieron de relieve las deficiencias de personal y los graves desequilibrios existentes en las plantillas respecto al ratio personal/usuario. Falta de personal y sobrecarga de trabajo que vienen de muy atrás y que persisten a día de hoy”.
Para finalizar, Moreno agradeció su asistencia a las personas concentradas; y de manera especial a las personas mayores usuarias de la residencia Gregorio Marañón que salieron a apoyar a sus cuidadoras y cuidadores; y que disfrutaron con la canción que eligió la organización para poner fin a la concentración, el “Soy minero” en la versión de Antonio Molina.
