Los cambios necesarios

La política, dicen que es la ciencia de lo posible, yo diría que también es la ciencia de lo imaginable porque si no soñamos antes lo que vamos a hacer y en nuestra mente no somos capaces de reflejar, clara y nítidamente ese proyecto, es muy difícil que pueda tener una realización efectiva y positiva. Cuando hablamos de política nos parece que estamos hablando de todo y además hemos llegado a la concreción más absurda al pensar que los políticos son los actores fundamentales de la sociedad y que sin ellos no seriamos capaces de solucionar nuestros problemas diarios.

En muchas ocasiones los políticos solamente sirven para entorpecer la vida ciudadana y para no dejar que el otro realice lo que es conveniente para todos, pero es evidente que si unos triunfan da la impresión que otros fracasan y así nunca podrá haber alternativa, por eso se impone la oposición a todos y por todo como hemos visto que ha ocurrido en muchas ocasiones. Parecería lógico que el verdadero progreso de la sociedad fuera aplaudido por todos los políticos sean del color que fueren pero eso raramente ocurre, por no decir que no ocurre nunca.

Pues bien, siendo esto así aunque no debería serlo, hoy más que nunca es necesario o al menos desde que se aprobó la Constitución Española, yo diría obligatorio acometer una batería de reformas si queremos  seguir adelante con un gran país que somos y debemos seguir siéndolo.

Es obligatorio adelgazar el estado en su conjunto desde la administración central hasta las administraciones territoriales. No es de recibo que aumenten año a  año los funcionarios públicos cuando  realmente los sistemas tecnológicos  reducen la mano de obra en todas las empresas del mundo menos en las administraciones del estado. La informatización debe ser un hecho real y  no digo único pero sí reducir al máximo el papeleo que por doquier cubre las mesas de todas las administraciones duplicando los servicios y no haciéndolos más eficaces.

Es preciso eliminar las duplicaciones representativas, delegaciones del estado y delegaciones de las comunidades, a lo sumo podría crearse una delegación autonómica del estado con capacidad de representar al gobierno de la nación en cada comunidad.

Es necesario eliminar el Senado tal como ahora desempeña su actividad  o de lo contrario dotarlo de funciones de representación autonómica o regional  con capacidad real de solucionar los problemas de ajuste y de coordinación entre las comunidades y el estado de la nación.

Parece que la sociedad y los políticos están de acuerdo en lograr un gran pacto de estado por la educación y, de una vez por todas, sentarse a la mesa y llegar a ese acuerdo nacional para promulgar una nueva y definitiva ley de educación para todos.

No podemos seguir con un sistema sanitario  que, dependiendo de la  comunidad en la que nos encontremos, así seremos tratados. El sistema sanitario español es uno de los mejores del mundo pero debe ser único, universal para todos los españoles residan en Aragón, Cataluña o Andalucía. Creo que sería fácil lograr ese acuerdo nacional que implante una sanidad igual para todos.

La Marca España debe ser potenciada por todos los ciudadanos de este país y muy especialmente por el gobierno de España. No es aconsejable que cada comunidad autónoma abra embajadas o delegaciones comerciales donde les plazca  a cada uno, debe ser el ministerio de Exteriores el encargado de esta misión internacional de lo contrario volvemos a duplicidades y gastos inútiles.

Me parece que es necesario reformar la Justicia de este país para que funcione con independencia del poder político y para que los ciudadanos vuelvan a creer en ella. Una justicia igual para todos. La creencia unánime es que el que más dinero tiene gana siempre  el juicio y  el pobre el que paga los platos rotos. Más aún da miedo acercarse a un abogado para  que te defienda ante las injusticias  porque uno no sabe si podrá pagar sus honorarios. Una justicia pública, gratuita e igual para todos.

Unas fuerzas de seguridad nacionales para un estado en el que todos somos iguales ante la ley y la política. Unos cuerpos de seguridad estatales en todas las comunidades autónomas no vale argumentar que unas son históricas y otras no porque eso es una solemne mentira y un tremendo engaño a los que creen lo que unos pocos dicen en provecho propio. Los privilegios, para unos pocos, no pueden estar consagrados en la Constitución Española.

La unidad de España por encima de todo y de todos. Nadie puede argumentar la independencia de unos territorios con falacias y engaños. La unidad se logró hace ya más de quinientos años y nadie tiene legitimidad para ponerla en cuestión. Es preciso un acuerdo entre todos los partidos para llegar a un acuerdo de unidad.

Pongo en duda, en mucha duda, la necesidad de parlamentarios regionales cuando hoy están de acuerdo la mayoría de los españoles en  que las Comunidades Autónomas deben devolver al Gobierno Central cinco grandes competencias: Educación, Sanidad, Relaciones Internacionales, Justicia y Seguridad Nacional. Para potenciar la igualdad  de todos los españoles dentro de la idiosincrasia  regional,  es necesario que estas competencias sean asumidas por un gobierno fuerte y consensuado como debe ser el gobierno central.

De ninguna manera podemos permitir que el mundo entero esté pendiente de España a la hora de poder o no poder formar un gobierno estable.  Por lo tanto es obligado reformar la ley electoral de tal manera que cada ciudadano tenga y valga un voto. No es posible en democracia que un ciudadano, por pertenecer a una determinada comunidad autónoma, su voto valga por cuatro de un ciudadano castellano por ejemplo. La doble vuelta debe ser un imperativo legal. Las circunscripciones electorales deben acomodarse a la  votación que se está haciendo de tal manera que si es local, la circunscripción debe ser el municipio, si el regional la circunscripción debe ser regional, si el nacional la circunscripción debe ser la nación con las modificaciones que sean necesarias pero de ninguna manera puede ser la provincia la circunscripción en una votación nacional tal como ocurre en estos momentos.

Nada de privilegios forales. Ni los territorios ni las  personas  deben estar amparados por la Constitución cuando se trata de dotarles de privilegios y distinciones que unas regiones tienen y otras no. De ninguna manera podemos permitir las discriminaciones por razón del territorio de España en el que uno ha nacido. Esto es un grave agravio comparativo entre españoles del norte y del sur.

Se deben eliminar los aforamientos de los señores diputados y senadores porque sencillamente son representantes del pueblo o mejor dicho servidores de éstos en las instituciones más importantes del país. El sometimiento a la ley debe ser igual para todos.

Las pensiones no pueden estar al vaivén del que gobierna y nunca debe pender sobre el pensionista la espada de Damocles. No se juega con el trabajo de toda una vida. Es preciso un gran acuerdo para que la hucha de las pensiones no tenga un gran agujero por el que se escapa el dinero justamente ganado.

Si no hay temas importantes para solucionar en esta legislatura, que venga Dios y lo vea. ¿Se puede uno abstener?  ¿Se puede votar en contra de solucionar esta batería de problemas urgentes? ¿Se puede dejar para mañana una toma de decisiones necesarias hoy? Pido, ruego a todos los partidos un gran esfuerzo para que se se pueda logar  un gran acuerdo nacional sobre estos temas muy en especial del reformar la Ley electoral.