Muchos perros, algunos gatos, conejos, roedores, reptiles y hasta insectos palo; una variada representación del reino animal que ha acudido esta desapacible tarde a recibir la bendición de San Antón en la plazuela de Santiago por parte de los sacerdotes de la parroquia. El hermano mayor de la Hermandad reconocía como ganador a Pichu, un exótico faisán dorado de China, por lo que su joven dueña, Esther, recibirá una estatuilla del Santo.
Tras la tradicional bendición de animales, los actos en honor a San Antonio Abad concluían con una solemne función religiosa en la que se ha recordado a los difuntos del año.
Fotos: Eusebio García del Castillo