El Gobierno de Castilla-La Mancha va a publicar las tres convocatorias que suponen el desarrollo del programa de cooperación a mediados de febrero con un presupuesto que supera los tres millones de euros.
Así lo ha manifestado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, durante la visita a la organización SOLMAN, Solidaridad Manchega con los Pueblos del Tercer Mundo, en la que ha estado acompañada por el presidente de la misma, Gustavo Adolfo González Díaz, por la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, así como por la viceconsejera de Servicios y Prestaciones Sociales, Guadalupe Martín, entre otras autoridades.
En este sentido, García Torijano ha avanzado que “a mediados del próximo mes de febrero el Gobierno de Castilla-La Mancha sacará las tres convocatorias que suponen el desarrollo del programa de cooperación: Cooperación Internacional, Educación para el Desarrollo y Ayuda Humanitaria, con un presupuesto total de 3.158.880 euros, 250.000 euros más que en el año 2022, unas convocatorias que han incrementado su presupuesto paulatinamente desde el año 2015”.
Además, Torijano ha puntualizado que “en el caso de la convocatoria de cooperación tuvimos que recuperarla en 2016, tras haber sido suprimida por el Gobierno del PP, por lo que animamos a todas las entidades y organizaciones a que nos presenten sus proyectos e iniciativas para este año, con el objetivo de trabajar en un mundo más justo y solidario”. La consejera ha recordado “el compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page con la cooperación como un tema puntero y muy de la agenda política”, especialmente en un año en el que la necesidad se ha visto acrecentada por la guerra de Ucrania.
García Torijano ha reconocido el importante trabajo que realizan las entidades que trabajan en el ámbito de la cooperación, la ayuda humanitaria y la educación para el desarrollo, con el objetivo de “conseguir un mundo más igualitario, equitativo, solidario y sostenible, para lo que siempre van a contar con el Gobierno de Castilla-La Mancha y con la solidaridad de la sociedad castellanomanchega”.
Asimismo, la titular del área de Bienestar Social ha hecho balance de las tres convocatorias de cooperación durante el año 2022 y ha indicado que “financiaron el desarrollo de un total de 65 proyectos, con el objetivo de contribuir a conseguir los objetivos de Desarrollo Sostenible”; como el acceso universal a la educación, a la salud, al agua potable y a las condiciones básicas de habitabilidad, a eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres, así como al desarrollo rural y la promoción de la seguridad y soberanía alimentaria.
SOLMAN, organización con mayor trayectoria de trabajo en materia de cooperación
En cuanto a SOLMAN, García Torijano ha destacado que se trata de una asociación que “es un ejemplo de compromiso de la sociedad castillanomanchega con la cooperación”. Además, ha añadido, “cuenta con una consolidada actividad en materia de sensibilización y educación para el desarrollo a lo largo de más de 25 años de trabajo”.
Durante más de 25 años de trabajo, SOLMAN ha gestionado aproximado 13 millones de euros en la ejecución de proyectos desde el año 1995, de los que casi diez millones de euros han sido subvención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
En los últimos años, esta asociación se ha centrado en gran medida en la sensibilización ambiental tras cinco años desarrollando proyectos, en los que este enfoque es prioritario e incluso el eje central de sus propuestas en la región.
Por otro lado, su trabajo también se centra en generar alianzas con actores locales y regionales para conseguir el aumento del impacto de estas medidas y, durante el año 2022, ha gestionado tres proyectos subvencionados por la Consejería de Bienestar Social que ascienden a 110.272 euros, dos de ellos en El Salvador y uno en España.
En El Salvador ha desarrollado un proyecto de ayuda humanitaria para garantizar la seguridad alimentaria de familias vulnerables de la zona oriental, así como reducir el impacto económico generado por el Covid-19, y un proyecto de desarrollo rural para mejorar la producción de alimentos saludables con la participación de familias en condiciones de vulnerabilidad que viven en municipios de la zona oriental. Mientras que en España ha desarrollado un proyecto de sensibilización y educación para el desarrollo en el marco de la agenda 2030.