Empresas y administraciones públicas han cerrado filas este miércoles en Puertollano en torno a la cooperación y ayuda mutua para conseguir los objetivos de descarbonización en el contexto de transición energética, al tiempo que han destacado el papel de la ciudad industrial en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que contribuyan a paliar la huella de carbono.
Así se ha puesto de manifiesto durante las jornadas dedicadas al reto de la transición energética en las empresas de Castilla-La Mancha, auspiciadas por la Repsol y su Fundación, el Consejo de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Servicios de Castilla-La Mancha y la confederación regional de empresarios CECAM.
En la serie de discursos inaugurales, Antonio Calçada, vicepresidente de Fundación Repsol, ha subrayado que el objetivo de estos encuentros es aportar «claridad en un debate sereno e ilustrado» a los retos del futuro industrial. Así, ha asegurado que «no habrá transición energética si no hay transición industrial», y para ello desempeñará un papel muy importante la tecnología desarrollada mediante los avances científicos.
La importancia del conocimiento
Consecuentemente, ha puesto de relevancia la importancia del conocimiento y el rigor en todos los ámbitos sociales para reforzar los grandes «vectores estratégicos». En este sentido ha destacado el «importante» papel de la Fundación Repsol en la divulgación del conocimiento, con una media de medio centenar de eventos anuales, su labor en colaboración con una red de cátedras de universidades españolas, o su implicación con la comunidad educativa a través de la plataforma Repsol Zinkers, en la que ya participan un 25 % de los centros educativos de Castilla-La Mancha.
Asimismo, ha destacado las acciones en el área social de voluntariado y la colaboración con numerosas empresas relacionadas con la economía circular, la movilidad sostenible o la reforestación. El representante de la Fundación Repsol ha insistido en la «imprescindible» colaboración entre administraciones y empresas para alcanzar los objetivos de reducción de huella de carbono en el horizonte del año 2050.
En los mismos términos se ha expresado Juan Abascal, director de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, para quien las empresas deben abordar la transformación energética como una oportunidad de negocio, toda vez que las compañías españolas tienen los recursos y la capacidad para liderar el desarrollo de estas tecnologías. Se ha referido a la necesidad de reforzar el proyecto de la UE, que tiene como puntos fuertes la recepción de los fondos para la recuperación Next Generation, si bien ha incidido en que es necesario mejorar la regulación para facilitar la competitividad de los países europeos frente al modelo anglosajón.
Mejorar la regulación
A su juicio el futuro del sector industrial pasa por los negocios basados en economía en tecnología baja en carbono, apoyados por una regulación «que no ponga trabas».
En este contexto ha destacado el ejemplo del complejo petroquímico de Puertollano, que fue pionero en la producción de combustibles renovables. Abascal ha recordado que en este complejo se fabrican desde el año 2015 materiales de economía circular, combustibles renovables y biocombustibles, al tiempo que siguen en marcha proyectos de producción de hidrógeno verde, como es el caso de la planta de fotocatálisis. Además, se ha referido al Clúster del Hidrógeno de Puertollano como vínculo que impulse la investigación e inversión desde la «imprescindible» colaboración público-privada.
Por su parte, el consejero de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero, ha puesto a Puertollano como ejemplo de transición energética a lo largo de la historia y se ha referido a los tres desafíos compartidos entre administraciones y empresas: la emergencia climática, la dificultad energética derivada de la guerra en Ucrania, y la necesidad de reducir la factura energética de las empresas.
Escudero ha subrayado la labor del Ejecutivo regional presidido por Emiliano García-Page, que ha impulsado una normativa regional «ágil», así como la contratación de 100 personas para la tramitación de proyectos vinculados a la renovables y a la economía circular.
A su juicio, las políticas del gobierno de Castilla-La Mancha han permitido la incorporación de 1.300 megavatios de potencia instalada en el último año, así como la atracción de 2.000 millones de euros de inversión privada y la creación de unos 10.000 puestos de trabajo.
Ayudas a empresas
Además ha invitado a las empresas a beneficiarse de los paquetes de ayudas por valor de 110 millones de euros, convocados por el gobierno regional y destinados a las empresas, cuyo plazo de presentación de solicitudes concluye el 31 de diciembre. Este paquete incluye líneas por valor de 62 millones de euros destinadas a autoconsumo y almacenamiento, 34 millones de euros a movilidad sostenible, 10 millones de euros a eficiencia y ahorro energético, y 6,5 millones destinados a las renovables en materia térmica .
Por la parte empresarial ha intervenido en primer lugar el vicepresidente de la patronal regional CECAM, Carlos Marín, quien ha advertido del error que supone negar el cambio climático, al tiempo que ha considerado la transición energética como una «oportunidad competitiva» para pymes y autónomos.
En los mismos términos se ha expresado José Manuel Campillo, vicepresidente de la Confederación de Cámaras de Comercio de Castilla-La Mancha. Campillo ha valorado que la región sea líder en la producción de energías renovables, pero también ha advertido de que las inversiones necesarias para seguir avanzando por esta senda requieren de «tiempo y apoyo financiero» y ha puesto la red de Cámaras de Comercio a disposición de las empresas para acercar el «cambio de paradigma industrial».
El alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, ha dado la bienvenida a los asistentes y a ensalzado al entramado socioeconómico del municipio, «epicentro» del desarrollo de tecnologías vinculadas a las energías renovables y del hidrógeno verde. «Puertollano vive un gran momento de cambio como referente del esfuerzo de la industria y de superación ante los desafíos de la adaptación tecnológica de los procesos productivos», ha concluido.
En la sesión de hoy algunas de las empresas castellanomanchegas más relevantes han expuesto sus puntos de vista sobre los distintos retos que deben afrontar en materia de transición energética, sostenibilidad o economía circular en el proceso de descarbonización.
Puertollano, centro de referencia
La primera de las mesas redondas ha abierto el debate sobre los proyectos referentes en economía circular impulsados por empresas de la región cuyo propósito es contribuir a una transición energética resiliente, integradora y con capacidad de cohesión territorial. Durante la misma el director del Complejo Industrial de Repsol en Puertollano, Arsenio Salvador, ha señalado que el complejo industrial aspira a convertirse en un centro de referencia en materia de economía circular.
Arsenio Salvador ha destacado la experiencia del complejo industrial que durante 70 años ha sabido transformarse y adaptarse a los nuevos procesos, las nuevas tecnologías y las demandas de la sociedad. El nuevo reto de la transición energética se afronta desde diversos planteamientos tecnológicos donde el uso de las nuevas energías propicie la producción de nuevos materiales con menor huella de carbono. Ha destacado proyectos de economía circular relevantes como los centrados en la producción de combustibles renovables a partir de residuos, la fabricación de materiales plásticos reciclados y la recuperación de otro tipo de residuos, como las espumas de poliuretano, para lo cual ya se está construyendo la primera planta de recuperación de espumas de colchones de España.
Finalmente, bajo el título “Generación renovable, oportunidad para las empresas de Castilla- La Mancha” diferentes ponentes han debatido sobre los proyectos de generación renovable que se están desarrollando actualmente en la región. En el caso de Repsol se ha hablado del desarrollo del parque fotovoltaico Kappa, ubicado en Manzanares (Ciudad Real).
Estas jornadas se enmarcan en las actividades que promueve Open Room, la comunidad digital en transición energética de Fundación Repsol, que tiene como objetivo impulsar el conocimiento y el debate sobre una transición energética justa e inclusiva. Esta comunidad es un espacio digital abierto de conocimiento y divulgación, que cuenta con un foro permanente en el que sus miembros pueden acceder a las preguntas y respuestas sobre los retos y las oportunidades de la transición energética, por parte de expertos e instituciones de reconocido prestigio y pertenecientes a todas las esferas: pública, privada, académica y social.