Como suele ser habitual en las presentaciones literarias de Aurora Rey Aragón, la puesta de largo, apenas salida de imprenta de su segunda novela, ‘Ama-Mazu. Entre el azul y el blanco’, volvió a ser un cálido encuentro entre amigos anoche en Almodóvar del Campo.
Más que un acto formalmente convocado y pese a estar sus intervinientes en lo alto del escenario y el público asistente llenando el patio de butacas del Teatro Municipal, el recinto se asemejó, por lo humanamente cercano, al salón de toda vivienda familiar.
En este agradable ambiente se desveló, sin develarse nada de su trama, todo el encanto que rodea esta novela en la que la escritora almodovareña rompe fronteras, no solo en ambientación de tramas, sino las suyas propias como creadora tal y como así se convino.
Con Aurora compartieron mesa el alcalde José Lozano y su concejala de Cultura, Virginia López, así como la joven ilustradora y diseñadora Cristina Puentes y la filóloga y profesora de Secundaria Carmen Prieto. De pie, Gema Pérez Pinto, hizo de maestra de la ceremonia.
Y como protagonista en la sombra, el editor Julio Criado, quien acompañó junto a su equipo de Ediciones C&G, el acto, ofreciendo ejemplares para su adquisición ‘in situ’ y que luego la autora, gentilmente, dedicó a cuantas personas se acercaron al final del acto.
Intervenciones entre amigos
El regidor se mostró visiblemente entusiasmado tras la lectura de esta obra y felicitó a la autora, recomendando a los asistentes este libro de 236 páginas del que, dijo, “emociona, merece la pena y está lleno detalles de ambientes y latitudes” donde transcurren tramas.
En un plano puramente formal, Lozano ve a su paisana en toda su capacidad narrativa y auguró que “va a llegar lejos” porque, insistió, “atrae esta lectura”, evitando desvelar todo detalle del argumento, salvo estar sazonado con variantes de amor y algún guiño local.
Y la edil de Cultura, por su parte, se congratulaba de que hace tres años, fuera Aurora quien inaugurara en lo que a presentaciones literarias se refiere la actual legislatura, “que pese a todo lo acontecido, ha sido muy prolija en creatividad para nuestra localidad”.
Lo fue con la que entonces era su primera novela, ‘La niña que soñaba en azul’, “que supo a poco”, decía López quien recordó que la autora ha abierto también este año la iniciativa de bancos literarios que, por mor de Ediciones C&G, se dedican a escritores locales.
Manteniendo el compromiso de no desvelar apenas algo que implicara espóiler, la filóloga y maestra que inculca la pasión por la literatura entre su alumnado de Secundaria, Carmen Prieto, entró más en detalle sobre esta nueva novela, destapando su tarro de esencias.
Confesó primero su admiración por el “don de la creatividad” y “la valentía” de quien lanza al mundo una obra “para ser leída, analizada, criticada”, virtudes que reunía la protagonista del acto pues, como dijo, “ella es una gran contadora de historias”.
Y avanzó del libro cómo Aurora “va tejiendo con delicadeza y con mucho ingenio, como las protagonistas de su obra, una gran alfombra donde se entremezclan como los hilos multicolores los personajes y sus vidas”.
Un elenco protagónico femenino que, añadió, se presenta con gran elegancia y respeto a sus circunstancias sociales y culturales, “mujeres fuertes y luchadoras, en un desarrollo pleno de valores como el amor, la amistad, la familia o el compromiso social como es la lucha contra la trata de personas”, que también entraña la trama.
Con todo, añadía Prieto, “mente e imaginación del lector se llenan de colores, de sabores, de olores” y citando varias tonalidades las atribuyó a personajes como las niñas o la diosa Ama-Mazu, y agradables y diversos aromas o sabores de platos tradicionales manchegos.
También dijo la docente que “China y sus tradiciones fascinarán al lector por su características exóticas y cosmopolitas de la historia” y cuya constante intriga “anima” a una continuada lectura de un libro que, pronosticó, tiene visos de ser “una saga”.
Por su parte, Cristina Puentes Usero, autora no solo de las ilustraciones sino también del booktrailer cuyo mero visionado atrapa, refirió que la complicidad con Aurora se empezó a gestar justamente hace ahora un año y le agradeció haberle hecho parte del proyecto.
Desde su faceta creativa, explicó que, al hilo del título, “ha buscado colores que trasladen paz y creatividad” y reconoció haber sido un gusto trabajar con la escritora, destacando que “las emociones que transmite Aurora molan un montón”.
La pequeña gran historia que inspiró una alfombra de Macao
Aurora, quien confesó de inicio que “escribir un libro es maravilloso, sobre todo por tener esto que yo tengo aquí”, en referencia a encuentros tan cálidos como todos los que rodean sus presentaciones literarias, quiso encandilar a los asistentes con otra gran historia.
Su dulce y entonada oratoria abrió una dimensión paralela a ‘Ama-Mazu. Entre el azul y el blanco’ y se retrotrajo a una situación real vivida hace 30 años a pie de su domicilio familiar, con la visita de un comerciante llegado desde Macao, en el lejano Oriente.
La extraña visita dominical, al filo de la misa de las once y media de la mañana, de este viajante proveniente de la por aún colonia portuguesa, antes de pasar al dominio de China, circunstancialmente acabó dejando en casa de Aurora una gran alfombra de aquellas tierras, tejida a mano artesanalmente, y que, años después, ha levitado a las musas.
Sea como así dijo que fuere, Aurora Rey Aragón, presentaba ante su querido pueblo esta nueva novela cual “se presenta a un hijo cuando acaba de nacer” y aunque “un libro no es un ser vivo, yo sé que está lleno de sentimientos”, apostilló.
Sentimientos, añadió, “que vibran y laten cuando el lector abre sus páginas, cuando las pasa y las ojea y va penetrando en el alma de cada uno de sus personajes y sin darse cuenta va penetrando también en el alma del autor”.
Sin ser continuación de ‘La niña que soñaba en azul’, su también autora valoró el interés de lectores que tenían ganas de más y, en particular, se decidió a raíz de una cita con jóvenes y muy curiosos estudiantes en plena pandemia, a quienes agradeció su empuje.
“No es una segunda parte, tiene protagonismo y vida propia, que se desarrolla en una época distinta y que viaja mucho”, dijo, para concretar que “sí tiene muchos guiños que, creo, responderán a muchos de los lectores que me lo pidieron”.
Eso sí, quiso “volver a escribir de mujeres y sobre mujeres para todos los lectores”, ahora tocando “algunos temas sensibles, duros, de los que miramos para otro lado porque no queremos ver ni pensar y nos preguntamos para qué, si no lo puedo solucionar”.
Asuntos espinosos, aunque “tocados con delicadeza y poniendo nombre, cara y corazón a sus protagonistas”, matizó, en un libro diría que “de amor a la familia, de amor filial, de amor entre hermanos, de amor entre parejas… y muchas veces el amor no va solo, sino acompañado del dolor”.
Rey tuvo también palabras para Cristina, de la que dijo como si la misma Aurora era “la madre” de la obra, la joven aludida era “el padre” y, como el resto de intervinientes, tuvo también palabras de gran afecto al editor Julio Criado, presente en el acto.