Argamasilla de Calatrava albergaba este primer sábado de noviembre el I Open Paramotor & Paratrike de Castilla-La Mancha cuyo lema ha sido toda una declaración de intenciones, ‘No importa lo que sepas, importan las ganas de seguir aprendiendo’.
“Con ello hemos querido abrir esta nueva propuesta a la mayor participación posible, independientemente del nivel de cada persona inscrita”, decía Rafael Rueda, de la Escuela de Paramotor ‘Airwind’, de la población rabanera, promotora de esta cita deportiva.
Solamente era necesario despegar bien para puntuar, sumando más puntos aterrizando correctamente y pasando, durante el vuelo, por la baliza correspondiente, premiándose asimismo fotografías aéreas tomadas por los participantes durante el vuelo.
Los primeros pilotos en caer en la diana marcada sobre el terreno recibían como premio una repollera con la que guardar el parapente y para el resto diferentes recuerdos de la cita facilitados por los numerosos patrocinadores del evento.
En la modalidad de Campeonato regional los tres primeros clasificados fueron, por este orden, Mario Díaz, Matías Moyano y Pablo Merino. Y en la modalidad Open, lo fueron Carlos Tirado, Mario Díaz y Óscar Robles.
Jacinto Arriaga, que a lo largo de esta jornada que se prolongaba desde las 8,30 horas de la mañana y hasta el caer de la tarde, con una comida de hermandad a base de migas y gachas típicas, felicitaba a la organización y a quienes secundaron esta convocatoria.
“Para este Ayuntamiento es un orgullo poder apoyar nuevas iniciativas deportivas, en este caso el vuelo en paramotor y hacerlo además de la mano de Rafael, un reconocido instructor de vuelto que decidió emprender en nuestro pueblo hace cinco años ya”.
El edil supo por boca del promotor que la cita atrajo participantes de casi toda España, siendo especialmente destacable los llegados desde Tenerife, Murcia, Valencia, Ávila, Navarra o Cáceres. “Solamente han faltado de tres regiones”, señalaba Rueda.
Algunos llegaron en vuelo directo desde Madrid
Especialmente satisfecho y gratamente sorprendido de que, entre la treintena de inscritos, entre partícipes amateur y profesionales, hubiese entre esto últimos algunos que llegaron en vuelo completo, “con viento en cola”, desde Madrid.
Cabe también referir que para garantizar la seguridad se trasladó aviso a la patrulla Pegaso de la Guardia Civil y que, velando en tierra ante cualquier incidencia posible, que no hubo alguna, estuvo también el voluntariado de Protección Civil, con gratitud a todos por su respuesta preventiva a esta también I Concentración & Campeonato CLM 2022.
Y dentro de ese objetivo de aprendizaje y fomento de la afición por el paramotor, fueron de destacar asimismo las charlas y consejos que se pudieron adquirir e intercambiar durante la jornada, contando para ello con un profesional referente.
Vicente Palmero, experto piloto, estuvo así presente para ofrecer una charla sobre el arranque de motores y cómo prepara sus pruebas competitivas´. “Un lujo tenerlo entre nosotros por su profesionalidad y su humildad que respondió las preguntas planteadas”.
Rafael Rueda apuntaba que arrancar el motor no es, en modo alguno, una cuestión baladí, “puesto que alrededor de un 60% de los accidentes en estos vehículos aéreos tiene que ver precisamente con el accionado inicial previo a volar”, de ahí el interés de la charla.
El mentor de la Escuela de Paramotor ‘Airwind’ de Argamasilla de Calatrava, que para este torneo y cita de convivencia ha contado también con el apoyo de la Federación de Deportes Aéreos de Castilla-La Mancha, de la que es vocal, es también un apasionado.
Así lo demuestra a través de su canal de Youtube y en el campo de vuelo ubicado enfrente de la zona del Caserío rabanero. «Queremos promover el deporte porque cada vez más gente joven está pegada al móvil”, afirma.
Por eso también lleva estas experiencias de vuelo en paramotor, en clara intención de “plantar la semilla”, a institutos donde promocionan entre sus jóvenes estudiantes de qué se trata esta hermosa disciplina.
En Argamasilla de Calatrava lleva ya un lustro, a donde llegó con esta actividad desde Toledo y en su club de vuelo se contabilizan ya más de 20 personas, principalmente de Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan y Valdepeñas.