Yo estaba allí
mirando aquella madre rota de impotencia y dolor.
Miraba la escultura llena de ese mismo vacío
de soledad y pena.
Me acerqué indefensa,
débil,
como mujer y madre
pensando en el abismo de la guerra.
Yo estaba allí
sin lágrimas porque el dolor impide que salgan de los ojos.
Me acerqué y sentí el peso de la muerte.
La indefensión de la pérdida
de millones de madres…
de millones de padres…
de miles y miles de personas que lloran
el reguero de muerte que deja cada guerra…
Afuera ondeaban banderas ucranianas
en señal de protesta y de dolor.
Yo estuve allí, frete a frente
mirando la negra escultura de Käthe Kollwitz
“Madre con hijo muerto” en su misma ciudad:
Berlín. Y con ella y conmigo
a todos los que el dolor los signa
por oscuros verdugos drogados de poder.
Dolor por cada pueblo que es aniquilado.
Desgarro por inocentes victimas
y ese ahogado llanto que se aloja en el útero
de las madres del mundo.
Natividad Cepeda
Escribí éste poema después de ver y quedarme mirando la escultura de Madre con hijo muerto expuesta en Berlín. De comprobar que ondean banderas de Ucrania en ventanas de viviendas normales en protesta alzada al viento del exterminio de la guerra en Ucrania.
Lo escribí recordando esta guerra actual en mi Europa y por cada una de las guerras actuales donde se sufre y perece. Y por todas las guerras acaecidas a lo largo de la Historia humana, tan deshumanizada.
El edificio de, La Nueva Guardia, fue construido en 1818 para conmemorar la derrota sobre las tropas napoleónicas y celebrar la liberación de Berlín. Es uno de los mejores ejemplos del neoclasicismo alemán. Presenta en su fachada un pórtico formado por columnas dóricas que le aportan un aire de grandeza.
A lo largo de los años el edificio ha cumplido diferentes funciones conmemorativas: a partir de 1931 fue tomado como monumento en homenaje a las víctimas de la Primera Guerra Mundial; en 1960, fue el lugar de conmemoración de las víctimas del fascismo alemán y, hoy en día, es un lugar que pretende homenajear a todas las víctimas del mundo, ya sean de las guerras, del fascismo, comunismo, fanatismo… o cualquier otra injusticia.
El gran edificio de La Nueva Guardia ha sufrido diversas remodelaciones en su interior, albergando durante diferentes épocas una llama eterna por los restos del soldado desconocido.
…y yo agrego por los niños, ancianos, mujeres y hombres que mueren a causa de las guerras, porque no solo caen jóvenes soldados en las contiendas de guerras, también sucumben personas de toda edad y condición social.
A fecha de hoy, está habitado tan sólo por una conmovedora escultura de una mujer que sostiene en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo (Madre con hijo muerto de Käthe Kollwitz).
La escultura, que se encuentra situada bajo una gran abertura en el techo, expuesta a las inclemencias meteorológicas, soportando el frío y la lluvia, representa el sufrimiento del pueblo. Es por ello un lugar que emociona hasta hacer reflexionar sobre el sufrimiento erróneo de la guerra.
La entrañable escultura de una madre que estrecha entre sus brazos a su hijo fallecido, resulta especialmente conmovedora en contraste con el grandioso edificio, que hace que aún parezca más solitaria.
Se encuentra en la Avenida Unter den Linden, un lugar, La Nueva Guardia, y que hay que conocer si se visita Berlín por el mensaje humano que representa para concienciarnos de que la paz entre los pueblos es signo de amor, civilización y continuidad entre todos nosotros.
Natividad Cepeda