El Gobierno de Castilla-La Mancha, en su apuesta por la sostenibilidad, ha autorizado la tramitación de un nuevo contrato por importe de 104,2 millones de euros “para garantizar que el suministro de energía eléctrica de los centros dependientes del SESCAM sea de origen renovable”.
Se trata de un gasto autorizado en el día de ayer por el Consejo de Gobierno que, según ha concretado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, “beneficiará a partir del próximo 1 de enero a 254 puntos de consumo existentes en los centros dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha”.
La portavoz del Ejecutivo regional ha manifestado que “este es un ejemplo del compromiso del presidente Emiliano García-Page con las energías verdes”, al recordar que el objeto de este contrato es el suministro de energía eléctrica con certificado de origen renovable en hospitales, centros de especialidades, centros de salud, consultorios locales y demás dependencias sanitarias de la Comunidad Autónoma durante los dos próximos años, con la posibilidad de ser renovado por un mismo periodo adicional.
Precisamente, Blanca Fernández ha confirmado que, desde el pasado año, toda la energía eléctrica que se consume en estos centros sanitarios es de origen cien por cien renovable, lo que ha permitido al SESCAM recibir el Certificado de Garantía de Origen de la energía consumida, que exige que la procedencia sea exclusivamente de fuentes totalmente renovables, que respetan el medio ambiente y evitan emisiones de CO2 y otros gases contaminantes.
Incluye 254 puntos de consumo
En este sentido, la previsión anual del consumo eléctrico es de 141,6 gigavatios/hora para los 254 puntos de consumo y se estima que gracias a este nuevo contrato se dejarán de emitir a la atmósfera unas 35.100 toneladas de dióxido de carbono.
Ello será posible debido a que el SESCAM aplica la denominada modalidad ‘multiclick’, que consisten en pagar el coste exacto de la energía en cada momento, pero con la posibilidad de contratar partes de volumen de energía cuando el mercado a futuros lo hace aconsejable en lugar de la modalidad de precios fijos que se venía contratando hasta el año 2017. En términos económicos “supone también un ahorro de unos cuatro millones de euros al año en la factura eléctrica en el concepto de energía”, ha precisado la portavoz.
Una acción que a su vez se enmarca en el Plan Estratégico de Ahorro y Eficiencia Energética para el periodo 2021-2026, un documento de referencia en el que se contemplan de manera estructurada las diferentes líneas que, en materia de gestión energética, se van a desarrollar por el SESCAM en ese periodo y que pasan por la reducción del consumo, del gasto energético y de las emisiones de CO2 en las instalaciones de su competencia. “Es decir, contribuir a que el sistema sea más sostenible tanto desde el punto de vista energético y medioambiental como desde el punto de vista económico”, ha remarcado Blanca Fernández.
El reto de abastecer todos los edificios públicos con energías renovables
Esta filosofía energética, que ya se lleva a cabo en el SESCAM, pretende extenderse al resto de la Administración regional para garantizar que todos los edificios públicos de Castilla-La Mancha se abastezcan con energías renovables, un camino en el que ya se han dado importantes pasos en estos últimos años.
Como ejemplo de ello, la consejera portavoz ha citado diferentes actuaciones y proyectos llevados a cabo, como la instalación de 1.200 placas fotovoltaicas en la cubierta del Hospital Mancha-Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real); la instalación de paneles solares térmicos en la cubierta del Hospital ‘Virgen de Altagracia’ de Manzanares (Ciudad Real) para producir agua caliente; la colocación de 625 paneles solares en el Hospital Perpetuo Socorro de Albacete; los 58 paneles fotovoltaicos en el Centro Operativo Regional de lucha contra incendios forestales (COR), ubicado en Toledo, que lo convierten en una instalación de autoconsumo; las más de 700 actuaciones de mejora de eficiencia energética en los centros educativos de la región que incluyen la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas; o el hecho de que el parque móvil de la Junta de Comunidades contará a finales de este año con un 15 por ciento de vehículos ecoeficientes para contribuir a la reducción de CO2 y gases de efecto invernadero.
La mayoría es financiación Feder, y la mayoría de superficies del SESCAM, sin paneles ni previsión. Ni una mísera placa en la mayoría de hospitales, y unos consumos bestiales.