Carmen Picazo ha reivindicado una Castilla-La Mancha «fiscal y empresarialmente competitiva» y ha sido muy clara respecto al «asfixiante» régimen de impuestos del gobierno de García-Page: «No podemos seguir siendo rehenes del PSOE». A este respecto la líder de Ciudadanos en la región ha planteado la supresión de los impuestos de Sucesiones y Patrimonio y la delectación del IRPF para suavizar el impacto de la inflación. «La Junta recauda muy bien, pero gestiona muy mal. Y si Page no sabe administrar, al menos que deje de meter la mano en los bolsillos de la clase media y los autónomos», ha exigido la dirigente liberal.
Picazo ha remarcado que las familias y las empresas de Castilla-La Mancha pagan muchos impuestos y sin embargo la gestión de los servicios públicos financiados con esos impuestos «deja mucho que desear». En este sentido ha pedido al ejecutivo socialista que «deje de usar la educación o la sanidad como pretexto para ahogarnos fiscalmente. Es el momento de decir la verdad: este machaque de impuestos no sirve para que tengamos una educación y una sanidad mejores, sirve para financiar chiringuitos políticos del PSOE y para hacer propaganda de Page». Así, ha recordado que Castilla-La Mancha es la tercera región con mayor tasa de fracaso escolar y la que tiene el mayor porcentaje de pacientes en espera de una operación quirúrgica no urgente.
Picazo recuerda que el PP, cuando gobernó, creó 300 nuevos impuestos
La región tiene, a juicio de la líder centrista, «dos caminos y debe elegir uno: O el camino de Page y sus impuestos abusivos a quienes generan riqueza y empleo, o el camino de los liberales, el de aliviar a la clase media, familias y autónomos para estimular el consumo y el ahorro. No hay más». En relación con estos dos modelos económicos ha subrayado que «ya sabemos que el PP cuando gobernó eligió el mismo régimen fiscal que Page» y ha recordado que los conservadores crearon 300 nuevos impuestos. Picazo ha insistido en que el empleo no lo crean los políticos, «ni Page, ni yo ni ningún otro», sino las empresas, y que precisamente por eso «hay que apostar por un modelo fiscal que facilite la actividad económica y atraiga inversiones y puestos de trabajo a Castilla-La Mancha».