Gobierno rico, pueblo pobre

Siempre ocurre lo mismo cuando hay una crisis mundial o que se dice mundial unos pocos se hacen más ricos y muchos más pobres. Es sencillamente eso lo que está ocurriendo en estos momentos en España. Las grandes fortunas, bancos, empresarios, gobierno, cada día logran la obtención de más beneficios mientras las clases medias y bajas cada día son más pobres y por lo tanto sufren muchísimo más esta tremenda desigualdad.
Parece oportuno poner un ejemplo de esta afirmación tan rotunda y tajante, pero es que la realidad se impone y las palabras se las lleva el viento mientras la inflación sube por encima de dos dígitos, los intereses se disparan y los sueldos siguen como hace unos años mientras la población todo lo sufre en silencio y sus agentes sociales se esconden en sus chiringuitos.

No hace mucho, los combustibles no sobrepasaban un euro por litro y en este caso el estado a través de los impuestos abusivos se llevaba más de 55 céntimos por litro. En este momento, cuando estos mismos carburantes han subido hasta superar los dos euros el estado a través de su gobierno impositivo se lleva 1,20 euros por litro. Es evidente que al gobierno no le interesa que baje el precio del combustible porque cuanto más sube más dinero ingresa en sus arcas, eso sí después nos subvenciona con 0.20 céntimos por litro haciendo de padre bueno cuando si realmente lo fuera se conformaría con seguir cobrando los 0,55 céntimos por litro que cobraba hace tan solo un año y que no es poco.
El Barril de Brent, como precio de referencia en Europa, y que se paga en dólares cuesta hoy en el mercado unos 94 euros. El barril contiene unos 159 litros de petróleo es decir 42 galones (cada galón equivale a unos 3.80 litros) y de un barril de petróleo se extrae aproximadamente 66 a 70 litros de gasolina y unos 38 a 40 litros de gasóleo a parte de otras muchas substancias como betún, naftas, queroseno, fuelóleo, lubrificantes, gases y otros productos para la fabricación de plásticos y fertilizantes.

El precio del litro de la gasolina y del diésel en España no dependen directamente del precio del barril de petróleo, como debería ser, sino que está sometido a las cotizaciones de estos productos en el mercado al por mayor de referencia como son el del Norte de Europa y el del Mediterráneo, operando estos mercados en dólares. Esto puede suponer que tanto la gasolina como el diésel pueden subir su precio, aunque el barril de petróleo baje.

En España se produce una gran contradicción en cuanto a los impuestos que gravan a los combustibles porque por ejemplo el IVA se aplica al precio del combustible base, es decir al producto que compran las petroleras en el mercado, más el Impuesto sobre Hidrocarburos o impuesto Especial sobre Carburantes que bien a ser de un 54%. Mas el impuesto de distribución que bien a ser del 15%. En definitiva, se aplica un impuesto sobre otros impuestos y esto es totalmente anormal y agrava aún más la imposición estatal porque realmente el IVA solamente debería aplicarse sobre el producto base y no sobre los impuestos.

Concretando esta información, en estos momentos el litro de gasolina en España no debería superar el euro mientras que el litro de gasóleo debería costar unos 90 céntimos siempre que el gobierno así lo deseara en beneficio del ciudadano y sabiendo que de ese euro el gobierno se embolsaría más de 0.55 céntimos por litro. Esta sí sería una forma de ayudar al contribuyente, al pequeño empresario, al autónomo, al agricultor y al ciudadano de a pie pero claro el gobierno dejaría de aumentar sus impuestos cosa que no está por la labor.

Para que ustedes se den cuenta de lo que ocurre en este momento les voy a ponerles un ejemplo. Si ustedes van a la gasolinera y echan en su depósito 50 euros, 1 euro bruto será para el mayorista, 9 euros para el coste de logística y comercialización, 23 euros se los lleva el estado en impuestos y 17 euros pagamos por la gasolina que echamos en el depósito. ¿Acaso esto no es un atraco con corbata y camisa blanca? Es evidente que son más importantes los impuestos que el producto porque de los 50 euros solamente echamos en el deposito 17 euros.

De todo lo indicado parece razonable que siga afirmando que en tiempos de crisis económica o social unos se hacen ricos y otros muy pobres. Cuando un gobierno recauda mucho es sencillamente porque los ciudadanos lo pagan y porque éstos cada día son más pobres. Esto ocurre en Rusia y en Venezuela o Corea del Norte donde los gobiernos son muy ricos y los ciudadanos muy pobres y todos subvencionados. Parece lógico que esta forma de gobernar no va a favor del ciudadano sino en contra de sus intereses económicos y por consecuencia de su forma de vivir.

No sería más justo y más ético que el gobierno bajara los impuestos a los carburantes como debería hacerlo y dejarse de subvencionar con 20 céntimos a los ricos, a los pobres y a todo el mundo. ¿Acaso no es una gran injusticia subvencionar a todos los ciudadanos º por igual? Siempre hemos dicho que las subvenciones para lo único que sirven es para crear dependencia y vasallaje del que las concede, además de crear pobreza e ir contra la creatividad, la iniciativa personal y superación.

Solamente he querido presentarles un ejemplo de recaudación a base de impuestos totalmente injusta y que solamente sirve para que los más pobres se hundan en la miseria y en la esclavitud de la subvención. Ya indiqué en otro escrito que cuando se graba el gasóleo con un nuevo impuesto se está grabando la vida del pobre y del autónomo que necesita su pequeña furgoneta para ganarse la vida.

En este momento el ciudadano español lo está pasando mal sencillamente porque todos los productos se han disparado a la hora de la compra, aunque no para el que los produce que sigue percibiendo prácticamente lo mismo que hace un año. La cesta de la compra se ha disparado en los mercados, pero no en el campo porque realmente los productos agrarios han subido muy poco en comparación del precio final en los supermercados Claro está que cuanto más suban más recauda el ejecutivo y más dinero tiene para gastar.