Puertollano ha vuelto a vivir su jornada más emotiva, la que trasciende el plano religioso para convertirse en una de las señas de identidad de la ciudad minera. Tras tres años de espera por las restricciones de la pandemia (muchos no pudieron asistir a la salida extraordinaria realizada el pasado mes de diciembre coincidiendo con el XXV aniversario de su coronación canónica), la procesión en honor a la patrona, la Virgen de Gracia, ha deparado este jueves escenas de gran emotividad y espectaculares momentos.
La participación este año ha sido de récord, y unos 10.000 puertollaneros han iluminado las calles al paso de la Virgen mientras se sucedían los piropos a protectora de la ciudad. El recorrido ha registrado un momento culminante: la suelta de globos y la lluvia de pétalos de El Capirote, vecinos y comercios al paso de la imagen por la alfombra floral de la calle Aduana (ver vídeo). Los fuegos artificiales han puesto punto y final al día grande de la ciudad industrial.