Hay cosas que, combinadas, saben mejor, sobre todo si las maridas con una copa de buen vino. El vino y la literatura siempre han ido de la mano. A lo largo de la historia, el vino no solo ha servido para acompañar la lectura de versos, sino que también ha sido utilizado como fuente de inspiración para escribir bellos poemas. Si además añades música, fotografía y artesanía del barro, consigues el maridaje perfecto para oír, tocar, oler, ver y sentir, es decir para disfrutar plenamente del momento con los cinco sentidos.
Como así ha sucedido en el Centro Alfarero “La Estación” de Argamasilla de Calatrava, durante la inauguración de la exposición fotográfica de Ventura Huertas Serrano (Vhserrano) “Ditirambos fotográficos” y el brindis poético ofrecido por el poeta Juan José Guardia Polaino, de su libro “De almas, ditirambos y heridas” y el añadido musical del también poeta Javier Márquez. Donde no faltó ni el guiño decorativo al viajero con una maleta abandonada en “La Estación”.
Si no lo has vivido, aunque intentemos contártelo lo más fiel posible, no podrás imaginar el disfrute de los cinco sentidos de aquellos afortunados que participaron en la increíble jornada vivida en “La Estación”, entre ellos el alcalde de la localidad, Jesús Manuel Ruiz Valle, quien estuvo acompañado por el Primer Teniente de Alcaldía, José Antonio García Serrano; poetas como el puertollanero Ramón Aguirre y el valdepeñero Juan Camacho; el profesor de fotografía Jesús Juan Recuero de la Muñoza, quien estuvo acompañado por miembros del taller de fotografía; el editor Julio Criado , alumnos de los talleres de alfarería, familiares, amigos y amantes de la poesía, la fotografía y la alfarería.
El sentido del tacto gozó de la textura superficial del ‘catavinos’, modelado por las hábiles manos de los alfareros de “La Estación”, auténticos motores del “resurgir” del trabajo del barro en la comarca de Puertollano y que fue obsequiado a los que brindaron con el vino de ‘Tierras del Quijote’, que Julián Pila, gerente de ‘Distribuciones Pila’, también presente en el acto, había donado para la ocasión y donde los sentidos del gusto y el olfato disfrutaron de los matices de dicho vino.
Y el vino también protagonista del sentido de la vista, especialmente en las fotografías de la exposición de ‘Vhserrano’, “Ditirambos fotográficos” donde un total de 25 instantáneas trazan “la trayectoria vital del vino, del sarmiento a la mesa”. En su gran mayoría las imágenes de esta exposición forman parte del libro “Palabras de vino”, fruto del IX Encuentro ‘Oretania’ de Poetas celebrado en Aldea del Rey.
Doblemente se recreó el sentido del oído, por una parte, el acompañamiento musical del polifacético Javier Márquez, escritor, fotógrafo, poeta y obviamente musico y por otra el brindis poético de Juan José Guardia Polaino, quien complació el sentido del oído con la oralidad “De almas, ditirambos y heridas”, que será publicado en el Centro Cultural “La Confianza” de Valdepeñas, el próximo día 10 de septiembre, a las 20,30 horas.
“De almas, ditirambos y heridas”
El libro de Juan José Guardia Polaino, “De almas, ditirambos y heridas”, explora de una forma sistemática y casi absoluta todas las caras del vino, la mítica, la mística, la celebrativa y también la personal y la existencial, toda “una exaltación jubilosa y también un canto al elemento báquico y líquido en que muchos de nosotros nos vemos reflejados de forma personal e identitaria”, como así lo explica, en el prólogo del libro, Matías Barchino, Decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla‐La Mancha.
Barchino, nos asegura que “estos ditirambos si hubieran estado escritos en prosa, serían una enciclopedia de las experiencias y sensaciones que proyecta el mosto y la bodega, los odres y los bocoyes, las tinajas y los cercaos. Aun así, trasmiten una gran sabiduría poética y un dominio sobre la materia que se expresa con un vocabulario amplio y preciso. Este libro es uno de los más complejos proyectos que un poeta puede acometer por su dificultad y su ambición”.
Y es que, al igual que Polaino, otros grandes poetas fueron amantes del vino, así “estos ditirambos son un homenaje secreto a todos los que antes se han visto tentados por la celebración y la magia del vino: Juan Alcaide y todos los poetas y artistas de La Mancha, Neruda, Borges, Dumas, Baudelaire, el viejo Omar Jayyam y el más viejo Anacreonte”.