Jesús Millán Muñoz.- El tema del bien y del mal, de la maldad y de la bondad es un tema eterno para el ser humano, quizás, posiblemente para la naturaleza también, para todo ser con libertad e inteligencia.
Se está realizando una exposición plástica, titulada: Las Malas, en la Casa Encendida de Madrid, hasta el 18 de septiembre del 2022, que nos comenta la Agencia EFE, con fecha del 22 de agosto del 2022.
Dicha exposición está inspirada según el articulista/cronista/comentarista de Efe, en la novela de la argentina Camila Sosa Villada, comisariaza dicha exposición antológica, por Núria Gómez Gabriel…
Yo, lo primero que debo indicar, es la necesidad y el acierto de esta exposición antológica o en grupo o colectiva sobre el tema de la maldad y del mal. Es necesario que el arte moderno y actual, recoja esta temática, lo haga más claramente y a la luz de más focos del presente. Durante siglos, la dicotomía mal y bien, y, bien y mal; bondad y maldad ha sido una realidad presente en todo el saber humano, teólogo y filosófico y todas las demás ramas del saber según los tiempos, pero también desde las artes. Diríamos que el arte plástico y las Artes en estos dos últimos siglos, ha reducido esa presencia de esta temática.
Uno de los problemas más grandes y graves del hoy, es que para muchas conciencias y consciencias y seres humanos, piensan que la libertad y la autonomía personal y la autoidentidad personal, es suficiente, para indicar si un acto exterior e interior al ser humano, es bueno o es malo. Es decir, que la libertad personal, solo es el baremo y la medida, para indicar si algo es bueno o es malo. Sin tener en cuenta, el acto en sí, o el objeto en sí, que se analiza, además de la libertad personal, la conciencia moral personal, la intención, las consecuencias, etc.
De este modo, con todos los matices que se quiera y se desee y se postule y se conceptualice, hemos caído, a nivel consciente e inconsciente, en una situación, por la cual y en la cual, vivimos como en una especie de supermercado de lo bueno moral y de lo malo moral –también, bueno y malo a nivel espiritual, que en lenguaje tradicional, sería el pecado…-. Pienso que este es uno de los graves problemas de la temática del bien y del mal. No podemos negar que la libertad humana individual es esencial, a la hora, de analizar si un deseo o pensamiento o palabra o acto, es bueno moralmente o no lo es. Pero, no es suficiente, unos, indican que existen una moral natural universal y otros, que matizan mucho este concepto.
Por otro lado, hemos caído, en una especie de anomia ético/moral, consecuencia de lo anterior, si se quiere una anarquía moral/ética, que está llenando de cadáveres la sociedad y la humanidad. Cadáveres o medio cadáveres producidos por moralidades teóricas incorrectas, por moralidades prácticas o activas o de acciones inmorales. Fijando más el concepto, cada ser humano, en determinados temas, piensa que su moralidad es la correcta, y, quizás sea incorrecta.
Todos pensamos que ciertos actos que hacen los otros, son malos moralmente, pero no los nuestros. Dicho de otro modo, cada uno va al hipermercado moral y escoge y selecciona lo que desea. Aunque es cierto, que la autoconciencia es esencial en todo acto humano y moral, también, la autoconciencia debe tener un fundamento natural y moral, debe estar formada o conformada de forma correcta, como dirían la tradición europea que viene de los maestros griegos…
Me ha llamado la atención, no termino de comprender y entender y asimilar y racionalizar, el hecho siguiente, que está todos los días en los telediarios y en cada fiesta de estos ocho mil puntos de nuestra península. Ante el tema tan grave de los pinchazos para sumisión química, sean con substancias o sin ella. Me pregunto como una cosa, tan negativa y enormemente mala y perniciosa como esta novedad, cómo se ha podido extender tan deprisa por toda este pentágono o cuadrado de esta península ibérica.
No sé entender, ni comprender, cómo una práctica tan negativa, primero, ha podido ser inventada, quién ha tenido esta mente, tan maléfica de hacerlo, quién/quienes, puso en funcionamiento esta práctica, y, lo peor de todo, al menos para mí, es como se ha extendido como un reguero de mal y de maldad, por una parte importante de cualquier feria o acontecimiento festero de esta Iberia. No entiendo y no comprendo. Hay que preguntarse tanta maldad existe en el corazón humano, tanta maldad encerrada en nuestros corazones, tanto odio hacia otras personas, hacia la sociedad, tanta frustración, tanta negatividad e inquina al ser humano, al otro…
Aunque no guste oírlo, y, uno teme decirlo, muchos males, nacen y surgen y florecen, porque no se enseña los Mandatos de Moisés, en las escuelas. No es suficiente enseñar los Derechos Humanos, que son esenciales, ni solo disponer de Constituciones con grandes derechos constitucionales humanos, sino que hay que enseñar las normas religiosas básicas, que han sustentado Europa, durante siglos. Si abolimos esas normas, las reducimos, solo nos espera nada más que mas sufrimiento, nosotros a nosotros mismos, nos ampliaremos y amplificaremos el sufrimiento y la pena y la angustia y los traumas y las heridas. Aviso para aviadores y caminantes y buceantes…
¡Esta exposición nos espera, para que reflexionemos sobre arte y estética y bien y mal moral y espiritual…!