Eduardo Toledano: «Este libro tiene una vocación sentimental por Brazatortas y el Valle de Alcudia»

Bajo la premisa de que “ni mejor ni peor, simplemente diferente”, Brazatortas acogió ayer la multitudinaria presentación del segundo libro que ve publicado Eduardo Toledano, ‘Nuestra vida de antes’, esta vez bajo la impronta de la firma Ediciones Puertollano.

Pese a sus grandes dimensiones, el Salón de Usos Múltiples casi quedó pequeño ante la gran expectación del acto y el cariño que le guardan al autor paisanos y demás amistades, además de muchos interesados en este nuevo volumen que recapitula tiempos pasados.

Previo al evento, Eduardo reconocía ya “una cierta impaciencia” por cuanto tanto el libro y otro que también trabajó en paralelo “se terminaron justamente antes de la pandemia y eso nos interrumpió lo que hubiese sido un tiempo más corto de presentaciones”.

Y dentro de esas “muchísimas ganas” de poder poner de largo ‘Nuestra vida de antes’, “ahora que por fin parece que estamos un poco más despejados, podemos presentarlo”, agradeciendo la ingente cantidad de personas que quisieron asistir al acto”.

Toledano M. Duarte, que estuvo acompañado en la presentación por el editor Javier Flores y los hermanos Toledano Dorado, Pablo en calidad de alcalde y Clemente en su papel como colaborador, se mostró complacido por ofrecer esta nueva obra retrospectiva.

Respecto a su anterior libro, ‘Cuando dejamos la boina’, que era un ensayo mucho más etnológico de la Brazatortas y comarca desde mediados del pasado siglo, este otro retrata más lo costumbrista de aquel contexto de niñez y juventud desde un plano más sensible.

“Efectivamente, este es un libro que tiene una vocación sentimental sobre este municipio y el que está preparado es del Valle de Alcudia en plan documental, pero también un poquito con esa vocación porque, como éste, se basa en entrevistas, fotografías”, decía.

Eduardo considera ‘Nuestra vida de antes’ como una obra “bastante rica, bastante diverso y con una amplia densidad, del que yo estoy bastante contento y en el que nos hemos empeñado en hacer un producto de calidad, no solo por el contenido, sino por la forma”.

Alude así a una redacción “bien escrita y que la gente se lo pase bien leyéndolo”, sobre todo porque permite a generaciones ya de cierta edad la posibilidad de reencontrarse de una manera agradable con aquel pasado común que compartieron entre tantos torteños.

Asimismo, “éste es libro que es fundamental aquí, porque hay muchos pueblos que tienen libros de fotografías antiguas, de recopilación de leyendas o de folclore y, en cambio, a Brazatortas le faltaba un libro de agradable consulta, con fotos, con historia, con sucesos”.

Se congratulaba por tanto Eduardo Toledano, de haberle tocado a él la confección de esta obra necesaria, que espera tenga la gran acogida que ayer, en su bautismo de fuego, obtuvo, firmando no pocos ejemplares antes y después de la presentación.

Y entretanto se concede el necesario margen y andadura temporal a ‘Nuestra vida de antes’ para presentar el otro que también acabó a la par, el autor sigue cultivando sus diversas aficiones, más allá de la diversidad intelectual que profesa, como él mismo dice.

“He tenido una vida muy diversa, inusual si se quiere en el sentido de tener muchas vicisitudes diferentes y el año pasado estuve entretenido en hacer una especie de pasar revista, de forma amena, a experiencias de toda mi vida y ese lo tengo acabado”, afirma.

No descartando tampoco, habida cuenta el ingente material como ha recopilado y atesora de toda la comarca, de preparar más obras que sigan contribuyen a rescatar y perpetuar la memoria vital de una tierra que, con los años, ha evolucionado mucho.

Un “material muy valioso”, para el editor

El que ha tenido ocasión de manejar Javier Flores de cara a su pulimiento editorial hasta dar forma al volumen “es un material muy valioso”, refería el editor aludiendo a una documentación que recoge “la historia y vivencias de una población como Brazatortas”.

Que, en su modesta opinión, “puede ser extensible al resto del Valle de Alcudia porque el libro recoge testimonios y experiencias en una época muy concreta, que son los años 50 y 60 del pasado siglo XX, narrándose vivencias que desgraciadamente ya no existen”.

Flores apunta que por entonces “la vida era diferente, ni mejor ni peor, pero que era otro tipo de vida, quizá más pausada y tranquila”, apostillando sobre “aspectos solidarios en los que se ve como la gente se ayudaban unos a otros, incluso a veces de forma anónima”.

Para el mentor de Ediciones Puertollano tienen un especial encanto los anecdotarios que se recopilan “y me han gustado mucho las fotografías en las que los novios dan un paseíllo antes de casarse o visitas de ilustres”, etcétera.

Particular llamada de atención le ha resultado la división de núcleos entre Brazatortas y La Estación, “que eran lo mismo, pero eran muy diferentes, hasta incluso para tener cada uno su propio equipo de fútbol que competían entre ellos”.

Por lo demás, “estamos muy contentos de que Eduardo Toledano haya pensado en nosotros y que el Ayuntamiento y la localidad no haya acogido como nos está acogiendo con su apoyo en esta presentación y en todo el recorrido que va a llevar el libro, que hoy [por ayer] no deja de ser el inicio”, dando las gracias Flores por todo ello.

También a sus lectores y ojeadores de las 180 fotografías retrospectivas que recapitula y en las que “muchos se van a ver, no ya retratados, sino reflejados y la gente más joven va a tener acceso a un mundo anterior y podrá conocer cómo era antes la vida en un pueblo”.

Páginas plenas de sentimiento, para el alcalde

Por su parte, el alcalde Pablo Toledano quiso recalcar que ayer viernes era “un día de celebración para todo el municipio porque se presenta un libro de Brazatortas, de su historia, de finales de los años 50 y 60”, pero no solo por eso.

El regidor abundaba así que contar “con un hijo del pueblo como cronista que hace una investigación histórica, con testimonios y fotografías, continuando un trabajo inmenso desde los años 70 y 80 y lo refleje también en este libro, es toda una celebración”.

Toledano Dorado coincidía en referir de ‘Nuestra vida de antes’ que lleva “la parte más emocional, casi sentimental de sus vivencias, en las que se van a ver reflejada cantidad de personas como hay aquí”.

Y también ponía en valor el dar protagonismo por parte de Eduardo a “esa parte de la intrahistoria que no recogen los libros de historia o lo hacen muy poco y que no interesa en esas obras por no atender a los devenires políticos, pero al final estas pequeñas historias hacen la Historia grande”.

“Son vivencias sentimentales desde pequeño, vivencias reales a algunas de las cuales le ha puesto algo de narrativa, pero que las personas que aparecen tienen nombre y apellidos y nos describe el pueblo tal y como era”, señalaba el primer edil.

También ponía en valor, como el editor, la oportunidad que se brinda a las generaciones más jóvenes de torteños “de tener constancia de cómo era la vida aquí, cómo era el municipio fundamentalmente agrícola y que tenía 3.500 habitantes”.

Pablo Toledano recordaba, asimismo, en alusión al anterior libro de Eduardo, ‘Cuando dejamos la boina’, que “hoy estamos en mil como consecuencia de la evolución del mundo del campo que obligó a emigrar y, con ello, hubo otras cosas que se perdieron”, esa sana convivencia y alegría de antaño y su crónica social que llevaba aparejadas.

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