A mi padre
Recuerdos de una batalla perdida
Fueron todos los que acontecieron
Aquel funesto día
En el que las huestes enemigas
Contra el soldado cristiano arremetieron.
Fuera cuando fuese
Hace doce años o hace siglos
La muerte asoló aquel campo de batalla
Mas no sólo fue mérito del enemigo.
A veces no se da importancia
A quien en la sombra actúa
O mediante estratagema se adueña
De todo aquello que posee vida.
Fue un diecinueve de julio,
Aquel en el que los latidos allí cesarían.
MANUEL CABEZAS VELASCO