Una buena gestión económica municipal debe acomodarse siempre a los bienes que poseen los ciudadanos del municipio en el que habitan y desarrollan su vida o su actividad económica. No es mejor la administración que más recauda y gasta, ni mucho menos, sino aquella que sabe acomodar sus ingresos a lo que reciben los contribuyentes por todos los conceptos en su nóminas, de no ser así, como ocurre en este momento en Ciudad Real, la presión fiscal asfixia a las familias e impide la generación de riqueza por parte de los autónomos y de las empresas. Así lo atestigua FECIR (Federación Empresarial de Ciudad Real) que muestra su disconformidad con el incremento de un 5% en Ciudad Real cada año del IBI unas veces directamente y otras subiendo el valor de los inmuebles por lo que todos los años sube el IBI.
Uno de los principales tributos o impuestos municipales es el llamado IBI (Impuestos de Bienes Inmuebles) por el que los ayuntamientos llenan sus arcas a costa, en muchas ocasiones de graves quebrantos en la economía familiar y empresarial, dado que este impuesto crece todos los años de una manera o de otra, y digo de una manera o de otra porque o sube el valor catastral de los inmuebles aunque los ayuntamientos se empeñen en decirnos que van a bajar el tipo impositivo, es decir el coeficiente que aplica el ayuntamiento al bien que posee el ciudadano o buscan cualquier estrategia para que nunca baje.
Dado que en Ciudad Real el tipo impositivo es el mayor de la región y un 30% más alto que el de los municipios de la provincia, no parece de recibo que se nos diga que se van a bajar dos o tres décimas y escalonadamente este impuesto porque hay margen más que suficiente para bajarlo del 0.92% actual al 0.62 media de la región y media de los municipios provinciales y de esta manera sí podríamos decir que se está haciendo un esfuerzo de ajuste presupuestario.
El impuesto sobre los bienes inmuebles se aplica teniendo en consideración dos aspectos: el valor del suelo y el valor de la construcción y algunos otros aspectos mucho menos significativos. Pues bien el valor del suelo en Ciudad Real se ha depreciado casi en un cuarenta por ciento y el valor de la vivienda desde 2007 hasta la fecha ha caído casi un 60% de su valor a pesar de la recuperación que se está experimentando, bueno pues a pesar de que bajan los dos componentes del impuesto, ocurre que el valor catastral sube todos los años, ¿Alguien puede entender esto?
El valor catastral sobre el que se aplica el tipo impositivo debería acomodarse a la realidad social y económica actual y debería subir o bajar conforme al valor del inmueble pero es curioso que mientras el ayuntamiento nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino bajando unas décimas el tipo, el valor catastral va subiendo cuando todos somos conscientes y sentimos que nuestros pisos valen casi la mitad que en el 2007.
A este proceder le llamo robo pero robo administrativo a los ciudadanos que se han visto diezmados los valores de sus inmuebles (Pisos y locales fundamentalmente) pero que tienen que pagar por su uso y posesión, cada año, un poquito o un muchito más porque el ayuntamiento quiere mantener el mismo ritmo de gasto que cuando los bienes tenían un valor casi el doble del que tienen ahora.
Esto no es de recibo y los ciudadanos empezamos a estar hartos de contribuir para que los ayuntamientos dediquen nuestro dinero a sus caprichos o a mantener una estructura de gasto que se debería adelgazar como adelgaza el valor de los bienes que poseen los ciudadanos. Los habitantes de Ciudad Real, en estos momentos, son más pobres que en 2007 pero los presupuestos del ayuntamiento han seguido creciendo porque siguen aumentando los impuestos especialmente, como antes decía, el IBI.
Por si este robo ya de por sí grave aún van más lejos y se inventan el impuesto de sucesiones para que los mismos bienes de los ciudadanos tengan que pagar el doble cuando los heredan los hijos por causa del fallecidos de los padres. ¿Pero hay algún impuesto más absurdo, ridículo y esperpéntico que un bien pague dos veces si su pertenencia pasa a otra persona? Como ya he indicado en otro artículo sobre este particular, el impuesto sobre los bienes que se trasmiten de padres a hijos es el más injusto que cabeza humana ha creado y mucho más discriminatorio dado que su aplicabilidad es totalmente diferente de una comunidad autónoma a otra.
Me da la impresión que aún hay legisladores y administradores públicos que tienen sus raíces ancladas en los siglos diez y nueve y veinte y que son incapaces de conocer el mundo en el que viven, más aún pienso que se pasan las noches obscuras, como decía San Juan de la Cruz, rompiéndose la cabeza para crear o diseñar nuevos impuestos y así hacer más esclavo al ciudadano. Se está extendiendo la idea entre la sociedad, por otro lado triste idea, que consiste en no poseer ningún bien para que de esta manera no sea perseguido por los impuestos, cada vez menos racionales.
Macrón, que ha ganado las elecciones francesas en segunda vuelta, ha prometido reducir la administración en 60.000 puestos de funcionarios y bajar el gasto público en 120.000 millones de euros. Piensen ustedes lo que ocurriría si esta promesa electoral la hubiera planteado un partido político español, pues yo se lo voy a decir: nadie le votaría y las voces de protesta inundarían nuestras calles y plazas porque por doquier se oiría la palabra Recortes, Recortes, Recortes sociales.
Deberían tener grabado en sus mentes todos los políticos que la creación de riqueza y de puestos de trabajo solamente se consigue rindiendo más, gastando menos y ahorrando cada día un euro. Soy consciente que los comunistas de Podemos no piensan así porque para ellos la riqueza debe estar en manos del estado como único capitalista que distribuye los bienes, los puestos de trabajo y que empobrece a todos como ha pasado donde otros iguales a ellos así lo han hecho. Es evidente que ese modelo social no lo quiere nadie cuando lo conoce implantado en la sociedad pero muchos ilusos lo alaban porque ellos aspiran a ser los dirigentes de las clases oprimidas.
Les pido, una vez más, como hacemos todos los ciudadanos que ustedes también se aprieten el cinturón, administren más con menos y den ejemplo muy necesario siempre pero más ahora cuando hay familias y personas que lo están pasando mal porque, entre otras cosas, los ayuntamientos y el nuestro en especial gasta todo lo que es capaz de recaudar y más aunque sabe muy bien que ese no es el camino de la recuperación, de la creación de riqueza y de puestos de trabajo. Bajen de verdad los impuestos y apoyen al ciudadano que paga lo que ustedes gastan.
Ocurre, que cuanto más se bajan los impuestos más crece la economía porque el dinero donde mejor está y mejor se emplea es en el bolsillo del contribuyente. Este axioma debería estar grabado en la mente de todos los políticos pero como bien saben ustedes cuando un producto sube casi exponencialmente como ha ocurrido con los energéticos el gobierno se lleva a sus arcas el tanto por ciento de la subida. Si el impuesto a los carburantes es del 60, más o menos, por ciento no es lo mismo cobrar el 60 por ciento de un euro que el 60 por ciento de dos euros y así en todos los productos y operaciones financieras que contribuyen al estado malgastador como el que tenemos en este momento tanto a nivel local como nacional.