Jesús Millán Muñoz.- Me pregunto cuántas personas, una persona ha conocido, ha hablado, aunque sea una frase con ella, cuántas personas has visto, con cuántas te has cruzado…
Según la categoría que utilicemos de percepción o de análisis, no es lo mismo, el número de personas que hayas hablado con ellas, aunque sea una frase en toda tu existencia, con todas las personas que te hayas cruzado físicamente, o con todas aquellas que hayas visto en medios intermediarios o instrumentales o técnicos (fotografía, televisión, cine, documentales), en este caso ya entrarían personas del presente y del pasado…
Suponemos, como en todo, habrá diferencias, algunas personas, solo habrán hablado con unos centenares en toda su existencia, y otras, con unos miles. Unas, se habrán cruzado físicamente, al lado, habrán visto físicamente, a miles, otras docenas de miles. En la tercera categoría de percepción debida a un medio instrumental o técnico (cine, televisión, Internet, fotografía, etc.) sucederá lo mismo, pero en este caso decenas de miles –alguien podría indicar pero no es lo mismo, mirarlo un segundo y no ser consciente, que hacerlo durante un minuto, aquí, ya entraría el grupo de personas del pasado…-.
Pienso y opino, opino y pienso que esto de los Big-data, algún día también entrarán en este tema o uno semejante y, harán probabilidades y estadísticas. Solo es cuestión de tiempo. Porque esta pregunta, que puede parecer baladí o sin importancia, quién sabe, si alguien hará un estudio de doctorando sobre este tema, y, pueda tener un valor, finalidad, aplicación, etc.
Pero si subjetivamente, tendría su importancia –hubo un tiempo, que pensé, que redactar textos, con errores o diferentes o diversos, sintácticos o semánticos, el no-estilo o lo feo, a semejanza que algunas tendencias estéticas, era conveniente para mi escritura-. En esta cuestión, que estamos buceando-nadando-degustando un poco. ¿Con cuántas personas usted ha hablado, al menos, una frase, o con cuántas personas ha percibido o visto al lado de usted, físicamente, sea a diez metros, sea a cien, que haya distinguido claramente, o solo hasta tres metros, etc.?
Esta cuestión puede que tenga más importancia, que la que pensamos. Si lo aplicamos a la historia, un campesino de hace mil años, con cuántas personas hablaba en toda su vida, aunque sea una frase. O, quizás, solo con unos cientos, pero hablaba más que ahora nosotros, que podemos dialogar con miles, pero solo unas cuantas frases, y con menos personas, diálogos largos que duran años… ¡Quizás, uno de los cambios del mundo moderno, sea este, y, que todavía no hemos estudiado…!
La Independencia Americana, la Revolución Francesa, ambas del siglo dieciocho, terminaron en Europa, con el Antiguo Régimen, y surgió el Nuevo Régimen, que es en el que estamos. Puede parecer mucho tiempo, pero solo son dos siglos. Desde la primera fase de la Revolución Industrial, 1750 aproximadamente, se han ido concatenando antes y después, revoluciones, empezando por las religiosas luteranas, las científicas, las políticas, las sociales, las económicas, las sanitarias, las demográficas, etc.
Ahora, estamos montados en un conjunto de olas, y sobre ellas volamos o caminamos, nosotros, hombres del pueblo, sin saber, muy bien, dónde nos lleva y llevan y dirigen. No sabemos, ni siquiera que en todo este magma y volcán si hay un orden. Si hay un plan diseñado y diseñante. O, solo está en parte, y, en otras dimensiones no. Cuánta causalidad y casualidad existe, cuánto orden y cuánto azar somos y estamos colectiva y socialmente…
Pregunto y me pregunto y cuestiono y me cuestiono, de esos miles de personas, que al menos, he hablado una vez, al menos una frase, con otras docenas de frases o cientos de frases. Me pregunto que habrá sido de ellos y de ellas. Qué suerte habrán tenido en la vida, habrán, algunos, que no he vuelto a ver, habrán tenido hijos, habrán sido medio felices y medio infelices, habrán tenido suficiente suerte económico o fortuna a y, en otros muchos sentidos. Algunos ya habrán fallecido. Si existe una Eternidad para el ser humano, una Eternidad Buena y otra Eternidad No-Buena, dónde estarán…
Un sujeto equis realiza una fotografía, construye un texto de palabras o una composición musical o…, y, la expone a la sociedad, sea con Internet o con otro medio. Y, es vista u oída o percibida o pensada o leída por unas docenas de personas, por cientos o millones. De alguna manera, también se produce un contacto entre una persona y otra, por un medio intermedio. Hemos indicado un texto simbólico, pero puede ser, alguien fabrica una cuchara, o forma parte de la producción de un tenedor. A cuántas personas le llega ese tenedor. A una familia. A un restaurante, y a lo largo de diez años, utilizan ese tenedor concreto, cientos de personas… ¡Y, así, podríamos continuar con otros temas…!
Muchas veces, me he preguntado, al observar y pensar obras realizadas por los seres humanos, quizás, muchos anónimos, ya en su tiempo, el Puente de Alcántara o el Acueducto de Segovia, realizados, en parte por obreros medievales o por esclavos o legionarios romanos… Todos anónimos, todos sin nombre. Pero cuántos millones de personas, han percibido esas realizaciones, cuántos han pisado sus piedras, para cuántos ese trabajo del pasado, de siglos ha sido beneficioso… ¡Algo del que puso esa piedra, le ha llegado a otro ser humano, después a los diez siglos…!
¡¿Una palabra o un acto, bueno y verdadero y bondadoso y bello, a cuántas personas ha podido afectar, esa bondad beneficiosa durante generaciones…?!
Terminamos y terminemos con este artículo: con cuántas personas usted, según su edad, y, multitud de circunstancias, habrá hablado al menos una frase. Solo queda que sea responsable, que cada frase o gesto o acto que haya hecho, o, al menos realice en el futuro, sea lo más verídico y verdadero y bondadoso y bueno y racional y prudente y útil y bello…