Miles de puertollanenses han recuperado la tradición más antigua de Puertollano tras el fin de las restricciones de pandemia y han acudido en masa, con colas como hace años que no se recuerdan, para degustar el guiso sagrado del Santo Voto elaborado en más de 20 ollas por el chef local José Ángel Sánchez Maya, de «Natural Food». En esta ocasión el estofado ha sido bendecido por el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, acompañado del párroco de la Virgen de Gracia, Pedro Crespo y de representantes de la curia.
Tras la función principal de la Virgen de Gracia, el obispo ha bendecido el guiso que guardaba el sabor y calor en una olla del Santo Voto de cerámica, como se hacía antaño, y el alcalde Adolfo Muñiz comenzaba el reparto de los 6.000 tuppers entre las miles de personas que aguardaban impacientes durante toda la mañana en lo que se ha convertido en una multitudinaria fiesta gastronómica a base de carne de ternera, patatas, cebollas, especias y aceite de oliva.
La gran afluencia de público ha obligado en un primer momento a dar una ración por persona que en pocos minutos volaban a manos de una larga hilera que se ha prolongado por buena parte del Paseo del Bosque.
Encuentro internacional sobre el hidrógeno verde en septiembre
En declaraciones a los periodistas el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, ha expresado su satisfacción por la vuelta a la normalidad de la tradición justo en una jornada en la que, además, Puertollano ha recibido la noticia de una nueva inversión de Repsol, que destinará 105 millones de euros a la construcción de una planta de «super polímero».
También se ha felicitado por los datos del paro conocidos este jueves, que apuntan a un descenso de 114 desempleados en el mes de mayo. Además, ha avanzado que en el mes de septiembre Puertollano albergará un encuentro internacional en el que participarán las empresas que planean el desarrollo de proyectos vinculados al hidrógeno verde y las energías renovables en el término municipal.
Recuerdo en tiempos de mi abuela, cuando por promesa a la virgen ella misma como penitencia se quedaba toda la noche pelando patatas y cebollas para elaborar el guiso del voto. Como tantos otros ciudadanos , en la fiesta del pueblo. Para el pueblo.