En Castilla-La Mancha el 51% de los universitarios y universitarias que trabaja a los cuatro años de terminar la carrera tiene un contrato indefinido, un porcentaje que se queda ocho puntos por debajo de la media nacional, y es de esperar que la situación pueda mejorar a partir de este año con la nueva regulación de la contratación surgida del acuerdo de reforma laboral.
Encarna Sánchez, secretaria de Formación de Comisiones Obreras CLM, ha valorado estos datos que figuran en la nueva estadística de inserción laboral de los egresados universitarios, un informe del Ministerio de Universidades que analiza la situación laboral actual de las y los estudiantes que terminaron su carrera en el curso 2015-2016.
El informe pone a Castilla-La Mancha como una de las comunidades donde el porcentaje de contratos indefinidos tras cuatro años de fin de la carrera es más reducido, aunque las diferencias no son grandes: “La media nacional de un 58,91% de indefinidos, y en Castilla-La mancha estamos en el 51,03%”. Quedan por detrás las comunidades de Andalucía, Extremadura y País Vasco. La Comunidad de Madrid y Cataluña tienen, por contra, los mejores indicadores.
Según Sánchez las limitaciones a la contratación temporal y la nueva regulación de los contratos formativos (en alternancia y para la práctica profesional), introducidas por la reforma laboral, “contribuirán a dotar de estabilidad a la contratación de nuestros jóvenes universitarios, hecho que tendrá un impacto positivo sobre el desarrollo sostenible de nuestro sistema productivo, extremadamente dependiente de la cualificación de las personas trabajadoras”.
El informe señala también algunos elementos interesantes, como que hay una tasa de afiliación media a la Seguridad Social de casi el 73%, y entre ellos un 7,34% son autónomos, “sin apenas diferencias entre universidades públicas y privadas cuando se mira quiénes están trabajando tras cuatro años y quiénes tienen ya un contrato indefinido”.
La secretaria regional de Formación ha destacado, además, que si desagregamos los datos por sexo encontramos que los egresados varones tienen una tasa de contratación indefinida 13 puntos superior a la tasa de contratación de las mujeres egresadas. No es menos relevante la brecha salarial de género que existe entre universitarios y universitarias: “La base de cotización de las mujeres egresadas con un empleo tras cuatro años de fin de su carrera universitaria está en 26.817 euros anuales, cuando la de los hombres supera los 29.000 euros”.
Sánchez concluye que “tenemos que seguir trabajando para incrementar la cualificación profesional de las personas de Castilla La Mancha, dando especial relevancia a la continuidad y desarrollo de la política universitaria y científica, fomentando su acceso, incrementando sus recursos y potenciando la investigación, la innovación y la coordinación con la formación profesional en el ámbito educativo y laboral”.