Puertollano encara la odisea del hidrógeno verde como reconversión industrial: «Atraerá empresas y abaratará la factura energética en la ciudad»

Puertollano afronta la odisea del hidrógeno verde como vector de energía con una tecnología «que parece de Star Wars» y la aspiración de transformar la economía local, atraer más empresas y elevar el bienestar de los vecinos abaratando la factura energética. La ciudad, obligada a abandonar el carbón ante los retos de la lucha contra el cambio climático, ha apostado por las renovables y el hidrógeno como trampolín hacia su propia reconversión industrial.

«No hay marcha atrás en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2030», recuerda el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, quien, en una entrevista concedida a este digital, habla de un proyecto global de desarrollo empresarial y bienestar ciudadano. 

Se trata de salvar el planeta buscando energías limpias y alternativas, pero también de dar continuidad al progreso económico. Y el hidrógeno, a su juicio, reportará más atracción empresarial al municipio, más puestos de trabajo y una energía más barata para la ciudadanía, si finalmente se cumple el libreto. Es decir, nuevas empresas colmando las parcelas del polígono industrial La Nava, una industria alternativa que se alimente del hidrógeno, y unos hogares que puedan beneficiarse de calefacción y agua caliente más baratas usando una fuente energética apoyada y consagrada por la Unión Europea y los fondos de recuperación comunitarios.

El hidrógeno verde que se producirá en Puertollano tras la inauguración de la planta de Iberdrola para consumo industrial se genera por electrólisis, un proceso que consiste en romper la molécula de agua, obteniendo hidrógeno y oxígeno, «una tecnología que parece de ‘Star Wars’ por su alto nivel tecnológico y su alta efectividad», ha llegado a asegurar la compañía.

Se trata, explica Adolfo Muñiz, de una energía barata, limpia y sostenible, toda vez que la capacidad y características hídricas del pantano de Montoro garantizarían el suministro de agua, aunque el quid de la cuestión no es la riqueza que pueda generar por sí misma. Lo mollar del asunto es la «gran atracción de empresas», recalca el regidor, al margen de que la ciudad consiga un estatus vanguardista bajo la marca H2, el sol y, quizá, el viento. «Lo importante es que el hidrógeno puede generar trabajo, beneficios y bienestar», enfatiza.

En este sentido, la planta de RIC Energy en el polígono industrial La Nava está proyectada para ser embrión de algo más grande. El proyecto, que sigue superando trámites y en el que también participará una gran compañía española, consiste en la construcción de una especie de «subestación» de hidrógeno verde, es decir un sistema de electrolizadores alimentados por los numerosos huertos fotovoltaicos de la comarca Puertollano (hasta 20 en proyecto) capaces de generar cientos de megavatios para surtir de energía a las diversas empresas que ya están interesadas en instalarse en el polígono, según explica Muñiz.

Habrá trabajo en la propia planta, pero también un efecto de atracción para nuevos proyectos. El alcalde asegura que hay un «gran interés» empresarial por aterrizar en La Nava, incluidas las fases que aún están pendientes de adecuación y urbanización con fondos Miner, hasta el punto, asevera, de que hay reservas en prácticamente todas las parcelas. El alcalde afirma que tienen su mirada puesta en Puertollano «proyectos muy importantes, fundamentales para la ciudad, que vienen de la mano de muchos puestos de trabajo», y no ha ocultado su ansiedad por poder anunciarlos si todo marchara según lo previsto, tanto desde el punto de vista económico como administrativo, y se confirmen las ayudas solicitadas vía PERTE.

Ferrosolar arrancará en septiembre

Lo que sí parece que podrá anunciar en breve, probablemente el próximo mes de septiembre, es la esperada puesta en marcha de la fábrica de purificación de silicio que ultima Ferrosolar en el polígono La Nava tras más de un lustro de tribulaciones. Aquí, recuerda, se producirá silicio de un 99% de pureza, «el más puro del mundo», que ofrecerá más capacidad de almacenaje en baterías y placas solares.

Además, a juicio de Muñiz, atractivos no faltan en este polígono: precio a dos euros el metro cuadrado, bonificaciones fiscales de hasta un 95% vinculadas a la creación de puestos de trabajo, la presencia de una potente planta de generación de hidrógeno verde y de grandes compañías transnacionales, la disposición –prácticamente a pie de fábrica– de la futura red electrificada de ferrocarril con Extremadura y Portugal, y la construcción de la variante Norte –cuyo proyecto está en fase de expropiación de terrenos– que enlazará tren y N-420 con la autovía del Mediterráneo y la A-4 hacia Madrid.

La guinda, añade, la pone la presencia en la ciudad minera del Centro Nacional del Hidrógeno como «nodo científico» de apoyo a los proyectos empresariales, que además verá incrementados notablemente su presupuesto y plantilla como eje protagonista de la Hoja de Ruta del Hidrógeno y de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica puestos en marcha por el Gobierno de la Nación.

La factura más barata gracias a una «red de calor» urbana

El alcalde también ha resaltado el factor de «bienestar» ciudadano que aportarán proyectos ya en marcha, relacionados con la generación de hidrógeno y otros procesos industriales, y que, dice, permitirán a los vecinos «abaratar la factura de la energía hasta un 20%». Es el caso de la implantación de una red de distribución de calor para el suministro de calefacción y agua caliente a lo largo del casco urbano de Puertollano, desde la planta de producción de hidrógeno verde de Iberdrola, para dar servicio a las diversas zonas de la ciudad, incluido el nuevo hospital, actualmente en obras.

La premisa es aprovechar todo el calor generado por los procesos industriales que fuga a la atmósfera, capturarlo y canalizarlo en una red de tuberías, que se instalarán aprovechando los planes de obra de la Diputación de Ciudad Real. De este modo, una vez instalada la red, las comunidades de vecinos podrán optar por prescindir de las calderas tradicionales y de los combustibles fósiles, abaratando el coste en un 20%.

«Puertollano se erige así en ejemplo de municipio circular de energías limpias, procesos de transformación, reducción de emisiones y reducción de costes energéticos para los vecinos», subraya el alcalde. Un proyecto con el mismo espíritu será el de Eco Energías, que pretende crear una infraestructura de red de calor con energías renovables y gestionar y suministrar con combinación de energías (solar, bioenergía, almacenamiento térmico y calor residual) para atender a cerca de 3.000 viviendas.

La aspiración del alcalde es conseguir que los ciudadanos de Puertollano paguen por la energía un precio más acorde con su valor real de producción aprovechando la innovación de estos proyectos, su cercanía a la ciudad, el apoyo de la Unión Europea y la figura de las comunidades energéticas. De hecho, hay un proyecto presentado a los planes de recuperación y, por tanto, aún pendiente de aprobación: se trataría de modernizar el suministro energético de la barriada Fraternidad (donde se ubicarán el nuevo hospital y la nueva Comisaría de Policía Nacional) mediante la conexión de las viviendas a la red de calor y la bonificación total, por parte de la empresa, de las obras domésticas de acondicionamiento y aislamiento necesarias.

En suma, concluye el alcalde, la aventura de las renovables y el hidrógeno abre «un nuevo horizonte» para Puertollano, entre las incertidumbres del proceso de descarbonización, en el que los factores de sostenibilidad, empleo y bienestar aparecen como una constante.

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