Dr. Juan José García Cruz. Médico especialista en Anestesia y Reanimación y coordinador de Sanidad del PP-CLM.- Hace escasos días conocíamos el Informe sobre Listas de Espera del Sistema Nacional de Salud, el llamado Informe SISLE-SNS. Este informe se viene elaborando por parte del Ministerio de Sanidad desde el año 2003 y no es hasta diciembre de 2016 cuando los datos vienen desagregados por comunidades autónomas. A partir de ese momento, y esta es la gran novedad, cada comunidad autónoma ve reflejados sus datos en dicho informe y se puede ver la evolución de los distintos indicadores por comunidades autónomas en relación a la media nacional.
El Informe SISLE-SNS no estudia todas las especialidades quirúrgicas existentes ni todos los procesos quirúrgicos que se realizan a diario en nuestros hospitales sino que básicamente recoge la evolución de catorce especialidades y once procesos.
Pues bien, si analizamos los datos desde diciembre de 2016 vemos que Castilla-La Mancha es, sistemáticamente, la comunidad autónoma con los peores datos en los dos indicadores más importantes que se estudian. Estos indicadores son el “porcentaje de pacientes con más de 6 meses en listas de espera” y el “tiempo medio de espera en días”.
Para sorpresa de todos, o al menos de casi todos los que estamos al corriente de este tipo de estudios, el día 2 de mayo la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha hace pública una nota de prensa donde afirma que “Gracias al trabajo en red y al plan armado por el Gobierno de Emiliano García-Page para reducir las listas de espera quirúrgica, en Castilla-La Mancha se ha pasado de esperar una media de 286 días para ser intervenidos en diciembre de 2020, lo que nos convertía en la Comunidad con más espera, a 113 días en diciembre de 2021, lo que nos sitúa por debajo de la media nacional que es de 123 días”. A nadie se le escapa que haciendo una simple resta se ha reducido en 173 días el tiempo medio de espera para ser operado.
Para ilustrar este salto de gigante se puede ver en la siguiente gráfica lo que esto supone en relación a la media nacional y al resto de comunidades autónomas:
En la gráfica podemos observar cómo la evolución de este indicador entre las distintas comunidades autónomas entra dentro de unas variaciones más o menos creíbles y de esperar pero el salto en Castilla-La Mancha es cuando menos sorprendente.
Pero la cosa no queda ahí. En el otro indicador más importante, esto es, en el del porcentaje de pacientes con más de 6 meses en listas de espera, Castilla-La Mancha ha pasado de un 56,1% al 0,9% que es tanto como decir que nuestra sanidad ha solucionado de un plumazo y en solo un año todo el problema de las listas de espera quirúrgicas. Este dato no tiene parangón alguno en todo el territorio español y significa un punto y aparte desde que en el año 2016 el Ministerio de Sanidad analiza los datos por comunidades autónomas.
En la siguiente gráfica se representa la evolución por comunidades autónomas del porcentaje de pacientes con más de 6 meses en listas de espera:
Podemos observar cómo la evolución de este indicador en Castilla-La Mancha, primera y segunda barra de la gráfica, rompe de una forma brutal con la media de la evolución del resto de comunidades autónomas para el periodo 2020-2021. Castilla-La Mancha ha pasado en solo un año del 56.1% al 0,9% de pacientes que tienen que esperar más de 6 meses para ser operados. Esta disminución de casi el 100% no hay quién se la crea.
El Sr. García-Page nos lo viene anunciando desde hace algunos meses diciendo que para finales de 2021 Castilla-La Mancha tendría unos datos en listas de espera quirúrgica por debajo de la media nacional y al menos sobre el papel lo ha conseguido. Otra cosa es lo que pensemos los que conocemos la realidad de nuestras listas de espera quirúrgicas y sobre todo lo que piensen los miles de castellano manchegos que las están padeciendo en sus carnes.
Alguien debería dar explicaciones de estos datos que no se cree casi nadie en Castilla-La Mancha.
El papel lo aguanta todo pero la realidad no la puede esconder ningún tipo de tinta ni hay papel que la soporte por mucho tiempo.
Y la realidad es que Castilla-La Mancha lleva padeciendo las peores listas de espera quirúrgicas desde que en el año 2016 tenemos datos por comunidades autónomas.
Lo que ha sucedido para que el informe de diciembre de 2021 rompa toda esta tendencia de malos datos en nuestra comunidad no se puede explicar, como dice la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en su nota de prensa, “Gracias al trabajo en red y al plan armado por el Gobierno de Emiliano García-Page para reducir las listas de espera quirúrgica”, sencillamente porque no se ha armado ningún plan, al menos en la sanidad pública, para reducir nuestras listas de espera y el trabajo en red no puede explicar por si solo estos datos.
Pueden intentar maquillar los datos sobre listas de espera quirúrgica, pero la realidad es que quien pierde en todo esto son los pacientes y sus familiares que llevan años padeciendo los malos datos de nuestra comunidad y siguen esperando una intervención quirúrgica, prueba diagnóstica y/o terapéutica o una consulta.
Querer quitarse de un plumazo las listas de espera quirúrgica, después de dos años tan duros de pandemia que ha tenido prácticamente paralizada la actividad quirúrgica de nuestros hospitales, es cuando menos una indecencia y una falta de respeto hacía tantos miles de castellano manchegos que llevan años y años esperando para ser operados y hacia sus familiares, pues estos también sufren sus consecuencias.
El Gobierno del Sr. García-Page debería dar explicaciones sobre estos datos y hacerlo en sede parlamentaria y además permitir una auditoria que esclarezca la verdad.
Todos deberíamos reflexionar y tendríamos que empezar a poner los cimientos para que esta lacra de las listas de espera acabara de una vez y esto pasa por tener transparencia en los datos y poner en marcha un Plan de reducción de listas de espera.
La sociedad lo agradecería y el futuro sería más esperanzador.