FENAVIN ha acogido en su segundo día de feria una cata muy especial para 35 invidentes, impulsada por la Organización Nacional de Ciegos (ONCE). Después de la experiencia vivida en anteriores ediciones, este grupo de hombres y mujeres ha podido apreciar las características del vino y disfrutar de sus matices, guiados por un experto enólogo que previamente ha realizado una selección de los caldos.
La cata, organizada por Globalcaja, ha estado dirigida en esta ocasión por Custodio Zamarra, exsumiller del Restaurante Zalacaín, con el objetivo de acercar el mundo del vino a las personas invidentes, un producto que hay que catar activando fundamentalmente los sentidos del gusto y del olfato.
Zamarra ha confesado que se siente muy emocionado por dirigir por primera vez una cata de estas características. “Si hay algo en lo que no ver entre comillas puede tener alguna ventaja es en la cata de vinos, ya que estas personas tienen más desarrollados los sentidos del gusto y del olfato y la vista en el vino al final no es tan importante”, ha asegurado. De este modo, los presentes han podido valorar algo que no ven, a través del resto de sentidos.
“Es una experiencia muy importante porque he servido a muchas personas que no pueden ver, pero es la primera vez que hago una cata para ellos. Además, ete tema me produce mucha sensibilidad porque mi abuelo era ciego, una tía mía era ciega y mi padre tenía una visión de un 15%, por lo tanto para mí es una experiencia muy bonita”, ha remarcado el experto.
Entre los asistentes a la cata se encontraban Pedro Gómez, María del Castillo y María Jesús Molina, que han coincidido en destacar la oportunidad que se les brinda con esta actividad para diferenciar los matices del vino. “Me gusta mucho el vino y me gusta aprender y conocer vinos de nuestra tierra, donde tenemos tan buenos caldos”, ha destacado María Jesús Molina, una joven invidente que asiste por primera vez a una cata de estas características. “Estamos muy agradecidos de que nos den la oportunidad de participar de este modo en FENAVIN porque aunque no veamos, podemos sentir cómo sabe el vino y cuál es su aroma”, ha explicado la María del Castillo.
Custodio Zamarra ha propuesto a los participantes un recorrido por cinco vinos castellano-manchegos “muy interesantes y diferentes”, para finalizar con un tinto riojano más potente.
