El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha (CERMI CLM) ha reclamado que la inclusión, el bienestar y los derechos de las personas con discapacidad deben comenzar desde la infancia, puesto que en esta primera etapa las niñas y los niños con discapacidad y su entorno familiar están más expuestas a la quiebra de sus derechos y a sufrir la carencia de apoyos y recursos que comprometan su proceso de inclusión, lo que condiciona gravemente su futuro.
Una reivindicación que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Fundación CERMI Mujeres (FCM) hacen en su manifiesto para el Día Nacional de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y a la que también CERMI CLM se suma.
Esta efeméride se celebra cada 3 de mayo desde que fuera establecido oficialmente por el Consejo de ministros en 2019, a propuesta del propio CERMI. En este 2022 el Comité ha querido poner el foco en uno de los colectivos más vulnerables de entre las personas con discapacidad, así que su manifiesto, bajo el título ‘niñas y niños con discapacidad, inclusión desde el principio’, se ha dedicado a la defensa de los derechos de la infancia con discapacidad, poniendo énfasis en el artículo 7 de la Convención de 2006.
En él se especifica que “las niñas y los niños con discapacidad son parte inseparable de la infancia, que es plural y diversa, con la que han de relacionarse e interactuar como unos iguales más, en entornos compartidos, inclusivos y respetuosos, sin que sean admisibles separaciones divisivas que aparten de la vida en comunidad”.
En este sentido, ambas entidades han destacado la necesidad de identificar y detectar las situaciones de discapacidades en la infancia lo más tempranamente posible, y han asegurado que se debe regular la atención temprana y el desarrollo infantil como “derechos subjetivos exigibles, vinculantes, universales y gratuitos para toda la infancia con discapacidad, así como con deficiencias o alteraciones de salud y en el desarrollo susceptibles de generar una situación de discapacidad”.
Asimismo, ha exigido para la infancia con discapacidad una atención y prestaciones sanitarias de calidad, y entornos seguros con relaciones igualmente seguras, “en los que quede preservada siempre su integridad y bienestar, protegidos contra cualquier forma de violencia, maltrato y abuso, especialmente del acoso asociado a motivos de discapacidad y preservados contra la privación lingüística”.
Por otro lado, CERMI y la FCM han afirmado en su manifiesto que “la discapacidad no es neutra en términos económicos y de renta”, ya que “la discapacidad lleva consigo casi siempre menor renta disponible y también mayor gasto”. Contra esta situación que califican de “agravio económico por motivos de discapacidad”, piden que se otorgue a la discapacidad “el mejor tratamiento en todas las políticas y sistemas de protección social y de salud (Seguridad Social, Sistema Nacional de Salud, servicios sociales, autonomía personal y atención a la dependencia, rentas básicas, fiscalidad, etc.)”.
Este manifiesto, además, reivindica el derecho de la infancia con discapacidad a una imagen social positiva y respetuosa, el derecho al ocio inclusivo, y ha defendido un abordaje de las situaciones de discriminación contra la infancia con discapacidad desde una perspectiva interseccional, además de recalcar que “es preciso combatir por todos los medios la soledad forzosa en los niños y las niñas con discapacidad”.
Finalmente, las entidades han exigido que “las niñas y los niños con discapacidad, y sus familias, figuren como dimensión específica en todas las políticas públicas de desarrollo rural inclusivo y de lucha contra la despoblación”, y han pedido que “la próxima implantación en España de la Garantía Infantil, como mecanismo específico dirigido al bienestar de la infancia, asuma la dimensión inclusiva de atención intensificada a las niñas y los niños con discapacidad”.