Al conmemorarse mañana, 3 de mayo, el Día Internacional de la Libertad de Prensa, el Grupo de Amnistía Internacional en Ciudad Real quiere recordar que una prensa independiente, que informe sobre los asuntos que conforman nuestras vidas, es una de las piedras angulares de cualquier sociedad libre. Sin embargo, en algunos países, quienes ejercen el periodismo se enfrentan a diario a amenazas, agresiones, e incluso la cárcel o la muerte. Desgraciadamente son muchos los y las periodistas en todo el mundo que se ven gravemente amenazados en su “labor de informar”.
Pero no sólo la prensa tradicional está en riesgo. Internet se usa cada día más como herramienta para ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión, de información, opinión y de pensamiento, y para alzar la voz contra el poder y las violaciones de los derechos humanos. Elmundo digital permite que un número mucho mayor de personas tengan acceso a la información que necesitan, incluida aquélla que pone en entredicho a gobiernos y empresas. La información es poder, e Internet ofrece la posibilidad de empoderar de manera significativa a millones de personas en el mundo; por ello los gobiernos de los países luchan por controlar el ciberespacio, bloqueando el acceso a Internet, cortando las redes de telefonía móvil o utilizando sofisticada tecnología para leer correos electrónicos privados de activistas y periodistas.
El software espía Pegasus, de la empresa israelí NSO Group, tan de plena actualidad estos días en España, ha sido denunciado por Amnistía Internacional, que ha documentado su uso contra periodistas en países como Marruecos o El Salvador.
En Rusia, Irán y otros muchos, los gobiernos están dinamitando las redes sociales y creando leyes restrictivas del ciberespacio para aniquilar la libre difusión de la información y para manipular la opinión pública, ocultando así las graves violaciones de los derechos humanos que se cometen en esos países. Proyectos como la “ley reguladora del ciberespacio”, en Irán, o la de “agentes extranjeros”, en Rusia, son clara muestra de ello.
En países del África subsahariana como Angola, Burkina Faso, Madagascar, República Democrática del Congo, Senegal, Tanzania, Togo y otros, se suspendieron periódicos y emisoras de radio y televisión, incluso de forma violenta, arrasando sus sedes y amenazando a sus profesionales.
Asesinato de Jamal Khashoggi
En Oriente Medio, los gobiernos de países como Arabia Saudí, Líbano o Yemen, están detrás de escalofriantes campañas de represión contra periodistas y defensoras y defensores de derechos humanos, que incluyen detenciones ilegales, torturas y asesinatos. En Arabia Saudí, más de dos años después del asesinato de Jamal Khashoggi, altos funcionarios involucrados en su ejecución extrajudicial continúan eludiendo la acción de la justicia y son libres de seguir ejerciendo su brutal represión de la disidencia pacífica.
Gobiernos de países del norte de África como Argelia, Egipto, Túnez o Libia, han intentado aniquilar las protestas ciudadanas pacíficas en demanda de cambios políticos, deteniendo a cientos de personas entre activistas, periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos y simples manifestantes, a quienes han recluido en prisión preventiva o han condenados en virtud de cargos imprecisos relacionados con la seguridad nacional y el terrorismo.
En México, uno de los países donde se ejerce más violencia contra periodistas profesionales y los llamados periodistas ciudadanos, el reguero de asesinatos es estremecedor. En lo que va de 2022, se ha asesinado a ocho periodistas, y decenas de periodistas se encuentran bajo amenaza de muerte por pretender informar sobre lo que está ocurriendo en el país, en el marco de una absoluta impunidad.
La “no invasión” de Ucrania y más censuras en Rusia
La invasión de Ucrania por parte de las fuerzas armadas rusas y las protestas generadas en todo el país, ha desatado una nueva ola de represión en Rusia. El órgano regulador Roskomnadzor impuso la censura para silenciar la disidencia. El 24 de febrero ordenó que todos los medios de comunicación usaran exclusivamente fuentes oficiales que tuvieran el beneplácito del Estado y advirtió que, de no hacerlo, se enfrentaban a penas graves por difusión de “noticias falsas”. Quedó prohibido usar las palabras “guerra”, “invasión” y “ataque” para definir las acciones militares de Rusia en Ucrania. Según OVD-Info, ONG de observación de la actuación policial, al menos 13.800 personas que se manifestaban pacíficamente han sido detenidas arbitrariamente en las concentraciones contra la guerra celebradas en toda Rusia desde el 24 de febrero.
Esta situación no puede continuar. Hoy más que nunca es necesario defender la libertad de prensa y la independencia de los medios de comunicación, sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de una prensa libre, veraz y no manipulada, y llamar la atención sobre la arriesgada labor de quienes ejercen esta importante labor de informar, y recordar y rendir homenaje a la gran cantidad de periodistas que han sufrido amenazas, agresiones, torturas, han terminado en prisión o incluso han perdido la vida.
No hay objetividad clara de asuntos estancados sin resolver, como lo del oriente medio la corrupcion de los estados antidemocratas como (Turquia Siria,Iran),y el acoso de estos al confederalismo drmocrata del norte de Siria por la convivencia entre todas las etnias y creencias, cuando todavia no salimos de una guerra empieza otra olvidando lo pasado girando la mirada a lo nuevo,y los medios de informacion son brutalmente reprimidos