El alcalde de Argamasilla de Calatrava presidía el pasado sábado, 23 de abril, el acto con que la localidad celebraba con mayúsculas la conmemoración del Día del Libro, sobre todo por compartir el acto de celebración de una querida obra local de alcance universal.
Porque la procedencia de los 73 relatos ganadores de todos y cada uno de los premios que por espacio de 25 años han concurrido, victoriosos, en las respectivas ediciones del Certamen de Relatos ‘Villa de Argamasilla de Calatrava’, de Librería Delfos, así lo atestigua.
Una trayectoria que, para Ruiz Valle, “muestra las inquietudes culturales que hay en nuestro municipio”, agradeciendo al mentor del certamen, Javier Lozano y al editor del libro, Julio Criado, a seguir perseverando en este sentido.
Un selecto acto celebrado en el salón plenario consistorial desde las siete y media de la tarde y en el que, junto a los mencionados, también estuvieron presentes la responsable de la Biblioteca Municipal o el concejal de Bienestar Social y varias decenas de asistentes.
Lozano agradecía a instituciones, empresas y personas que, de alguna manera, “su apoyo en esta andadura del certamen”, al igual que a la totalidad autores concurrentes durante los 25 años “y en especial a los premiados que han permitido dar forma a este libro”.
El emblemático librero rabanero daba cuenta de la modestia con que nació el concurso literario, pero que “con la pretensión del fomento de la creación literaria tanto local como externa” y su satisfacción, pasados los años, radica en haber logrado el objetivo.
Algo a lo cual han contribuido los relatos recibidos desde “prácticamente todos los puntos del país e incluyo allende nuestras fronteras”, explicaba Javier, aludiendo a países de Europa, de Latinoamérica e incluso de Estados Unidos, “todos escritos en castellano”.
Entrega de premios
El acto incluyó, precisamente, la entrega de premios a los ganadores del XXV Certamen de Relatos en Prosa ‘Villa de Argamasilla de Calatrava’, otorgado en la categoría principal a Javier Molina Palomino y como finalista a Ernesto Tubía Landeras, en tanto que Antonio Fidel Cruz Dueñas, recibía el de categoría local.
También se entregaban los premios a los escolares de los colegios rabaneros cuyos diseños de marcapáginas fueron los más valorados por el jurado respectivo.