La tertulia decana de la Semana Santa de Ciudad Real lleva trece años consecutivos ofreciendo un espacio de análisis y diálogo sobre diferentes aspectos de las hermandades. Este año ha celebrado 4 tertulias, entre ellas en la que participó Abel Moreno, leyenda viva de las marchas procesionales en España.
La Asociación Cultural Codal de Plata celebra este jueves a partir de las 21 horas -Bar España- la cuarta y última tertulia de la temporada en la que se realizará una valoración de la Semana Santa 2022. En esta ocasión, los invitados serán el fotógrafo Juan Ángel Montoya, el nazareno José Luis Toribio y el costalero Javier Cruz.
La tertulia decana de la Semana Santa de Ciudad Real lleva trece años consecutivos ofreciendo un espacio de análisis y diálogo sobre diferentes aspectos de las hermandades y cuenta entre su histórico de invitados con reconocidos artistas, capataces, costaleros, músicos o periodistas. De hecho, un total 110 invitados distintos han participado en sus 52 tertulias celebradas hasta la fecha.
Esta Cuaresma se han celebrado otras tres tertulias: “Los priostes, una labor callada”, “Ética y estética de la Semana Santa. Desacralización constante” y café coloquio para recibir al compositor Abel Moreno, leyenda viva de la música procesional. La visita de Abel Moreno coincidía con el 35 aniversario de “La Madrugá”, la célebre marcha de la Semana Santa de Sevilla y una de sus 200 obras.
Resulta lamentable que sea el Codal de Plata quien tenga que poner nota a la Semana Santa. Normalmente, en este tipo de tertulias participan los mal llamados «cofrades», es decir, gente que no mueve un dedo por la Hermandad en todo el año y está acostumbrada a doblar poco el lomo. Eso sí, no pierden ocasión de ponerse corbata y pañuelito para hablar de algo en lo que ellos se consideran expertos y voces autorizadas.
En verdad lo que se produce en estos círculos cofrades es una crítica despiada a las Hermandades, la mayor de las veces sin fundamento y de forma obsesiva. Todo esto genera en hastío y cansancio de las Juntas de Gobierno que se pasan el año entero partiéndose la cara hasta que finalmente, cansado de recibir críticas en la barra del bar y bajo el sonido de los hielos, deciden abandonar el cargo. Ese momento podía ser aprovechado por estos «cofrades» para tomar más riendas de la Hermandad pero nada más lejos de la realidad, ya que prefieren seguir viviendo de su imagen y seguir machacando y triturando Hermandades y personas. Evidentemente no tienen la valentía suficiente para hacer la valoración en donde se debe hacer: en la Junta General de hermanos y prefieren ocultarse en el ambiente tabernario que es donde se encuentran cómodos, cual cochino en el fango