Julián Plaza Sánchez. Etnólogo.- Los dos tronos de la Hermandad del Silencio de Ciudad Real fueron tallados por Francisco Hurtado en 1951, tallista también valenciano, que desgraciadamente murió joven unos años después de realizar la obra. En 1978 estos tronos se acoplaron sobre bastidores con patas de hierro, confeccionados en Miguelturra por un coste de 45.000 pts.
En los años setenta dejó de procesionar el trono del Cristo, para acoplar los varales y que los costaleros pudiesen llevarlo. Temporalmente el Cristo hacía su estación de penitencia en otro trono de madera realizado por el carpintero de la Hermandad, José Palencia. Esta fotografía es del año 1976, fue la primera salida donde el Cristo volvió a ser portado a hombros con el mencionado trono.
Con anterioridad a los tronos de los que estamos hablando, la imagen del Cristo en los primeros años, procesionó en andas. La Virgen desde su inicio fue en trono, y el tallado de su carroza es del año 1944, que fue cuando se incorporó a la Hermandad.
El trono del Cristo mide de ancho 2.26 m., de largo 3.60 m. y con varales, si están empotrados 6,41 m y en máxima extensión 8,46 m. Los candelabros instalados en el trono miden 53cm.Una vez montado, su peso se aproxima a los 1.600 kg.
El trono de la Virgen tiene una anchura de 2,08 m. y su longitud es de 3.10 m. y con varales, si están empotrados 5,52 m. y en máxima extensión 7,58 m. Una vez montado, su peso es de 1.200 kg. Del primitivo trono de la Virgen solamente se conserva la parte posterior y se encuentra en la Casa Hermandad.
En el año 2002 se cambiaron los varales de ambos tronos, haciéndolos más largos para que pudiesen llevarlos un número mayor de costaleros. Nos encontramos ante unos tronos de estilo barroco. El del Cristo tiene tallados relieves de la pasión y en el frente la cruz de la Hermandad y decorado en pan de oro. El de la Virgen lleva tallas de la vida de la Virgen y en el frente, la cara de la Virgen tallada. Las maderas del fondo eran plateadas y las tallas doradas. Ambos tronos han sido restaurados en los talleres de Lara de Socuéllamos, el de la virgen en 1994. Se doró todo y costó 2.300.000pts. El del Cristo se restauró el año 1995, dorándolo de nuevo y reponiendo las tallas que faltaban.
Durante bastantes años ocupando prácticamente la cabeza de la procesión, ya que se colocaba en el tramo que forman los cofrades que portan cadenas, ha desfilado un pequeño “paso”, aunque muy pesado, que un año llevó el Cristo de Sanz Herranz y el resto una cruz de Jerusalén. Este tenía como objetivo colocar un equipo de megafonía en la cabeza de la procesión para facilitar que todos los cofrades pudiesen oír, lo más nítido posible, las meditaciones. Este pequeño paso, el primer año fue portado por chicos, el resto de años por mujeres de la Cofradía.
