El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se ha marcado como objetivo, desde la oposición que lidera y en lo que queda de legislatura, «convencer a la mayoría socialista de que más impuestos no es la solución». Avisa de que en caso de no conseguirlo, asumirá este propósito cuando sea presidente de la región.
«Dentro de un año, cuando sea presidente de Castilla-La Mancha, iniciaremos la senda de bajada de impuestos de Madrid, Galicia y Andalucía», ha asegurado en una entrevista con Castilla-La Mancha Media recogida por Europa Press, donde ha dicho que ahora, el consenso nacional que encara el nuevo PP de Núñez Feijóo pasa por, entre otros extremos, «trazar una senda de rebaja fiscal» para mejorar la economía, «lo que realmente importa al conjunto de los castellanomanchegos.
Por ello ha propuesto imitar el modelo de Galicia, con supresión de impuestos y rebajas del IRPF, ya que «es injusto que los castellanomanchegos paguen más impuestos que en otras comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular».
Abundando en ello, ha citado informaciones que apuntan a que «las cinco comunidades autónomas gobernadas por el PP están generando empleo, riqueza y bienestar más que las otras nueve comunidades autónomas gobernadas por el PSOE juntas».
«El Gobierno de Sánchez está haciendo caja con los españoles. Ha aumentado un 15% la recaudación. Pero claro, hay que mantener 23 ministerios y el Falcon», ha criticado, poniendo en contra que el Gobierno andaluz, bajando impuestos, «ha conseguido mejorar la creación de empleo y generar más riqueza».
En otro orden de cosas, ha hablado de la «ilusión por un cambio político» generada en el Congreso de Sevilla del Partido Popular de la mano de «un político de Estado que será el próximo presidente de España», como es Alberto Núñez Feijóo.
Ha sacado pecho igualmente por el papel de los ‘populares’ castellanomanchegos, que han conseguido una «alta representación» dentro de la cúpula del partido, con la figura de Carmen Navarro en una de las vicesecretarías.
En este punto, Núñez ha evitado responder al hecho de que Carmen Navarro llegó a firmar la petición del PP para mantener el trasvase Tajo-Segura, y ha esquivado dar respuesta aludiendo a que el PSOE y Emiliano García-Page han votado «21 veces en contra de recuperar la carrera profesional sanitaria».
Así, ha hablado de los 1.578 hectómetros cúbicos que «se han trasvasado desde que García-Page es presidente». Por todo ello, ha recordado que fue el PP «quien propuso la Mesa del Agua» y quien potenció el acuerdo, pero un año y medio después «no se ha aplicado ninguna medida».
«Voy a seguir trabajando este año por que el agua sea un elemento de oportunidades, y cuando sea presidente de Castilla-La Mancha la usaremos para dar riqueza, confianza, certidumbre y crecimiento al sector primario de Castilla-La Mancha», ha enfatizado.
El canon del agua, recogido en la ley del Agua pero dejado en suspenso por el Gobierno regional, ha tenido protagonismo en la entrevista, y en esta línea Núñez ha asegurado que muchos alcaldes socialistas están reclamando su derogación total.
En este objetivo ha reparado en la Proposición No de Ley del Grupo Popular para buscar esa derogación total: «Page puede no cobrarlo, porque ningún presidente ha puesto ese impuesto. Quiere recaudar cien millones de euros más», ha lamentado Núñez.
Núñez, preguntado por gobernar con Vox en C-LM, dice que tras los comicios leerá los resultados para buscar estabilidad
El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha sido preguntado en una entrevista en Castilla-La Mancha Media sobre la posibilidad de reeditar en la región lo que va a ocurrir a partir de la próxima semana en Castilla y León invistiendo a un presidente ‘popular’ que dará cabida en su Gobierno a Vox, asegurando que en su caso, una vez que se conozcan los resultados electorales, lo primero que hará su partido será «leer el resultado» para, a continuación, trabajar por «dar estabilidad».
En la entrevista, recogida por Europa Press, ha dicho que en todo caso tiene en mente «un proyecto de mayorías» que es lo que quiere ofrecer al electorado.
«Los castellanomanchegos van a elegir, cuando ellos salgan con su voto y se decida la nueva composición –del Parlamento–, leeremos el resultado y trabajaremos por dar estabilidad, pero ahora toca ilusionar al conjunto de Castilla-La Mancha», ha abundado.
Ha evitado responder a si imitaría el modelo de Castilla y León, ya que eso es «política ficción» y es «erróneo» entrar a valorarlo ahora.
En lo que está, ha defendido, es en que «en Castilla-La Mancha sepan que hay proyecto político» con el PP, «con una senda trazada clara, trabajando para bajar impuestos».
Eso sí, ha pedido «dejar empezar a caminar» al futuro Gobierno de Castilla y León «y ver cómo van sus políticas».
Preguntado expresamente por si tendría cabida en Castilla-La Mancha en caso de que su Gobierno estuviera condicionado por Vox el hecho de impulsar leyes de Concordia o Violencia Intrafamiliar en sustitución de Memoria Histórica o Violencia de Género, se ha limitado a decir que «aquellos que tratan de tensionar al país están equivocados», ya que España es un territorio «de entendimiento, diálogo y concordia».
¿ Dónde vas a recortar? ¿Educación, sanidad, pensiones, carreteras orden público???
o sea los que gastamos en nuestras empresas y damos trabajo a los españoles/as