El Gobierno de Castilla-La Mancha ha autorizado la contratación de 90 plazas residenciales para personas con problemas de salud mental por un importe total de 3,8 millones de euros. De ello ha dado cuenta la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, al informar de los asuntos aprobados ayer en el seno del Consejo de Gobierno. Estas 90 plazas, ha explicado la consejera, “están destinadas a personas con problemas de salud mental grave que no les permite llevar una vida autónoma y sin apoyos en su domicilio”.
Así, la consejera ha detallado que, por un lado, se procederá a la contratación de 24 plazas en residencias de mayores en la ciudad de Albacete, con un importe de 698.225 euros durante un periodo de 30 meses desde la adjudicación de un contrato, que se estima que irá del 1 de julio de 2022 hasta 31 de diciembre de 2024.
Por otro lado, en la provincia de Ciudad Real se contratarán 20 plazas en residencias de mayores para personas con enfermedad mental grave. En este caso, el importe asciende a 623.650 euros, también por un periodo de 30 meses.
Y en el Área Mancha Centro, el Gobierno castellanomanchego contratará 46 plazas en residencia comunitaria para personas con problemas de salud mental, por un importe de 2.561.788 euros.
Blanca Fernández ha indicado que en la asignación de las plazas se ha tenido en cuenta el lugar de procedencia de las personas, y ha enmarcado estas 90 plazas en la previsión de crecimiento contemplada en el Plan de Salud Mental Castilla-La Mancha 2018-2025, ya que, si se tiene en cuenta la demanda de plazas en residencias comunitarias para personas con problemas de salud mental, es necesario seguir contando con más plazas en residencias específicas.
La portavoz del Gobierno regional ha explicado que estas 90 plazas se suman a las casi 600 con las que cuenta Castilla-La Mancha en residencias comunitarias, plazas residenciales, viviendas tuteladas y todo tipo de servicios “para atender con dignidad a las personas que tienen problemas de salud mental y necesitan apoyo en su día a día”, ha dicho la consejera, que también ha detallado que estas plazas se han incrementado en 65.
Blanca Fernández ha recordado que la financiación de las plazas residenciales para personas con problemas de salud mental se articula a través de la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha, que en la actualidad cuenta con cuatro residencias en las áreas sanitarias de Albacete, Mancha-Centro, Cuenca y Talavera de la Reina, estas dos últimas propias. En conjunto, el número de plazas residenciales en centros residenciales asciende en la región a 177.
El Plan de Salud Mental, un instrumento integral
La consejera de Igualdad y portavoz no ha dudado en ningún momento en definir el Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 como “un instrumento integral para la atención de calidad de los problemas de salud mental”, que se han visto incrementados durante la pandemia.
Gracias al mismo, ya se han ejecutado diversas actuaciones como la creación de la Unidad de Media Estancia (UME) en Talavera de la Reina, la integración de la UME de la Diputación de Ciudad Real y se han incrementado las plazas residenciales, además de haberse incorporado la perspectiva de género de una manera transversal en todas las medidas y objetivos que contiene, sin olvidar que el II Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres de Castilla-La Mancha 2019-2024 recoge, en su Eje 6, pautas dirigidas a mejorar la calidad de vida de las mujeres con problemas de salud mental.
Y con el horizonte puesto en 2025, Blanca Fernández ha subrayado algunos de los retos, que pasan por consolidar y aumentar las dotaciones existentes y orientar las intervenciones a la humanización, la sostenibilidad, la formación y la investigación y con acciones y estrategias específicas dirigidas a la prevención, la inserción laboral o la protección y promoción de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental.
En definitiva, ha dicho la consejera, “se trata de orientar todas las actuaciones hacia la humanización, la normalización y la no estigmatización, porque tener un problema de salud mental no debe avergonzar a nadie, aunque tampoco lo podemos reducir ni minimizar. En ningún caso, la sociedad se puede permitir estigmatizar a estas personas, sino que debemos tener el presupuesto público para atenderlas en condiciones de dignidad y con calidad”.
En relación al balance de 2020, se atendieron cerca de 13.000 urgencias provocadas por problemas de salud mental, se realizaron 61.000 consultas de evaluación y diagnóstico, así como más de 421.000 seguimientos terapéuticos y técnicas.
Una atención especializada
Desde el año 2006, se han concertado plazas específicas en residencias de mayores que han dado respuesta a personas con problemas de salud mental de a partir de 55 años de edad y que tienen otras necesidades de atención sanitaria.
Se trata de una atención más especializada que no puede prestarse desde las residencias comunitarias existentes y que, o bien por la edad o bien por su grado de dependencia, no tienen acceso por vía ordinaria a plazas en residencias de mayores de la Comunidad Autónoma.