El terror de la cocina mediática (es un decir ya que los realities están guionizados y previstos), Alberto Chicote, ha estado, como saben, unos días en Puertollano para salvar (los salvadores en realidad son los dueños del negocio) al conocido restaurante ‘El Calamar’. Como en todos los trabajos se fuma, que ya no está de moda, en todos los trabajos se come. Y como no solo come la estrella sino el equipo, se fueron al popular bar El Bomba de la calle Gran Capitán, a reponer fuerzas después de rodar el programa ‘Pesadilla en la cocina‘ de la próxima temporada.
Un total de veintidós personas entre el personal técnico se reunieron en el citado establecimiento sin mayor alumbre culinario que el menú del día: ensalada, estofado de pollo, pasta y demás cosas del comer, para seguir camino en busca de otro restaurante depauperado al que echar un cable. Fue la productora la que llamó a El Bomba para reservar, y dicho y hecho, allí que se presentó la troupe con Chicote a la cabeza, que se apretó una sencilla ensalada para mantener la línea. Los comensales quedaron satisfechos y por supuesto se pagó a tocateja.
