El hospital de Puertollano incorpora la primera Unidad de Rehabilitación Cardiaca de la provincia

La directora gerente del SESCAM, Regina Leal, ha visitado este lunes la nueva Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Santa Bárbara de Puertollano, el primer servicio de este tipo abierto en la provincia de Ciudad Real y el cuarto que se pone en marcha en Castilla-La Mancha. A su juicio, la nueva unidad aportará múltiples beneficios y mejorará la calidad de vida de los pacientes que hayan sufrido un infarto o angina de pecho, merced a una atención personalizada.

En declaraciones a los periodistas, y acompañada del alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, la gerente ha destacado que este servicio de rehabilitación atenderá a unos 60 pacientes al año, principalmente personas que hayan superado un infarto, una angina de pecho o padezcan de hipertensión pulmonar, que podrán beneficiarse de un programa de ejercicio físico personalizado en función de sus capacidades funcionales, así como de charlas e indicaciones sobre nutrición y estilos de vida saludable, entre otros aspectos.

La nueva sala, que ha contado con una inversión de unos 70.000 euros, permitirá asimismo mejorar la integración multidisciplinar de los profesionales sanitarios vinculados a los procesos de rehabilitación.

De su lado, el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, ha agradecido la implicación de la Junta de Comunidades en el mantenimiento de los servicios del hospital de Puertollano, que deberá seguir en funcionamiento al menos cuatro años hasta que se construya el nuevo. Asimismo, ha agradecido la labor de los sanitarios, «artífices de este servicio».

El dispositivo está integrado por cardiólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas que trabajan de manera multidisciplinar en la recuperación integral del paciente que ha sufrido un síndrome coronario agudo.

Tal y como ha explicado el doctor Francisco Castillo, cardiólogo responsable de esta unidad, será referencia para unos 60 pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también está dirigida a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, pacientes sometidos a una cirugía cardíaca o a una angioplastia coronaria, entre otras patologías.

El programa de rehabilitación cardiaca se prolonga durante ocho o diez semanas y se desarrolla en tres sesiones semanales de una hora, tiempo en el que los pacientes se someten a un programa de ejercicios físicos.

Estos programas se diseñan de acuerdo a las necesidades de cada paciente, para determinar a qué frecuencia cardiaca tiene que ejercitarse. Previamente, se les realiza una prueba de esfuerzo con consumo de gases –ergoespirometría- que permite medir el consumo de oxígeno y la frecuencia cardiaca objetivo en la cual deben entrenarse los pacientes.

“Éste es el umbral en el que trabajamos el programa de rehabilitación personalizado, de acuerdo a los parámetros de cada paciente”. La prueba se repite al finalizar el programa, para evaluar el grado de mejoría experimentado por cada paciente, ha explicado el doctor Castillo.

Asimismo, ha subrayado que la rehabilitación cardiaca es “fundamental para la recuperación integral del paciente que ha superado un proceso coronario agudo”, y contar con este servicio garantiza “que se está ofreciendo el tratamiento completo basado en la evidencia” para reducir la sintomatología asociada y, en definitiva, ayudar a reducir la morbimortalidad de proceso coronarios agudos.

Hábitos de vida

En esta unidad, además de trabajar la capacidad física, se pretende ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto a controlar los factores de riesgo con el fin de que modifiquen sus hábitos de vida, así como a abordar otros problemas comunes que presentan, como la ansiedad, depresión o incluso orientación acerca de su reinserción laboral. Por ello, a través de charlas se dan pautas de estilo de vida saludable como la necesidad de llevar una buena alimentación, dejar de fumar o realizar ejercicio.

“Se trata -ha explicado el responsable de la unidad- de que el paciente cambie su estilo de vida de manera que pueda incorporarse de manera segura a su vida cotidiana tras sufrir un infarto”.

En este sentido, Francisco Castillo ha explicado que “los estudios han demostrado que los programas de rehabilitación cardiaca pueden reducir la mortalidad entre un 25 y 30 por ciento, además de suponer un importante ahorro de costes por el descenso en la tasa de recurrencias y hospitalizaciones”.

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2 COMENTARIOS

  1. El Consejero Jesús Fernandez Sanz apostó, en su día, por el Hospital de Puertollano. Mientras el nuevo hospital se hace realidad (que se hará), no ha dejado de incrementar su apoyo al actual. Encima cuanta con una excelente gestión a cargo de Cesareo Peco y Carlos Tirado, entre otros.

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