El Instituto de Estudios Manchegos de Ciudad Real

Emilio Nieto López, primer decano de la Facultad de Educación de Ciudad Real.- Con fecha 13 de septiembre de 2016 la Asociación, denominada Instituto Estudios Manchegos de Ciudad Real, fue inscrita en el Registro General de Asociaciones con el número 1124 acomodando sus estatutos a la legalidad vigente, según determina el artículo 22 de la Constitución Española.

Es importante indicar que esta modificación estatutaria no cambia los fines y objetivos marcados durante estos 72 años de vida de la institución, más importante, en el campo de la investigación local, que tiene la  provincia de Ciudad Real.

El acercarme al Instituto de Estudios Manchegos tiene dos objetivos claros. Por un lado, el recuerdo, el reconocimiento al profesor, a un hombre importante, consejero de número de la institución y que supo cómo nadie divulgar el nacimiento del Instituto Manchego con ese magnífico artículo Creación del Instituto de Estudios Manchegos en el diario regional Lanza, de D. Ángel Jara Barreiros. Por otro el deseo de congratularnos con lo que hacemos bien, y divulgar ese bien cultural que poseemos en Ciudad Real  y que hombres y mujeres continuamente están engrandeciendo nuestro horizonte intelectual, cultural, social, político y humano. Poniendo en valor todo lo que somos, hemos hecho y queremos, como pueblo, seguir haciendo.

Como decía, este año el Instituto de Estudios Manchegos cumple 76 años de vida. Nació el 21 de noviembre del  año 1946, según nos dice Ángel Jara Barreiros, de la mano del soriano (nació en Agreda) José María Martínez Val, doctor en derecho por la Universidad Complutense de Madrid, catedrático en diferentes universidades, Decano del Colegio de Abogados de Ciudad Real, Gobernador civil de Lérida, autor de más de diez obras jurídicas y multitud de artículos en revistas y nombrado primer director del Instituto de Estudios Manchegos, después de haberse dirigido a la opinión pública, el 14 de octubre de 1946  en una carta abierta y urgente con estas hermosas palabras: Señores……… La pluma se detiene. Prefiero no poner destinatarios. Así podrán ser más los aludidos.  Porque la dirección debería ser la Mancha entera colectivamente, y en particular las autoridades provinciales y locales.

Así pues, siendo Gobernador Civil de Ciudad Real D. Jacobo Roldán Losada, se constituyó la comisión de constitución del Instituto de Estudios Manchegos la cual por unanimidad de los presentes nominó como primer director de la institución a D. José María Martínez Val y como secretario general a  D. Darío Zori.  Diez y nueve días después de constituirse el Instituto se formalizó el Patronato, concretamente el 10 de diciembre de 1946 que estaba  compuesto por las máximas autoridades provinciales y locales tales como el Gobernador civil de la provincia como presidente, el Obispo Prior, el Presidente de la Diputación Provincial, el Sr. Alcalde de Ciudad Real, los directores de todos los Institutos de Enseñanza Media locales, el Director de la Escuela de Comercio, el Director de la Escuela de Magisterio, el Director de la Escuela de Artes y Oficios, el Jefe provincial de Sanidad y, finalmente, como secretario del patronato, el Director del Instituto de Estudios Manchegos D. José María Martínez Val.

Hasta el año 1988 el Instituto de Estudios Manchegos ha sido regido por tres directores; José María Martínez Val (1946 -1969) Carlos Calatayud Gil  (1969-1980) y Manuel Espadas Burgos (1981-1988) y a partir de esa fecha y debido a la publicación del Real Decreto 397/1988 de 22 de abril, los estatutos, aprobados y publicados en 1954 se acomodaron  a la normativa que establece el real  decreto por lo que  los regidores del Instituto  de Estudios Manchegos de Ciudad Real pasarán a ser denominados presidentes. De tal manera que el primer presidente de la magna institución fue Benjamín Fernández Ruiz (1988-1992) seguido de cuatro nuevos presidentes, Jerónimo López-Salazar Pérez  (1992 -1994), Ángela Madrid y Medina (1994 -2010), Francisco Alía Miranda (2010-2017) y finalmente Alfonso Caballero Klinh (2017 – hasta la fecha.  Todos ellos elegidos según indica el artículo 18 de los estatutos  en sesión extraordinaria de la Asamblea General por votación secreta, libre y directa de los consejeros numerarios asistentes.

El funcionamiento del  Instituto de Estudios Manchegos, es idéntico al de cualquier asociación cultural provincial o regional, de tal manera que los órganos máximos de participación y representación son: La Asamblea General, constituida por los diferentes tipos de consejeros (De Honor, Numerarios y correspondientes) y la Junta Directiva que emana de la Asamblea y está, en la actualidad, constituida por El Presidente (Alfonso Caballero Klink), Vicepresidenta ( María de los Ángeles Rodríguez Doménech), Secretario General (Luis Mansilla Plaza), Tesorera (Ana María Fernández Rivero), Vocales (Gerónimo Anaya Flores, Joaquín Muñoz Coronel, Rafael Romero Cárdena (ya fallecido) y Carlos José Riquelme Jiménez) Todos  con un extraordinario currículum tanto profesional como académico e investigador.

El Instituto de Estudios Manchegos no es una institución aislada ni mucho menos desde su nacimiento, como hemos podido comprobar, tuvo el respaldo de las máximas autoridades académicas, políticas y sociales tanto  locales, provinciales como nacionales, de tal manera que en 1949 se integró en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, Agencia Estatal adscrita al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad a través de la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación). Igualmente el Instituto forma parte de la Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CECL). Creo que es muy importante el trabajo desarrollado sobre este tema por la valdepeñera Ángela Madrid y Medina titulado  La Confederación Española de Centros de Estudios Locales para conocer las publicaciones, investigaciones, artículos y actos que organizan todos los Institutos de otras regiones de España así como acercarnos al conocimiento de otras posibles vías de investigación y de trabajo.

Sin duda, el aspecto más importante que deseo resaltar del Instituto de Estudios Manchegos es el ingente trabajo de investigación realizado desde que su primer director, José María Martínez Val, propusiera, ante la nueva comisión de formalización del Instituto, las líneas maestras sobre las que debería trabajar la institución que nacía y que se pueden resumir en los siguientes temas: Investigación y catalogación de documentos de los archivos de la Mancha. Bibliografía de autores manchegos, catálogo monumental. Órdenes Militares. Potencial económico de la Mancha. Economía agrícola. Así pues en 1947, es decir, al año siguiente de su nacimiento, ve, por primera vez la luz, la más importante publicación que realiza el Instituto de Estudios Manchegos y que lleva por nombre Cuadernos de Estudios Manchegos. Publicándose 12 cuadernos en su primera época ya que la periodicidad de publicación era semestral  y a partir de 1970 la publicación es anual. A parte de esta magnífica publicación el Instituto de Estudios Manchegos, apoyado siempre, tanto  en el campo económico como  institucional,  por la Diputación Provincial, también realiza otras publicaciones  monográficas, tesis doctorales, reedición y ediciones facsímiles de obras agotadas, al mismo tiempo que organiza congresos, simposios, jornadas de trabajo, seminarios, exposiciones, ciclos de conferencias entre otras  múltiples actividades.

 Es evidente el ingente trabajo que ha realizado y viene realizando una de las instituciones asociativas más importantes de la provincia en el campo de la investigación local, en el desarrollo de nuestra cultura, en el trabajo  y búsqueda de nuestras raíces, en la propuesta de creación de un gran corpus de conocimientos imprescindibles para conocer y saber algo más de todo lo relacionado con nuestro pasado histórico y con ese mundo, un tanto, oculto y desdibujado de los hechos, y vivencias de nuestros hombres y mujeres que antes que nosotros construyeron lo que hoy somos y queremos ser.

Deseamos que el Instituto de Estudios Manchegos siga en la brecha del trabajo bien hecho y por lo tanto siga alimentando nuestra inteligencia y dando valor a nuestras creencias, valores, realizaciones y a nuestra pequeña y gran historia personal y colectiva.