El Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Ciudad Real impartió el primer “Taller Adhvierte”, donde abordaron la prevención de la falta de adherencia al tratamiento de la depresión y ansiedad de manera práctica, taller que se enmarca dentro de la acción Hazfarma del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
La farmacéutica Rocío Molina Fernández- Bravo, formadora colegial del COF de Ciudad Real, dejó claro en el taller que “tanto la depresión como la ansiedad son patologías que se han visto incrementadas de forma notable en los pacientes estos dos años de pandemia”.
En el taller se explicó de forma muy práctica como, a través de la plataforma de NodoFarma Asistencial del CGCOF, los farmacéuticos pueden hacer el registro de su actividad asistencial centrado en la prevención de la falta de adherencia y de este modo ayudar a los pacientes no adherentes e identificar aquellos que pueden ser susceptibles de “abandono” del tratamiento por diversas causas.
“Esta falta de adherencia muchas veces se produce debido a que el paciente no entiende el tratamiento, o porque cree que ya no lo necesita y puede controlar la enfermedad, y ahí es fundamental la labor del farmacéutico, educando, asesorando y trabajando con el paciente en el conocimiento de su enfermedad y el tratamiento prescrito para una mejora de su calidad de vida. Es importante también explicar la posible aparición de efectos adversos que hacen que los pacientes dejen el tratamiento de forma temprana”, añadía Rocío Molina.
La nueva acción de HazFarma cuenta con la colaboración de Laboratorios Cinfa, y se trata de la octava acción en el marco del Programa HazFarma, que en esta edición se centra en las patologías de depresión y ansiedad.
Un estudio publicado en la revista The Lancet estima que los casos de depresión mayor y trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado durante la pandemia un 28% y un 26%, respectivamente. Estos datos revelan en 2020 se produjeron 53 millones de trastornos depresivos y 76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperables, con mayor incidencia en mujeres y jóvenes.
En España, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió en 2020 a 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, lo que supone un incremento del 4,5% con respecto al año anterior y de casi el 10% con respecto a hace una década.
No obstante, en un elevado porcentaje de pacientes diagnosticados y con tratamiento farmacológico prescrito existe una deficiente adherencia que se debe a diversos motivos, como la falta de conciencia de la enfermedad, la tendencia a relacionar los síntomas con causas ajenas al trastorno o el temor a los efectos secundarios. El incumplimiento del tratamiento implica un riesgo de recaída de la enfermedad o de su empeoramiento. Por este motivo, los farmacéuticos comunitarios tienen un papel esencial en la prevención de la adherencia terapéutica de estos pacientes, objetivo principal de la acción del programa HazFarma, denominada Adhvierte.