La alcaldesa de Argamasilla de Calatrava, Jacinta Monroy, ha presentado este jueves su renuncia a la Alcaldía con una «sensación de liberación». «La Alcaldía es una carga que nunca te quitas, la responsabilidad agota y ahora solo quiero llevar una vida discreta», se ha sincerado este jueves durante una comparecencia ante los periodistas para explicar los motivos de su marcha.
Monroy ha puntualizado que esta renuncia responde a una decisión que maduraba «desde hace tiempo», y que puede afrontar ahora, una vez solucionado el «mayor quebradero de cabeza y espíritu» de su gestión: la puesta en marcha de la nueva depuradora.
De hecho, el pasado mes de abril la regidora fue absuelta por la Audiencia Provincial de Ciudad Real por un presunto delito medioambiental en relación con la depuración de las aguas residuales del municipio.
La alcaldesa deberá ahora comunicar su decisión al pleno de la corporación, que se reunirá el próximo 30 de marzo, fecha que marcará la elección de su sucesor, presumiblemente el primer teniente de alcalde Jesús Ruiz.
En declaraciones a los periodistas, Monroy ha subrayado que en política «hay que saber llegar y hay que saber marcharse, incluso como un acto de generosidad». Y citando a Machado, «caminante no hay camino, se hace camino al andar», ha reiterado que su despedida se produce tras un periodo «suficientemente dilatado» y en un momento que permite un relevo «ordenado» con un grupo de concejales «de alto nivel de eficacia» comandados por alguien «extremadamente preparado» como Jesús Ruiz.
Monroy ha sido alcaldesa socialista de Argamasilla de Calatrava desde el año 2011. En septiembre de 2020 presentó su renuncia por motivos profesionales como diputada provincial para incorporarse como secretaria municipal del Ayuntamiento de Mestanza, tras pasar un proceso selectivo.
La responsable municipal ha agradecido a todos los vecinos y concejales de la oposición su relación «respetuosa y cordial», y ha reiterado que siempre se ha guiado por un «espíritu de servicio público y voluntad de hacer el bien desde el consenso y el diálogo».
En todo caso ha reconocido que «es difícil dar en el gusto de todo el pueblo», por lo que también ha pedido disculpas por las veces que ha podido «fallar». Tampoco se ha olvidado de subrayar el apoyo de su familia, a la que ha dado las gracias «por lo que ha aguantado y lo que ha sufrido».
Preguntada por el peso que han podido tener en su decisión los tensos momentos que tuvo que afrontar como investigada por un presunto delito ambiental, ha subrayado que ha tenido que vivir con ello desde que asumió la Alcaldía, ya que las primeras denuncias se interpusieron en 2011.
Monroy, que seguirá al frente de la agrupación local socialista, ha repasado los logros de su gestión, entre los que ha destacado la mejora de las condiciones de vida de los mayores y las mujeres, así como la apuesta por la formación para el empleo de los jóvenes, su gran «obsesión».
De hecho, su mayor satisfacción como alcaldesa ha sido ver a chicos y chicas que gozan de un «buen trabajo» después de haber aprovechado la segundad oportunidad que les ofreció el programa «Estudia y trabaja», aunque también recuerda con amargura los momentos más difíciles: el ahogamiento de un niño de 4 años en la piscina municipal, en el año 2013, y el impago de nóminas a su llegada a la Alcaldía por la situación económica del consistorio.
También se ha referido a la favorable evolución demográfica de un municipio que sigue ganando habitantes, pese a que las defunciones son más numerosas que los nacimientos, merced a una gestión que «apuesta por la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos».
En este contexto ha añadido que en el año que queda de legislatura Argamasilla de Calatrava deberá afrontar importantes retos, como la gestión de los fondos europeos Next Generation para la adecuación del entorno del río Tirteafuera, la recuperación del antiguo cine y la mejora de la accesibilidad de la entrada a la población.