Emilio Nieto López, primer decano de la Facultad de Educación de Ciudad Real.-Ucrania, granero de Europa y por ende de España. Ucrania es la segunda nación de Europa más extensa después de Rusia y, por su situación clima y vegetación, una de las naciones del mundo con mejores condiciones para la producción masiva de cereales y oleaginosas.
Esta nación, como hemos indicado en otra ocasión, ha sufrido las inclemencias políticas más severas de la historia europea hasta los años noventa y en estos momentos la crueldad más depravada y sanguinaria que puede sufrir nación libre y democrática alguna.
Parece necesario, para conocer el potencial económico de este país, poner a disposición de los ciudadanos algunas cifras que nos aclaren la vivencia de este país oriental de Europa, sometido durante muchos años a la dictadura más dura y cruel de Rusia. El producto interior bruto (PIB) ucraniano ronda los 135.966 mil millones de euros mientras España es de 1.202.999 billones de euros.
El PIB per Cápita de Ucrania es de unos 3.283 euros por habitante colocándola en el número 119 de los 196 países que hacen público su PIB, mientras que en España es de 27.057,16 euros, ocupando el puesto 56 de ese mismo ranking. La Deuda pública ucraniana es de unos 82.831 mil millones de euros es decir casi un cincuenta por ciento del PIB mientras que la Deuda Pública Española es de 1.432.228 billones de euros lo que quiere decir que debemos un 130 por ciento más de lo que somos capaces de producir. Teniendo esto en consideración, cada ucraniano debe unos 2.000 euros de deuda pública mientras un español debe unos 30.263 mil euros.
Todo el campo español sabe y conoce el abandono que viene sufriendo, ya durante varias décadas, por parte de las administraciones públicas que, año tras año, vienen congelando los precios de los productos agrarios a los agricultores porque el gobierno importa esos mismos productos de países donde la mano de obra es más barata y cuesta mucho menos producirlos, como ocurre con Ucrania. Ucrania se ha convertido en el granero de Europa y por ende de España, de tal manera, que mientras nosotros exportamos a Ucrania automóviles, vehículos para el trasporte público, materiales de construcción, pescado congelado, confección femenina, productos químicos y un largo etcétera por un valor aproximado de 678 millones de euros, Ucrania en ese mismo años de 2019 exportó a España productos agrarios muy significativos como maíz (655 M) aceite de girasol (303M) trigo (106M) cebada caolín, arcillas (437M) y otros productos por un valor de 1.600 millones de euros lo que equivale a una balanza comercial claramente desfavorable para España en más de 753 millones de euros, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior ICEX).
En Ucrania trabajan unas cincuenta empresas, unas treinta empresas han abierto oficinas comerciales españolas, tales como Inditex, Lladró, Mayoral, Roca ,Teca, Amadeus y otras muchas, mientras que empresas de Ucrania trabajan en España unos diez o doce como: Ucrania SL. Acuore Ucrania SL. Madera de Ucrania SL. Ucrania Food Gruop o Importaciones y Distribución Ucrania SL. Esta nación eslava ocupa el puesto 53 de los destinos de exportación españoles y el número 38 de nuestros proveedores comerciales mientras que España es el número 17 de suministradores económicos a Ucrania y el 12 como comprador de productos ucranianos.
Estos datos y los siguientes nos van a dar un conocimiento mucho más ajustado de este país europeo que, en estos momentos, está sufriendo la mayor destrucción de su economía, de su libertad, de su patrimonio y podríamos decir de su nación. Mientras España ocupa el número 36 en el ranking del Índice de Complejidad Económica (ECI 0´85) y el 16 en exportaciones totales por un valor de 319 mil millones de euros, Ucrania ocupa el número 43 (ECI 0´60) y el 51 en exportaciones totales con 49,5mil millones de euros.
Así pues, podemos decir que Ucrania es un país pobre que durante muchos años ha estado sometido a un sistema colectivista dictatorial y, que, en estos momentos de su corta historia en libertad, estaba intentando crear un sistema económico y social de libre competencia y por lo tanto queriendo abrirse al oeste de dónde venían aires de libertad y de progreso para todas la sociedad sin saber que el ogro ruso, de la mano del asesino Putin estaba vigilante para, de nuevo, volver a destruir toda su economía y convertir a esta gran nación en una república soviética con un presidente títere y obediente como lo es Bielorrusia.
Por otro lado España debe aprender de los errores cometidos con la agricultura y por lo tanto con tantos y tantos hombres y mujeres que todos los días riegan con su sudor las tierras españolas para poder subsistir y seguir mal viviendo. España puede y debe producir prácticamente el trigo que necesita y los cereales necesarios para su consumo siempre que se implementen políticas de precios agrarios actuales y se comprometan de verdad las instituciones públicas con el campo español.
De ninguna manera el gobierno puede permitir que los agricultores españoles estén vendiendo sus productos por debajo del precio de coste como ocurre en estos momentos y que los responsables públicos estén pensando donde comprar los productos que se pueden producir en nuestros campos. Se habla mucho de la política comunitaria pero a la hora de la verdad cada nación debe resolver sus problemas de una forma individual aunque se tengan puestos los ojos en la Europa de las oportunidades.
Ucrania y España son dos naciones cuyo pasado histórico ha sido muy semejante aunque España supo librarse del yugo dictatorial ruso y caminó por otra senda de libertad económica aunque no la tuviera políticamente hablando, pero España, a semejanza de Ucrania, debe producir muchos más cereales eso sí a un precio razonable capaz de asentar población en el campo rural y crear una gran infraestructura agraria que rentabilice el trabajo del campo para aquellos campesinos que deseen seguir con las explotaciones agrarias.
Parece razonable que las administraciones deberían realizar los estudios pertinentes para conocer qué número de hectáreas debe tener una explotación para poder vivir con ese trabajo en condiciones normales y dotar de los medios de protección suficientes en los casos de sequías, hielos, malas cosechas etc.
Aún se está a tiempo de solucionar los problemas de las tierras despobladas de media España pero eso no se consigue con bonitas palabras y falsas promesas dictadas por asesores convincentes que, desde los despachos, son capaces de cambiar el blanco por el negro. Ahora más que nunca España con Ucrania.
Nos pedían que nos resignásemos a ser pobres para salvar al planeta del cambio climático; desde hoy lo pedirán para fastidiar a Putin
Acabamos de escuchar al doctor Sánchez señalando con gran desparpajo a Putin como único responsable del alza de los precios de la energía y, en general, de la inflación que padecemos desde hace muchos meses. Parece que, durante los próximos años, Putin se convertirá en el responsable cósmico de todas las calamidades que nos afligen, tal como lo ha sido Franco durante varias décadas. Así, un demagogo como el doctor Sánchez, que ha amparado los más brutales abusos tarifarios eléctricos, que ha permitido la voladura de centrales de producción de energía ya existentes y rechazado la construcción de otras proyectadas, siempre al servicio del lobby climático, puede tranquilamente repercutir las culpas contra un Putin convertido en una suerte de demonio omnímodo, cuyas maldades poseen fuerza retroactiva. Además, Sánchez ha tenido el cuajo de lanzar esta atribución de responsabilidad a la vez que destina 20.319 millones de euros a «impulsar políticas feministas de forma transversal»; es decir, a la vez que obliga a todos los españoles a aflojar una cantidad media de 450 euros para engordar parásitos y parásitas que se hacen de oro urdiendo los más delirantes arbitrios con perspectiva de género.
Hasta ayer mismo nos pedían que nos resignásemos a ser pobres, para salvar al planeta del cambio climático; desde hoy podrán pedírnoslo también para fastidiar a Putin. Mucho más sobrecogedor que el desparpajo con que un demagogo como el doctor Sánchez descarga responsabilidades resulta que exista una borregada dispuesta a creer tan burdas patrañas. Si los demagogos profieren sin rubor tales patrañas es porque saben que existe una porción nada desdeñable de la población española que se las tragará religiosamente y sin rechistar, como durante los dos últimos años se ha tragado las subidas abusivas del recibo de la luz.
Saben, desde luego, que la demogresca fomentada por los negociados de izquierdas y derechas ha generado masas ingentes de personas fanatizadas, atiborradas de consignas ideológicas, dispuestas a que las despojen, con tal de que el despojo lo perpetren los ‘suyos’. Y a este fanatismo propiciado por la demogresca se suma otro factor todavía más sobrecogedor. A nadie se le escapa que la plaga del coronavirus ha servido para probar un experimento de psicología de masas a gran escala que, a través de los instrumentos de la biopolítica, ha logrado un control social absoluto. Y, entre tales instrumentos de la biopolítica, ninguno tan eficaz como la agitación del miedo, que anega nuestro cerebro reptiliano y ofusca el discernimiento. Así, aprovechándose de los desarreglos que el miedo introduce en nuestro raciocinio, se pueden implantar los más delirantes pensamientos inducidos en personas reducidas a gurruños de carne temblona y crédula. Si lograron que aceptásemos que el coronavirus procedía de una sopa de pangolín o murciélago gigante, ¿por qué no vamos a aceptar que Putin es el causante de todas nuestras calamidades?
https://www.abc.es/opinion/abci-juan-manuel-prada-agitacion-miedo-202203120002_noticia.html
La dependencia energética del exterior de nuestro país se sitúa en aproximadamente un 73-74%. Así, en España apenas se produce un tercio de la energía que se consume….